Abejas y avispas: Las diferencias clave que deberías conocer
Abejas y avispas
La avispa asiática es una especie invasora que amenaza abejas, cultivos, biodiversidad y la salud humana

Aunque comparten colores, alas, aguijón y un zumbido poco agradable, las abejas y las avispas son criaturas muy distintas que no tienen nada que ver.
Es muy común confundirlas, especialmente por su patrón a rayas amarillas y negras, pero conocer sus diferencias es clave para aprender a identificarlas, entender su importancia ecológica e incluso evitar una picadura innecesaria.
¿Quién es quién? Aprende a distinguirlas a simple vista
Aunque a simple vista pueden parecer similares, distinguirlas es muy fácil porque las abejas y las avisas tienen un montón de diferencias, tanto físicas como de comportamiento.
Peludas vs. brillantes: así es su aspecto físico
La abeja tiene un cuerpo robusto, redondeado y está cubierta de pequeños vellos que le ayudan a recolectar polen. Sus colores suelen ser más apagados, con tonalidades marrones, negras y amarillas.

En cambio, la avispa posee un cuerpo delgado y alargado, con una cintura muy estrecha entre el tórax y el abdomen (de ahí la famosa frase tener cinturita de avisa).
Su piel es lisa, brillante y sus colores son mucho más intensos: un amarillo vivo con franjas negras bien definidas.
Las patas también marcan diferencia: las abejas suelen mantenerlas cerca del cuerpo cuando vuelan, mientras que las avispas las dejan colgando, dándoles una apariencia más agresiva.

¿Comen flores o carne? Su dieta lo dice todo
La alimentación es una de las claves para entender el comportamiento de estos insectos.
Las abejas son estrictamente vegetarianas. Se alimentan de néctar (su fuente de energía) y polen (rica en proteínas), lo que las convierte en agentes polinizadores indispensables para un buen funcionamiento de los ecosistemas.
Las avispas, por otro lado, son omnívoras (como los humanos). Las adultas suelen alimentarse de néctar y sustancias azucaradas (como frutas en descomposición o refrescos), pero también cazan otros insectos para alimentar a sus larvas. Esta dieta mixta las vuelve más exploradoras y las lleva a husmear con mayor asiduidad en residuos de comida o platos al aire libre.
¿Pican por defensa o por ataque?
Tanto las abejas como las avispas pueden picar, pero lo hacen por razones muy distintas y con diferentes consecuencias.
Las abejas pican solo si se sienten amenazadas. Su aguijón está dentado, por lo que al clavarlo en la piel se queda atascado, causando que la abeja muera poco después porque sueltan parte de su intestino. Esto las hace muy selectivas a la hora de usar su mecanismo de defensa.

Las avispas, en cambio, tienen un aguijón liso que les permite picar varias veces sin consecuencias (para ellas, para ti probablemente alguna). Son más agresivas, sobre todo en los meses de verano y otoño, cuando sus colonias alcanzan su punto máximo de población y los recursos escasean. Las avispas pueden picar solo porque estés cerca de su nido o por sentirse invadidas.
¿Dónde viven y cómo construyen sus hogares?
Los lugares donde viven y la forma en que construyen sus nidos también son bastante distintos.
Las abejas melíferas (Apis mellifera, las más comunes en España) viven en colmenas organizadas, hechas de cera que ellas mismas segregan.
Estas estructuras pueden encontrarse en huecos de árboles, grietas de edificios o en cajas gestionadas por apicultores. La colonia es permanente y puede sobrevivir varios años.
Las avispas sociales (Vespula vulgaris) por su parte, construyen sus nidos con un material parecido al papel, fabricado al masticar fibras de madera con su saliva. Estos nidos tienen forma de esfera o cono y pueden estar colgados de ramas, techos o escondidos bajo tierra. Las colonias suelen morir en otoño, y solo las reinas sobreviven para reiniciar la colonia en primavera.
¿Cuál poliniza y cuál caza? Su rol en la naturaleza
Las abejas son conocidas como las polinizadoras por excelencia. Al volar de flor en flor en busca de néctar, transportan polen, facilitando la reproducción de miles de especies de plantas. Su papel es fundamental en la agricultura y en la preservación de ecosistemas.

Las avispas también visitan flores y pueden contribuir a la polinización, pero su rol principal en la naturaleza es el control de plagas. Cazan insectos como orugas, moscas o arañas, así que si te preguntabas si tenían alguna función natural o únicamente fastidiar: Sí, son aliadas silenciosas para el equilibrio ecológico.
Abejas y avispas en cifras: especies que te sorprenderán
Se estima que existen más de 20.000 especies de abejas en el mundo, muchas de las cuales son solitarias y no producen miel. Solo unas pocas, como la abeja melífera, viven en colmenas y son aprovechadas por los humanos para la producción de miel, cera, propóleo y otros productos.
En cuanto a las avispas, se conocen más de 30.000 especies, desde las pequeñas parasitoides hasta las grandes avispas cazadoras.
¿Amigas o enemigas? Su relación con los humanos
Las abejas han sido aliadas de los humanos desde hace miles de años. Además de su rol en la polinización de cultivos, su producción de miel y cera ha sido aprovechada en muchísimas culturas.
Las avispas, en cambio, tienen una mala reputación por su agresividad y su tendencia a acercarse a los humanos para plantarse en la comida o picar.
Sin embargo, su labor como controladoras de plagas las convierte en insectos beneficiosos, especialmente en la agricultura ecológica.
¿Qué picadura es más peligrosa?
Tanto las abejas como las avispas pueden representar un riesgo para personas alérgicas a sus picaduras. Las reacciones pueden ir desde una leve inflamación hasta la anafilaxia, por lo que es importante saber distinguirlas y actuar rápido si se ha recibido una picadura.