Historia del Akita Americano
A pesar de su nombre, esta raza procede de los Akita de Japón, uno de los perros japoneses más conocidos. En el 1600 se utilizaron los primeros akitas americanos como perros de pelea y para cazar jabalíes, osos y ciervos. Durante la Segunda Guerra Mundial estuvieron a punto de extinguirse porque sus pieles eran muy valiosas para la confección de ropa militar.
Se inició después un proceso de recuperación de los pocos ejemplares que quedaban cruzándolos con pastores alemanes.
Con el tiempo y varios cruces, nació el Akita Americano, un perro de trabajo que se aisló para trabajar en solitario o en parejas. Hoy en día, en España; el Akita Americano es ppp, por lo que se necesita una licencia para hacerse cargo de él.

Características del Akita Americano
Esta raza presenta numerosas diferencias con el Akita Inu o japonés. Dependiendo del pelaje podemos distinguir distintos tipos:
- Leonado.
- Atigrado.
- Negro.
- Blanco.
- Pinto.
- Gris.
- Rojo.
En cuanto a longitud, el Akita Americano presenta un pelaje medio. Su pelo es de doble capa, lo que hace que sea un perro muy resistente a temperaturas frías extremas.
Es algo mayor en tamaño que el Akita Inu. Tiene una cabeza triangular con orejas también triangulares tipo spitz. Su tamaño va de los 60 a los 70 centímetros y pesa de 32 a 60 kilogramos.
Carácter del Akita Americano
Debido a su pasado y a sus instintos, el Akita Americano es un perro muy territorial y con mucho carácter. Son independientes y reservados con los desconocidos. Por su pasado como perro de combate, es algo dominante con otros perros, por eso es necesaria una buena educación en la que quede claro quién es el líder de la manada. Será el mayor defensor de su familia.
Lo mejor para esta raza es la socialización temprana, ya que si interpreta una mala acción hacia su familia por parte de otros puede reaccionar de una manera fuerte. Pero todo dependerá de la educación que reciba en su hogar. Es muy dócil y calmado, y forma un buen vínculo familiar aunque necesita su espacio y no es demasiado cariñoso.
Es un acompañante muy fiel pero no se recomienda esta raza para dueños inexpertos, ya que requiere ciertos conocimientos de adiestramiento. El akita es un perro para expertos que tengan ganas de enfrentarse al desafío. Con un adiestramiento adecuado y una socialización temprana, el akita americano puede convertirse en un compañero muy fiel. Querrá a su familia por encima de todo y la protegerá y vigilará.
Cuidados del Akita Americano
El Akita Americano no necesita demasiados baños gracias a su pelaje autolavable. Basta con cepillárselo una o dos veces por semana. Así, mantendrás el brillo del pelo y podrás detectar posibles irritaciones cutáneas causadas por una alimentación incorrecta.
Es un perro muy activo, así que deberemos sacarle a pasear al menos 2 o 3 veces al día, complementando el paseo con ejercicio para perros adultos. Le gusta mucho morder y jugar, por lo que conviene darles mordedores o juguetes para que no destrocen los muebles de la casa.
La causa de las enfermedades del pelo y la piel reside en la alimentación. Por ejemplo, una proporción demasiado alta de proteína bruta puede provocar reacciones alérgicas intensas en la piel. Los productos con cereales y soja también pueden constituir un problema para la piel y el pelo del akita. Puedes alimentarlo con un pienso adecuado para el animal o, si decides alimentarlo de manera natural, es mejor utilizar carne que no sea de cerdo por su predisposición a alergias. Por regla general, los akitas tienen bastante con muy poca comida, en comparación con su tamaño. Para averiguar la cantidad idónea, contrólale el peso regularmente.

Un desafío a la hora de adiestrar al akita americano es el instinto de caza. Para evitar que le pueda el instinto y salga corriendo a perseguir algo, debe ir con correa. Y, como esta raza tiene mucha fuerza, debemos enseñarle a pasear sin que nos lleve él a nosotros. Esto, junto con la socialización temprana son las claves de su educación.
Salud del Akita Americano
A pesar de que tienen mucha resistencia a las fuertes temperaturas. Por otro lado, sufren algunas enfermedades genéticas y presentan sensibilidad a ciertos medicamentos. Las enfermedades más comunes de la raza son:
Como sucede con otras razas, la salud del akita americano podrá verse reforzada según la alimentación que le ofrezcamos, los cuidados que reciba en su día a día y el seguimiento adecuado del plan de vacunación del perro.