¿Ejercicio por la mañana o por la noche? Descubre cuál te beneficia más

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Conoce los pros y contras de cada horario

Algunas personas funcionan mejor entrenando al amanecer
Algunas personas funcionan mejor entrenando al amanecer

Elegir el mejor momento del día para hacer ejercicio puede marcar una diferencia notable en tus resultados, energía, sueño y bienestar general. Muchas personas se preguntan si entrenar por la mañana o por la noche es más efectivo. En este artículo exploramos las ventajas y desventajas de ambos horarios, presentamos ejercicios recomendables para cada franja horaria y te explico por qué algunas personas funcionan mejor entrenando al amanecer y otras al anochecer. La clave está en tu cuerpo, tus objetivos y tu rutina diaria.

¿Por qué hacer ejercicio por la mañana?

 Libera endorfinas, mejora la concentración y la productividad
Libera endorfinas, mejora la concentración y la productividad

Beneficios principales

  • Quemar más grasa y perder peso: Se ha observado que entrenar entre las 8 y las 11 am puede reducir grasa abdominal y mejorar los niveles de colesterol y triglicéridos, especialmente en mujeres.
  • Mejor salud cardiovascular: Estudios indican una reducción del 11–16 % de riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares cuando se entrena en ese horario.
  • Estado de ánimo y energía para el resto del día: El entrenamiento matutino libera endorfinas y mejora la concentración y productividad.
  • Refuerzo del ritmo circadiano: Facilita el sueño por la noche y mejora su calidad, favoreciendo el sueño profundo y menos interrupciones.
  • Hábitos más consistentes: Entrenar temprano evita interferencias del trabajo o compromisos sociales, favoreciendo la adherencia.

Recomendaciones de ejercicio

  • Cardio ligero o moderado: caminata rápida, trote suave o bicicleta estática son ideales para activar el metabolismo.
  • Entrenamiento de fuerza básico: circuitos de peso corporal (sentadillas, flexiones, planchas) funcionan bien con el cuerpo aún activo.
  • Yoga o estiramientos suaves: para despertar el cuerpo antes del día, especialmente en combinación con luz natural temprana.

Precauciones

  • Riesgo de lesiones: temperaturas corporales más bajas por la mañana requieren buen calentamiento a fin de prevenir esguinces o rigidez muscular.
  • Necesidad de combustible: entrenar sin desayunar puede provocar fatiga; una pequeña colación protéica es útil.

¿Por qué entrenar por la noche o al final del día?

Ayuda a desconectar del día y relajar cuerpo y mente
Ayuda a desconectar del día y relajar cuerpo y mente

Beneficios principales

  • Mejor rendimiento físico: la temperatura corporal es más elevada por la tarde y noche, lo que favorece fuerza, flexibilidad y rendimiento en general.
  • Alivio del estrés y efecto relajante: el ejercicio vespertino ayuda a desconectar del día y relajar cuerpo y mente gracias a la liberación de endorfinas.
  • Mayor beneficio cardiovascular en ciertos grupos: especialmente en hombres mayores o personas con obesidad o diabetes, la actividad entre las 6 pm y la medianoche está asociada a menor mortalidad y mejor salud metabólica.
  • Opciones de entrenamiento compartido: más acceso a clases grupales, entrenar en pareja o con amigos después del trabajo.

Recomendaciones de ejercicio

  • Entrenamiento de fuerza: pesas, HIIT o rutinas más intensas pueden aprovechar el mayor rendimiento muscular.
  • Cardio intenso moderado: como correr o bicicleta, procurando terminar al menos 1–2 horas antes de dormir.
  • Actividades suaves para desconectar: yoga restaurativo, pilates o caminata tranquila después de cenar, favorecen la relajación sin estimular demasiado el sistema nervioso.

Precauciones

  • Evita entrenamientos intensos justo antes de dormir: pueden elevar la adrenalina y dificultar conciliar el sueño.
  • Motivación decreciente: tras un día largo, puede costar mantenerse constante si no se convierte en hábito.

¿Y según tu cronotipo?

Adapta tu dieta y sueño al horario de entrenamiento
Adapta tu dieta y sueño al horario de entrenamiento

Tu cronotipo—si eres más “mañanero” o “noctámbulo”—influye en el mejor momento para entrenar. Estudios indican que entrenar en concordancia con tu cronotipo puede mejorar rendimiento y adherencia. Si eres un "león matutino", los entrenamientos antes del mediodía suelen darte mejores resultados; si te ves más activo al final del día, programar entrenamientos por la tarde puede funcionar mejor.

Ejercicios recomendados según el horario

Hacer ejercicio por la mañana favorece la pérdida de peso, regula la presión arterial y mejora el sueño, especialmente en mujeres. Por la tarde o noche, el rendimiento físico, la fuerza muscular y la flexibilidad alcanzan su punto máximo, siendo ideal para entrenamientos intensos y reducción del estrés.

  • Mañana (6–11 am): caminata rápida, trote suave al aire libre, bici estática, yoga matinal, circuito básico de fuerza, jumping jacks o skipping como activadores rápidos.
  • Resto del día (mediodía–tarde): entrenamiento de fuerza con pesas, HIIT, core, entrenamiento funcional, natación o clases de spinning.
  • Noche (hasta 1–2 horas antes de dormir): estiramientos, yoga restaurativo, pilates, caminata suave, meditación en movimiento.

Consejos para la consistencia y bienestar

  1. Prioriza tus 150 min semanales de actividad moderada según lo recomiendan organizaciones como la OMS o CDC.
  2. Adapta tu dieta y sueño al horario de entrenamiento: cenas ligeras si entrenas por la noche y desayuno equilibrado si lo haces por la mañana.
  3. Establece un horario fijo para acostarte más temprano si entrenas por la mañana, lo cual facilita recuperación y mantiene el hábito.
  4. Monitoriza cómo te sientes después de entrenar: energía, sueño, apetito o estrés. Ajusta si encuentras interrupciones.
  5. Si puedes alternar entre horarios según semana o compromiso, mantén al menos 3 a 5 sesiones semanales para asegurar beneficios continuos.

No existe un horario universalmente perfecto para hacer ejercicio. La efectividad depende de tus objetivos, cronotipo, rutina diaria y cómo se adapta al momento. Por la mañana, obtienes beneficios metabólicos, cardiovasculares y de motivación temprana. Por la noche, puedes maximizar rendimiento físico, liberar estrés y ganar flexibilidad. Lo más importante: la consistencia. Elige el horario que mejor se ajuste a tu estilo de vida y comprométete a mantenerlo. Así, tu cuerpo y mente se beneficiarán día tras día.

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