Cómo apagar el fuego de una chimenea

Una chimenea encendida
Una chimenea encendida | Hogarmania

Es fundamental saber cómo apagar el fuego de una chimenea de manera segura para evitar riesgos innecesarios. Un apagado incorrecto puede provocar incendios accidentales, acumulación de monóxido de carbono o daños en la estructura de la chimenea.

No basta con dejar que el fuego se consuma por completo, ya que puede ser peligroso al quedar brasas encendidas que podrían reavivarse. Además, un apagado adecuado ayuda a evitar la acumulación de hollín inflamable.

A continuación, te explicamos paso a paso cómo apagar una chimenea correctamente.

Cómo apagar una chimenea: 4 métodos efectivos

Método 1 - Pulverizar agua

Rellena una botella con vaporizador de agua y pulveriza el fuego y la leña. Continúa pulverizando hasta que toda la leña y las brasas estén mojadas. Es importante esparcir la leña y las brasas con un atizador para que se enfríen y se apaguen por completo.

Asegúrate de que el fuego esté totalmente extinguido antes de dejar la chimenea sin supervisión.

Método 2 - Usar bicarbonato

El bicarbonato de sodio es un producto muy utilizado en los hogares para diversos usos caseros, como la limpieza, la belleza o el cuidado sanitario.

Este producto también es perfecto para apagar una chimenea. Para utilizarlo, esparce la leña y las brasas con un atizador para crear una superficie plana y espolvorea el bicarbonato por encima. Debes asegurarte de cubrir completamente las brasas y la leña.

Comprueba que el fuego no vuelva a prenderse antes de dejar la chimenea sin supervisión.

Chimenea recién apagada
Chimenea recién apagada | Hogarmania

Método 3 - Añadir arena

Con ayuda de un atizador o pala, distribuye las brasas en una capa uniforme para que el calor se disperse y las llamas se reduzcan.

A continuación, echa arena sobre las brasas. La arena absorbe el calor y sofoca el oxígeno, ayudando a apagar el fuego sin generar humo excesivo.

Una vez que las brasas estén completamente frías, usa una pala para retirar las cenizas y colócalas en un recipiente metálico.

Este método no es el más recomendable, ya que antes de volver a encender la chimenea, tendrás que retirar la arena, lo que puede resultar una tarea engorrosa.

Método 4 - Utilizar sal

Otra alternativa para apagar una chimenea es esparcir sal sobre las brasas. Vierte el equivalente a un tazón grande tras esparcir las brasas, ajustando la cantidad según el tamaño de la hoguera.

Es importante tener en cuenta que este método solo es eficaz cuando el fuego es moderado. Si las llamas son demasiado intensas, la sal no surtirá efecto.

Errores comunes al apagar el fuego de una chimenea

  • Usar agua directamente: si echas un cubo de agua directamente sobre el fuego, se generará una gran cantidad de vapor y el cambio brusco de temperatura podría dañar el material de la chimenea.
  • No comprobar las brasas: después de apagar el fuego, las brasas pueden seguir encendidas durante horas. Si no se apagan adecuadamente, las brasas pueden reavivar el fuego y provocar un incendio accidental. Por eso, es recomendable apagar el fuego varias horas antes de salir de casa o irse a dormir, y asegurarse de que no queden brasas encendidas.
  • No apagues el fuego poniendo algo encima: puede arder o generar gran cantidad de humo.
  • No esperes a que el fuego de la chimenea se extinga por sí solo: las brasas pueden permanecer encendidas durante días y reavivar el fuego si no se controlan adecuadamente. Aunque el fuego parezca haberse apagado, las brasas pueden seguir ardiendo sin que lo notes.
  • No intentes apagar un fuego abanicando las llamas : esto, en lugar de apagarlo, avivará las llamas.
  • No evita las corrientes de aire: el aire puede reavivar el fuego rápidamente.
  • No saber cuándo pedir ayuda: si el fuego de la chimenea se intensifica demasiado o se descontrola, y no puedes extinguirlo por tus propios medios, llama a los bomberos de inmediato.
Chimenea en el salón
Chimenea en el salón | Hogarmania

Consejos de seguridad

  • Ten un extintor de incendios cerca de la chimenea. Es fundamental contar con un extintor en caso de emergencia.
  • Deshollina la chimenea con regularidad. La combustión de madera o carbón genera creosota, un compuesto químico que se adhiere al interior del conducto de humos, pudiendo obstruirlo y afectar la ventilación.
  • Instala detectores de humo y monóxido de carbono. Los detectores de humo son fundamentales para alertarte en caso de que haya un incendio. Además, el monóxido de carbono es un gas tóxico e inodoro que puede acumularse en el hogar si la ventilación de la chimenea no es adecuada.
  • Asegúrate de que no haya objetos inflamables cerca de la chimenea. Se recomienda mantener una distancia mínima de 80 centímetros de cualquier material inflamable, como muebles, cortinas, alfombras o madera.
  • Nunca dejes el fuego sin supervisión. Un fuego que parece extinguirse puede reavivarse debido a las brasas encendidas, y dejarlo sin supervisión podría ser peligroso.
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