El tofu ya no es cosa de veganos

Proteína vegetal

De alimento de nicho a básico de cocina, el tofu gana terreno entre quienes buscan comer más saludable

El tofu marinado gana intensidad y textura al cocinarse. Es uno de los ingredientes más versátiles de la cocina vegetal.
El tofu marinado gana intensidad y textura al cocinarse. Es uno de los ingredientes más versátiles de la cocina vegetal.

Durante años tuvo fama de soso y aburrido, pero algo ha cambiado. El tofu, esa proteína vegetal elaborada a partir de la soja, se ha convertido en uno de los ingredientes más buscados en internet y en un imprescindible en muchas cocinas, sean o no veganas.

Este 1 de noviembre, con motivo del Día Mundial del Veganismo, su protagonismo vuelve a crecer. Y no es casualidad: el tofu simboliza la nueva forma de entender la cocina vegetal, donde salud, sostenibilidad y sabor pueden ir de la mano.

De la soja al plato

Originario de Asia, el tofu se elabora cuajando la bebida de soja, de forma similar a cómo se hace el queso con la leche. El resultado es un bloque firme, de textura suave, que puede cortarse, marinarse, freírse o incorporarse a sopas y guisos.

Aunque lleva décadas presente en dietas vegetarianas, su popularidad ha explotado gracias a la cocina moderna y a su versatilidad. Cada vez más chefs lo utilizan como base para platos sabrosos y equilibrados, y su presencia en los supermercados ya es habitual.

Además, es una fuente excelente de proteína vegetal, baja en grasas y rica en calcio y hierro. Una alternativa perfecta para quienes buscan reducir el consumo de carne sin renunciar a los nutrientes.

Su sabor neutro permite combinarlo con todo tipo de marinados y salsas.
Su sabor neutro permite combinarlo con todo tipo de marinados y salsas.

Cómo cocinarlo bien (y desterrar su mala fama)

Si hay algo que muchos repiten al probarlo por primera vez es que 'el tofu no sabe a nada'. Pero ese es precisamente su punto fuerte: su sabor neutro permite absorber cualquier adobo o marinada, igual que una esponja.

La clave está en prepararlo bien. Lo ideal es escurrirlo antes de cocinarlo para eliminar el exceso de agua y después marinarlo con ingredientes potentes: salsa de soja, jengibre, ajo, limón o aceite de sésamo. Si no sabes por dónde empezar, este artículo sobre qué es el marinado y cómo marinar alimentos explica paso a paso cómo conseguir resultados sabrosos y equilibrados.

Quien busque una opción rápida puede empezar con este tofu frito, crujiente por fuera y tierno por dentro, o con unos palitos de tofu con salsa agridulce perfectos para picar.

El tofu también brilla en platos más completos, como este arroz con verduras y tofu o un salteado de rabanitos y tofu lleno de color y sabor.

Si prefieres un toque más creativo, prueba la hamburguesa vegana de tofu y garbanzos o unos nuggets de tofu con romesco de remolacha, dos formas diferentes de disfrutarlo con texturas irresistibles.

Y para algo más ligero, el tofu también funciona en frío: la ensalada de tofu y nueces o el paté de champiñones y tofu son ejemplos perfectos de cómo un producto tan simple puede transformarse en algo sorprendente.

Nuggets de tofu con salsa romesco de remolacha, una forma original y sabrosa de disfrutar esta proteína vegetal.
Nuggets de tofu con salsa romesco de remolacha, una forma original y sabrosa de disfrutar esta proteína vegetal. | Hogarmanía

Más allá del veganismo

El auge del tofu no se explica solo por el crecimiento de la alimentación vegana. También forma parte de un cambio más amplio: el interés por comer mejor y de forma más sostenible.

Cada vez más personas lo incluyen en su dieta semanal simplemente para equilibrar el consumo de carne o reducir grasas saturadas. Además, es un ingrediente económico, fácil de conservar y muy versátil, lo que lo convierte en un gran comodín para comidas rápidas.

En el mundo de la cocina moderna también ha encontrado su sitio en propuestas más elaboradas, como estas crêpes de harina de garbanzo y salchichas de tofu o una sopa de miso con soba y tofu, perfecta para los días fríos.

Más que un ingrediente

Detrás de su aspecto sencillo, el tofu es un alimento con siglos de historia. Nació en China hace más de 2.000 años y, desde allí, se extendió por todo Asia: Japón, Corea o Tailandia lo adaptaron a sus cocinas, creando versiones distintas según la textura, el prensado o el tipo de soja.

Hoy su producción se ha extendido a muchos países, y en España también existen pequeños elaboradores que lo preparan de forma artesanal con soja cultivada en Europa. Esa cercanía explica por qué el tofu que encontramos en el mercado cada vez tiene mejor textura y sabor: se elabora fresco, sin necesidad de largos transportes ni conservantes.

Además, su proceso de fabricación es tan simple como natural. Se parte de la bebida de soja, que se cuaja con un agente coagulante (normalmente nigari, sulfato cálcico o vinagre), y después se prensa para obtener un bloque compacto. A partir de ahí, se corta, se marina o se cocina según el gusto.

Lejos de ser un alimento moderno o artificial, el tofu es un ejemplo de cocina tradicional que se ha adaptado al siglo XXI. Un producto humilde que ha pasado de los templos budistas al lineal del supermercado y, finalmente, a la mesa de cualquier hogar.

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