Esto es lo que más valora Karlos Arguiñano al cocinar: solo o acompañado, su respuesta es clara
Una confesión espontánea
Una declaración honesta que sorprendió a todos en plena emisión del programa

En una reciente conversación entre el famoso chef y su hermana, Eva Arguiñano, surgió una pregunta que muchos se han hecho alguna vez: ¿prefieres cocinar solo o en compañía? La respuesta de Karlos sorprende.
Eva Arguiñano, en un tono ameno y familiar, le hizo la pregunta a su hermano mientras preparaba un brownie flan: ‘¿Tú, toda la vida que has andado en la cocina, qué prefieres, cocinar solo o en compañía?’
La respuesta de Karlos Arguiñano fue clara: ‘Prefiero cocinar en compañía’. Una afirmación que resalta la importancia de compartir momentos, experiencias y opiniones mientras se cocina, lo que aporta una dimensión extra a la simple acción de preparar alimentos.
Interacción
Para Karlos, cocinar acompañado es mucho más que un acto práctico. ‘Solo se puede cocinar, pero en compañía estás en tertulia, discutes por las cosas’, explica el chef, haciendo referencia a lo que para él es una de las mejores partes de cocinar: el diálogo y la interacción.
Al cocinar junto a otras personas, ya sea en familia, con amigos o compañeros de trabajo, el ambiente se llena de conversaciones, anécdotas, risas y hasta pequeñas discrepancias sobre las recetas, lo que convierte la cocina en una experiencia mucho más rica y dinámica.

Eva Arguiñano, por su parte, añadió un toque personal a la conversación, comentando que ‘es importante porque hay gente que prefiere cocinar sola’. Karlos, con su característico sentido del humor, no perdió la oportunidad de hacer una broma en tono amistoso: ‘Bueno, eso es porque son especiales’.
Con esta frase, Arguiñano no solo agregó ligereza al momento, sino que también puso en evidencia una realidad que muchos chefs y cocineros comparten: la cocina puede ser un lugar de aislamiento o de conexión social, dependiendo de las preferencias personales de cada uno.
Comunidad
A lo largo de su carrera, Karlos ha creado un espacio televisivo donde la cocina se convierte en un acto de convivencia y comunidad. Así, cada lunes, miércoles o viernes aparece acompañado de su hijo Joseba Arguiñano o de su hermana.
La colaboración y el intercambio no se limitan a elegir ingredientes o preparar recetas, sino que también se reflejan en la complicidad que surge al cocinar juntos. Cada jueves, Arguiñano elabora una receta enviada por los espectadores. Cuentan qué platos les emocionan, qué recetas tradicionales forman parte de su historia y cuáles han heredado de generación en generación.

Para muchos, cocinar en compañía es una forma de fortalecer los lazos familiares, crear recuerdos y fomentar la comunicación. Los más pequeños, por ejemplo, aprenden más sobre el proceso culinario cuando cocinan con sus padres o abuelos, no solo por la enseñanza directa, sino también por el ambiente relajado y divertido que genera el trabajo en equipo. Además, es una oportunidad para introducir comidas saludables para niños y enseñarles a conocer mejor los alimentos.
Por otro lado, hay quienes prefieren cocinar solos, sin distracciones, para poder concentrarse completamente en el proceso. Algunas personas disfrutan de la paz y la tranquilidad de cocinar sin la presión de tener que interactuar o de estar bajo el ojo crítico de alguien más. Sin embargo, como Karlos señala con su broma, tal vez estos cocineros solitarios simplemente tienen una personalidad más ‘especial’, como él mismo lo dice.
El hecho de que algunos prefieran cocinar solos no significa que la experiencia de cocinar acompañado sea menos valiosa. De hecho, para muchos, la verdadera creatividad en la cocina surge de colaborar con otros, probar nuevas ideas juntos y compartir la satisfacción de ver un plato terminado.
La próxima vez que te pongas a cocinar, recuerda que no importa si estás solo o acompañado, lo que importa es disfrutar del proceso y de la compañía, como bien nos enseñan los Arguiñano.