Los mejores espetos de Málaga en 2025 están en este chiringuito
Tradiciones gastronómicas
Descubre a qué localidad tienes que viajar para probarlo

En la Costa del Sol, donde el espeto de sardinas es casi una religión, hay un nuevo rey indiscutible y no está en la capital.
El chiringuito Marina Playa, en Torre de Benagalbón (en la localidad malagueña de Rincón de la Victoria) acaba de ganar el primer premio en la VIII Ruta del Espeto, un prestigioso concurso que reconoce el arte de asar sardinas con la técnica tradicional.
Este certamen ha reunido a 45 chiringuitos de toda la provincia, en una final reñidísima celebrada en el mítico Perujo Playa, en La Carihuela (Torremolinos), cuna del espeto malagueño.
Cada participante debía preparar cuatro espetos con sardinas procedentes de diferentes puertos (Castellón, Barcelona y Cádiz) sin saber cuál era cuál, solo considerando la más adecuada para la fecha en la que se ha celebrado el concurso. El jurado valoró la técnica, el sabor y el respeto al producto.
La diferencia entre los tres primeros clasificados fue de apenas un punto, lo que demuestra el altísimo nivel de los participantes y la dificultad de coronarse como el mejor.
Ángel Ruiz, el espetero que conquista con paciencia y fuego lento
El artífice de este éxito se llama Ángel Ruiz, espetero de vocación y oficio, que empezó a amoragar sardinas a los 13 años. Desde hace cinco años forma parte del equipo de Marina Playa y para él, el secreto del espeto perfecto está en la paciencia y en lograr que el pescado no se quede ni crudo ni requemado. ‘Hay que lograr que la piel salga prácticamente sola; prepararlo con el rescoldo y a fuego lento’, explicó en declaraciones al Diario Sur, organizador del concurso.
Este reconocimiento no solo supone un honor personal para él, sino también un espaldarazo al trabajo diario de todo el equipo del chiringuito, que vive con pasión la cocina malagueña. ‘Lo más importante es cuidar el producto y atender al cliente como se merece’, asegura Ángel.

Marina Playa: una historia familiar ligada a la cocina
El triunfo de Marina Playa no es fruto de la casualidad, sino de años de trabajo en un ambiente familiar. Sus orígenes se remontan al 6 de septiembre de 1990, cuando la familia Palma abrió su primer bar.
La madre de Bernardo Palma, uno de los actuales propietarios, ya cocinaba para llevar y su padre asaba pollos para los vecinos. En 2004, dieron el salto definitivo a la primera línea de playa abriendo la marisquería que hoy es un referente en la zona.
El propio Bernardo recuerda con orgullo los reconocimientos obtenidos, como el premio de la Academia Gastronómica de Málaga al Mejor Merendero-Chiringuito. ‘Todavía se me pone el vello de punta al recordarlo’, confesaba en una entrevista.

Una carta que enamora: pescados frescos y recetas malagueñas
Pero, ¿qué hace tan especial a Marina Playa además de sus espetos? Su carta es un homenaje al producto fresco y a las recetas marineras de la Costa del Sol. Cada día seleccionan pescados y mariscos frescos. Boquerones al limón, calamares, salmonetitos, arroz caldoso o pintarroja en adobo son solo algunos de los platos que ofrecen.
Además, cuentan con una zona de hamacas para disfrutar de un día completo de playa.
Los otros premiados
Además del premio principal para Marina Playa, el premio del público (en el que votaron más de 3.000 personas) recayó en Boraz Chiringo Club, de Vélez-Málaga, mientras que el premio Comerco al respeto por el producto fue para Tropy, en Caleta de Vélez.
El jurado, presidido por el crítico gastronómico Enrique Bellver, destacó la dificultad de elegir al ganador debido al altísimo nivel de los finalistas. La final buscaba también dar visibilidad a los chiringuitos de toda la provincia y recordar la importancia de mantener viva esta tradición tan malagueña.