Qué hace que la uva Cotton Candy tenga sabor a algodón de azúcar

Fruta natural

Aunque parecen una golosina, son completamente naturales y no contienen azúcares añadidos

Su popularidad crece en supermercados, mercados y comercios gourmet
Su popularidad crece en supermercados, mercados y comercios gourmet

Las uvas en la frutería se reducían prácticamente a dos elecciones: blancas o tintas. Más tarde, las variedades sin semillas se ganaron un lugar fijo en nuestras mesas. Hoy, una novedad llama la atención en las estanterías: las uvas Cotton Candy, una fruta distinta por un detalle muy especial: su sabor recuerda al del algodón de azúcar.

Su aspecto no llama demasiado la atención, parecen uvas verdes normales. Pero al probarlas, la sorpresa llega al probarlas.

Estas uvas no son transgénicas ni contienen azúcares añadidos
Estas uvas no son transgénicas ni contienen azúcares añadidos

Tienen el mismo sabor que el algodón de azúcar, dulce e infantil, como un recuerdo de feria. Y lo más curioso es que no son transgénicas ni llevan añadidos, son completamente naturales.

Por qué saben las uvas Cotton Candy saben a chuche

Detrás de estas uvas está la compañía californiana IFG (International Fruit Genetics) y el genetista David Cain. Es importante subrayar que no son transgénicas. El proceso seguido es similar al que durante décadas se ha utilizado para cruzar manzanas o tomates con el fin de mejorar sus características.

En su página oficial, la empresa destaca que sus uvas son GMO free, es decir, libres de organismos genéticamente modificados.

Cain logró desarrollar esta variedad -registrada por IFG- mediante la hibridación de dos tipos de uva. Polinizó de forma cruzada uvas dulces tipo Concord con otras más comunes, con el objetivo de hacerlas más firmes.

El trabajo supuso más de una década de pruebas y unas 100.000 plantas cultivadas en laboratorio
El trabajo supuso más de una década de pruebas y unas 100.000 plantas cultivadas en laboratorio

Extrajo el polen de las flores de la uva macho y lo aplicó con un pincel sobre los racimos hembra de la planta seleccionada. El proceso duró más de 10 años de pruebas y alrededor de 100.000 plantas cultivadas en tubos de ensayo.

En 2010, IFG patentó finalmente esta uva y comenzó a conceder licencias a productores. Las Cotton Candy salieron al mercado en 2011 y, desde entonces, han sido un éxito internacional, especialmente en Estados Unidos y Reino Unido.

El sabor a algodón de azúcar se debe a su alto contenido de azúcar natural, aproximadamente 18 gramos por cada 100 gramos de uva. Este dulzor les da ese sabor tan característico sin necesidad de añadir azúcares ni saborizantes artificiales.

Además, tienen una piel crujiente y textura firme, lo que mejora la experiencia al comerlas y las distingue de otras variedades más blandas. No contienen semillas, lo que las hace más cómodas y atractivas, sobre todo para los niños.

Suelen tener un tono verde claro, similar al de las uvas blancas tradicionales, pero su sabor es lo que realmente marca la diferencia.

Medio kilo ronda los tres euros, lo que equivale a más de seis euros por kilo
Medio kilo ronda los tres euros, lo que equivale a más de seis euros por kilo

Cómo llegan a España

Esta variedad ya aparece en los lineales de varios supermercados, y puede encontrarse también en fruterías de barrio o tiendas gourmet.

El envase de medio kilo ronda los tres euros, es decir, unos seis euros el kilo o más, por lo que resultan bastante más caras que las uvas de mesa de toda la vida.

No son nuevas: la empresa Moyca lleva más de diez años cultivándolas en Murcia. Su producción abastece tanto al mercado nacional como a países como Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Sudáfrica, Singapur o Hong Kong, entre otros.

Dado que esta variedad está registrada, solo se puede cultivar mediante licencia. IFG otorga licencias por años a productores de distintos países: España, Chile, Brasil, México, Perú, Grecia, Portugal, Australia, Italia, además de zonas de África y Oriente Medio.

Más variedades

Y esto es solo el principio. El mercado de uvas con sabores especiales crece rápidamente. De hecho, IFG cuenta con un catálogo de al menos 32 variedades diferentes, con sabores y formas singulares. Moyca cultiva casi una decena, así que las Cotton Candy son solo una muestra.

Llama la atención la variedad Funny Fingers, cuyo nombre hace alusión a su forma de dedos
Llama la atención la variedad Funny Fingers, cuyo nombre hace alusión a su forma de dedos

Ya han empezado a comercializarse otras, como las Candy Hearts, con sabor a caramelo y moscatel. También destacan las Candy Drops, Strawberry, Sable, Candy Dreams o K2. Algunas tienen sabor a mango, otras a frutas del bosque o fresas, y todas comparten un marcado dulzor.

En otros casos, la forma es su principal atractivo: las Sweet Sapphire o Funny Fingers tienen un aspecto alargado como unos ‘dedos’.

Aunque su precio suele ser más elevado que el de las uvas comunes, la curiosidad y el boca a boca han disparado su popularidad. Eso sí, su disponibilidad es limitada: al depender de licencias y de una temporada concreta, no siempre se encuentran en todos los supermercados.

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