Fresas asadas con crema de nata y queso, receta de Arguiñano

17 abr 2025 - 14:00
Un postre fácil de Karlos Arguiñano: dulce, cremoso y perfecto para sorprender
Un postre fácil de Karlos Arguiñano: dulce, cremoso y perfecto para sorprender | Hogarmania

Si te encantan las fresas con nata, esta nueva versión del clásico postre sencillo de Karlos Arguiñano te va a gustar: fresas asadas con crema de nata y queso.

Es un postre muy fácil que se prepara en solo tres pasos. 'Es una forma sencilla y deliciosa de disfrutar las fresas', comenta.

Raciones

4

Coste

Bajo

Dificultad

Fácil

Preparación

5 m

Cocinado

10 m

Tiempo total

15 m

Ingredientes:

  • 16 fresas (o fresones)
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 200 ml de nata líquida
  • 100 g de queso crema (mascarpone)
  • Hojas de menta

Elaboración de la receta fresas asadas con crema de nata y queso paso a paso

1. Asa las fresas

Lava las fresas con agua, retírales el pedúnculo, córtalas por la mitad y extiéndelas sobre una fuente apta para el horno.

Espolvoréalas con 1 cucharada de azúcar y hornéalas a 180 ºC durante 10-12 minutos.

Retira la fuente del horno y deja que las fresas se templen.

Asa las fresas
Asa las fresas | Hogarmania

2. Prepara la crema de nata y queso

Pon la nata bien fría en un bol, añade el queso y el azúcar restante, y monta los ingredientes con una batidora de varillas hasta que queden bien integrados.

Mezcla la nata con el queso mascarpone
Mezcla la nata con el queso mascarpone | Hogarmania

3. Sirve las fresas asadas con crema de nata y queso

Sirve 2 cucharadas de la mezcla de nata y queso en el fondo de 4 platos y reparte encima las fresas. Decora los platos con unas hojas de menta.

Sirve las fresas asadas sobre la crema de nata y queso
Sirve las fresas asadas sobre la crema de nata y queso | Hogarmania

Consejos de Karlos Arguiñano para hacer fresas asadas con crema de nata y queso

Fresas de temporada

Las fresas son frutas pequeñas, jugosas y de color rojo brillante, conocidas por su sabor dulce y ligeramente ácido. Pertenecen a la familia de las rosáceas y al género Fragaria, siendo la especie más cultivada la Fragaria × ananassa.

Tienen forma de corazón o de cono, con una piel brillante que cubre una pulpa carnosa. En la parte superior presentan un cabito verde y pequeñas semillas amarillas (aquenios) distribuidas por su superficie.

Su sabor combina dulzura y acidez, con un toque refrescante que las hace ideales para postres, batidos o ensaladas. La intensidad varía según la variedad y el grado de madurez.

Se cultivan en distintos climas, aunque prefieren los templados. Necesitan suelos bien drenados y abundante sol para desarrollarse correctamente. Su temporada principal va de la primavera al verano, según la región.

Además de sabrosas, las fresas son muy saludables. Aportan fibra, antioxidantes y una buena dosis de vitamina C. Son bajas en calorías, lo que las convierte en una excelente opción para una dieta equilibrada. Puedes incorporarlas fácilmente a tu alimentación diaria, tanto en recetas dulces como saladas o en bebidas.

Cómo preparar las fresas para asar

Para este postre, aprovecha la temporada de fresas. Elige aquellas que estén rojas, firmes y sin partes dañadas. Lávalas bien, retira las hojas y córtalas por la mitad.

Karlos Arguiñano las coloca en una bandeja de horno, espolvorea un poco de azúcar por encima y las hornea a 180 °C durante 10-12 minutos, hasta que estén ligeramente caramelizadas y tiernas.

Si prefieres no encender el horno, puedes saltearlas en una sartén con una nuez de mantequilla y un poco de pimienta negra molida. 'Vais a ver cómo potencia el sabor de las fresas y lo interesante que os va a quedar', asegura Arguiñano.

Si nunca has asado fresas, deberías probarlo: sueltan sus jugos, reducen en tamaño y su sabor se concentra, volviéndose más intenso y delicioso. Si las machacas un poco con un tenedor o las trituras, se convierten en una compota o mermelada de fresa casera con un sabor muy superior al de las comerciales.

Preparar la crema de nata y queso

La crema de nata y queso es el acompañamiento perfecto para las fresas asadas. Arguiñano monta nata líquida con un poco de azúcar hasta obtener una textura suave. Después, incorpora queso crema (tipo mascarpone) para aportar cremosidad. Ajusta la cantidad de azúcar y queso según tu gusto.

Cómo servir las fresas asadas con crema

Sirve las fresas asadas en platos individuales o en un bol grande. Añade por encima la crema de nata y queso y decora con hojas de menta fresca. Si ha quedado jugo de la cocción en el horno, viértelo como salsa sobre las fresas.

Con qué acompañar este postre

Aunque las fresas asadas con crema ya son deliciosas por sí solas, puedes acompañarlas con galletas crujientes o biscotti. Si quieres convertirlo en un postre más completo, añade una bola de helado de vainilla o fresa: el contraste con las fresas calientes es delicioso.

También puedes espolvorear almendras o nueces picadas para añadir un toque crujiente. Un poco de chocolate negro rallado o una cucharada de salsa de chocolate aportará un contrapunto amargo que equilibra la dulzura del plato.

Cómo conservar las fresas asadas con crema de nata y queso

Las fresas asadas con crema de nata y queso deben guardarse en un recipiente hermético en la nevera. Este postre se conserva bien durante 1-2 días. Es importante que lo guardes en un recipiente tapado para evitar que se reseque o absorba otros olores del refrigerador. Si las fresas ya están mezcladas con la crema, es mejor consumirlas rápidamente.

Si solo tienes las fresas asadas sobrantes, puedes guardarlas por separado en un recipiente hermético en la nevera durante 1-2 días. Para mantenerlas frescas, asegúrate de no añadir la crema hasta que vayas a servirlas.

La crema de nata y queso se puede conservar por separado en la nevera durante 2-3 días. Es importante que esté bien tapada para evitar que se oxide o pierda su frescura. No se recomienda congelar la crema, ya que podría perder su textura.

Si deseas conservar las fresas asadas por más tiempo, puedes congelarlas. Colócalas en una bandeja en una sola capa y congélalas. Una vez congeladas, puedes guardarlas en una bolsa de congelación. Para usarlas, simplemente descongélalas en el refrigerador y acompáñalas con la crema de nata y queso.

Editado por: Marisol Mattos
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