Si estamos buscando una cuenta compartida para cubrir gastos en común como el alquiler o los recibos del hogar, acudir a nuestro banco de toda la vida para su contratación puede ser la opción menos acertada.
¿Por qué? Es muy probable que otro banco nos ofrezca unas mejores condiciones, por lo que comparar lo que proponen otras entidades nos dará una visión general sobre la oferta actual, explican desde el comparador financiero HelpMyCash.com.
Para saber en qué fijarnos al comparar las distintas cuentas bancarias compartidas comercializadas por la banca, los expertos revelan qué características debería reunir nuestra cuenta bancaria ideal.
1. No cobra mantenimiento o administración
La comisión de mantenimiento se aplica fundamentalmente por tener la cuenta abierta en el banco y suele ser el gasto más caro de las cuentas, ya que puede alcanzar los 240 euros al año. La comisión de administración, por su lado, consiste en un importe que se cobra por cada operación realizada en la cuenta. Ronda los 0,60 euros.
Al comparar, debemos asegurarnos de que la cuenta conjunta elegida no genere gastos de mantenimiento ni de administración. Por suerte, hay una amplia oferta de cuentas que carecen de estas comisiones, por lo que no será complicado encontrarlas.
2. Las transferencias son gratis
Si, por ejemplo, abonamos el alquiler todos los meses mediante transferencia bancaria, disponer de una cuenta compartida que no cobre por este servicio será clave para ahorrar en cada transacción. Una transferencia SEPA puede llegar a costar hasta seis euros.
Por suerte, la mayoría de las cuentas que no cobran comisiones por el mantenimiento o la administración, tampoco cobran gastos por las transferencias online nacionales e internacionales realizadas en la zona SEPA. Igualmente, desde HelpMyCash.com, recomiendan revisar que este servicio sea gratuito en la información precontractual de la cuenta.
3. Las tarjetas están exentas de comisiones para ambos
Que cada titular pueda disponer de una tarjeta independiente, pero asociada a la misma cuenta sin tener que pagar costes de emisión, mantenimiento o renovación es un plus.
Hay entidades que ofrecen a cada titular un plástico de forma gratuita, mientras que otras solo emitirán una tarjeta sin comisiones. En ese caso, se aconseja revisar cuál es la tarifa que se debería abonar por contratar una segunda tarjeta.
4. No tiene vinculación obligatoria
Probablemente, aunque estemos pensando en abrir una cuenta conjunta, sigamos manteniendo nuestra cuenta personal, en la que cobramos el salario mensualmente. Lo que nos interesa en esta situación es contratar una cuenta bancaria que no exija que los cotitulares domicilien sus ingresos para esquivar gastos. De esta forma, cada uno podrá seguir operando libremente desde su cuenta bancaria personal y usar la cuenta compartida para los gastos del hogar o las compras en común.
Eso sí, si mover el sueldo del banco no es un problema para alguno de los titulares, compartir una cuenta nómina puede ser una forma de conseguir ventajas extra (rentabilidad, devolución de un porcentaje de los recibos, gestor personal...). La elección dependerá de si los titulares están dispuestos a asumir la vinculación para conseguir los beneficios.

La cuenta compartida permite llevar un control absoluto de los gastos a medias con un compañero o compañera de piso.
5. Los cajeros están cerca de casa
Para evitar largos desplazamientos si necesitamos un cajero en el que retirar efectivo, es interesante fijarse en qué terminales tenemos cerca de casa antes de decantarnos por una u otra cuenta.
Además, debemos tener en cuenta que existen entidades bancarias que colaboran entre sí para ofrecer una mayor red de cajeros a sus clientes, por lo que es interesante revisar cuáles son los cajeros automáticos disponibles y a qué distancia están de nuestro domicilio o lugar de trabajo.