La forma natural de mantener tus plantas a salvo en invierno, ¡sin mantas ni cartones!

¿Quieres saber cómo proteger mejor tus plantas del frío sin complicaciones? Olvídate de las mantas y cartones. Te sorprenderá lo fácil y natural que es con el mulching. ¡Sigue leyendo y descubre cómo este método sencillo puede marcar la diferencia para mantener tus plantas a salvo durante el invierno!
Hace unos cuantos años, proteger las plantas en invierno significaba cubrirlas con mantas, toallas o incluso cartones, para evitar que la escarcha nocturna las dañara.
Aunque estos métodos eran efectivos en ciertos casos, no siempre ofrecían una protección total. Además, era necesario retirarlos a primera hora de la mañana, lo que implicaba tener que estar pendientes de de ellos de forma constante.
Hoy en día, por suerte, disponemos de una gran variedad de soluciones eficaces para cuidar nuestras plantas en los meses fríos. Un ejemplo son las fundas de geotextil o mallas antiheladas, muy conocidas entre toda la comunidad jardinera. Estas protegen a las plantas a las vez que permiten que el aire circule adecuadamente.

Sin embargo, también existen otros métodos naturales que se han utilizado a lo largo de las décadas y que aún siguen sin ser tan conocidos entre los jardineros principiantes. ¡Hasta hoy! Uno de esos métodos que marcan una gran diferencia es el mulching.
Puede que hayas oído hablar de él, pero ¿sabes que puede ser la clave para proteger tus plantas del frío?
¿Qué es el mulching y por qué es tan bueno para proteger tus plantas?
El acolchado o mulching consiste en aplicar una capa de material sobre el suelo que cubre las raíces de las plantas. Esta capa puede ser orgánica o mineral y puedes estar formada por una gran variedad de materiales como hojas secas, recortes de césped, ramas de poda o incluso corteza de árboles.
Este método es ideal para proteger las raíces del frío en climas extremos ya que mantiene la temperatura del suelo más estable y constante, evitando que el calor se escape y que el frío entre en contacto con las raíces, lo que podría congelarlas y afectar al estado general de la planta.
¿Lo mejor? Es que no es necesario comprar productos de ningún tipo. Al ser un método natural, puedes hacer tu propio mulch o acolchado con materiales que ya tienes en el jardín. Aprovechando los recursos, ¡lo que más nos gusta!

Lo ideal es colocar el mulch antes de que lleguen las heladas, generalmente en otoño, para asegurarte de que tus plantas estén bien protegidas cuando las bajas temperaturas lleguen de repente. Como sabes, en España, el invierno puede aparecer de un momento a otro, sin previo aviso.
La capa debe tener entre 5 y 10 cm de grosor y cubrir la base de la planta, sin tocar el tallo, para evitar que la humedad se acumule y cause algún tipo de pudrición o enfermedades.
Con este sencillo (pero efectivo) método, y algunos cuidados adicionales, tus plantas estarán mejor preparadas para enfrentarse a este duro frío invernal.
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