¿Tu gato tiene tos? Causas, remedios y cuándo ir al veterinario

Si tu gato tiene tos, es normal que te preocupes por no conocer la causa ni cómo actuar. La tos en gatos no es tan habitual como en el caso de los perros, y cuando aparece no suele tener un motivo claro. Por tanto, en este artículo conoceremos las causas más comunes de la tos felina, cuándo se debe ir al veterinario y qué cuidados se le pueden proporcionar. Toma buena nota.
Causas comunes de la tos en gatos
Para comenzar, hay que saber que la tos no es una enfermedad en sí, sino un síntoma que aparece cuando algo irrita las vías respiratorias. Veamos las posibles causas:
Infecciones respiratorias
Enfermedades como la rinotraqueítis felina o el calicivirus pueden cursar estornudos, tos y mocos. Además, pueden ir acompañadas de fiebre y decaimiento.
Asma felina
Esta afección crónica provoca tos seca, jadeo y dificultad para respirar. En ocasiones empeora con el polvo o productos químicos.
Bolas de pelo
Al querer expulsarlas, son muchos los gatos que presentan tos seca o con arcadas. Las bolas de pelo son muy comunes en razas felinas de pelo largo.
Parásitos pulmonares
Ciertos gusanos afectan directamente a los pulmones de nuestros felinos. ¿Y cómo se transmiten? Bien sencillo, al ingerir insectos, caracoles o roedores infectados.

¿Cómo es la tos de tu gato?
Es importante observar cómo tose tu gato para evaluar si requiere atención veterinaria. Existen diferentes tipos de tos, por lo que tenemos que saber cómo identificarlas:
Tos seca
Suena como si tu gato intentara expulsar algo de su interior. Puede estar provocada por asma, irritaciones o bolas de pelo.
Tos húmeda
Indica acumulación de mucosidad y aparece cuando se sufren infecciones respiratorias de diversa índole.
Tos con arcadas
En ocasiones parece que va a vomitar. Si no hay expulsión, puede tratarse de asma o bolas de pelo.
¿Qué hacer si tu gato tiene tos?
En primer lugar, mantén la calma y no te precipites. Antes de acudir al veterinario, hay aspectos que puedes observar o mejorar en casa. Por ejemplo:
- Fíjate si tu gato come, juega o está decaído.
- Vigila la frecuencia y duración de la tos.
- Ofrécele agua fresca y comida húmeda.
- Elimina posibles irritantes del ambiente, como humo, aerosoles o polvo.
- Si el aire es muy seco, usa un humidificador.
Si la tos de tu gato no mejora en 48 horas, o viene acompañada de fiebre, apatía o dificultad para respirar, no dudes en llevarlo al veterinario.
¿Se puede tratar en casa?
Sí, se puede tratar en casa, pero solamente en casos leves o puntuales. Estos cuidados que señalamos a continuación pueden aliviar algunos síntomas:
- Malta para gatos : Ayuda a eliminar bolas de pelo.
- Vapor de ducha: Lleva a tu gato al baño mientras te duchas con agua caliente.
- Cepillado regular: Para reducir la formación de pelo ingerido.
- Evita el uso de sprays o ambientadores cerca del gato.
Importante: Nunca uses medicamentos humanos y no le automediques. Necesitas una receta veterinaria.
Cuándo ir al veterinario
En las siguientes situaciones es preciso que lleves a tu gato a la consulta del veterinario para que le revise:
- La tos persiste o dura más de 2 días.
- Tu felino respira con dificultad.
- Hay mucosidad, falta de apetito o vómitos.
- Está inactivo o tiene fiebre.
El profesional de la salud puede hacer radiografías, pruebas respiratorias o análisis de sangre, con el fin de detectar si hay infección, parásitos, asma u otro problema.
Prevención: cómo evitar que tu gato tenga tos
Como prevenir es más fácil que tratar, presta atención a estas recomendaciones:
- Mantén al día las vacunas de tu gato.
- Cepíllalo a menudo, principalmente si es una raza de pelo largo.
- Desparasita casa 3 meses, siguiendo las indicaciones de tu veterinario.
- Usa arena que no contenga perfumes y sin polvo.
- Asegura una buena ventilación en el hogar.
- Evita el humo del tabaco u olores fuertes en casa.
Una buena alimentación también ayuda a reforzar el sistema inmune del animal. Por ejemplo, el omega 3 ayuda a reducir la inflamación.

Curiosidades sobre la tos en gatos
- Algunos gatos tosen al jugar con intensidad o cuando se emocionan.
- El estrés y la ansiedad pueden ser factores que agraven ciertas enfermedades respiratorias.
- Las razas braquicéfalas (hocico corto) son más sensibles que otras.
- Un gato mayor puede tener tos debido a una insuficiencia cardiaca.
En conclusión, si notas que tu gato tiene tos, obsérvalo con atención. Puede ser algo leve como una bola de pelo, pero también una señal de una afección que necesite tratamiento veterinario.
Por lo que actuar a tiempo es clave de cara a cuidar su salud. Vigila su entorno, acude al veterinario si tienes dudas y proporciónale cuidados de carácter preventivo en casa.
De esta forma, tu gato podrá respirar con tranquilidad. Y tú, también.