Diversidad sexual animal, ejemplos, tipos y su importancia en la naturaleza

¿Los comportamientos no heterosexuales tienen un sentido biológico? ¿Por qué se hanmantenido a lo largo de la evolución? ¿Existen estos comportamientos más allá de nuestraespecie? ¿Qué es el hermafroditismo?
Resolvemos todas estas y más preguntas en el siguiente artículo, en el que demostramoscomo la heterosexualidad es solo un ejemplo del amplio espectro de la diversidad sexual queencontramos en la naturaleza. ¿Te interesa?
La diversidad sexual en el reino animal
La diversidad sexual en el reino animal desafía todo aquello que creíamos conocer demanera preconcebida y revela un fascinante espectro de comportamientos que van más allá delas convenciones humanas. Durante siglos, y hasta las últimas décadas, este era un tema tabúque llegaba hasta la ciencia, por lo que pocas investigaciones se realizaban al respecto sobreestos comportamientos, y las pocas que se realizaban podían estar sesgadas.
Sin embargo, hoyen día tenemos miles de pruebas de que la conducta heterosexual, que siempre nos han vendidocomo la única propia de la naturaleza para que la especie sobreviva, solo es un pequeño ejemplode toda la diversidad sexual que existe.

A lo largo y ancho del mundo animal, desde los pequeños insectos hasta mamíferos tancomplejos como grandes simios o cetáceos, se observan una variedad de expresiones sexualesque desafían la binariedad tradicional de género y los roles clásicos.
Mientras que en muchasespecies las relaciones heterosexuales que dan lugar a la reproducción son las únicas que se hanobservado, numerosas prácticas desafiantes e inusuales subrayan la complejidad y adaptabilidadde la sexualidad en el reino animal.
Desde los cambios de género en peces payaso hasta las prácticas poliamorosas enbonobos, pasando por poblaciones de lagartos lésbicos, la diversidad sexual en el reino animalilustra una rica paleta de comportamientos que van más allá de la heterosexualidad monógama.
Algunos animales también exhiben hermafroditismo, cambiando de género según lasnecesidades reproductivas del momento, mientras que otros participan en rituales deapareamiento que desafían las normas convencionales.
Explorar estos fenómenos no solo amplíanuestra comprensión de la biología, sino que también cuestiona las construcciones socialeshumanas en torno a la sexualidad, demostrando ideas aún hoy en día arraigadas en sociedadesde todo el mundo. La ciencia ha documentado conductas homosexuales en unas 1500 especiesdistintas de animales, ¿Aún vas a continuar pensando que es algo único de los humanos?
Homosexualidad y bisexualidad en el mundo animal
No podemos comenzar a hablar de la homosexualidad y la bisexualidad en el mundoanimal sin hablar de los bonobos, los reyes de la libertad sexual. Los bonobos (Pan paniscus) sonprimates pertenecientes al género Pan, que también incluye a los chimpancés (Pan troglodytes).Estos primates comparten aproximadamente el 98% de su material genético con los humanos, loque los convierte en nuestros parientes más cercanos junto con los chimpancés. Se trata de unosprimates extremadamente sociales, por lo que son ampliamente estudiados en el campo de lapsicología. Si por algo destacan es por su enfoque para la resolución de conflictos, que se suelerealizar mediante el contacto social y la actividad sexual.
Este comportamiento sexual es bastante frecuente y variado, no estando limitado solo a lareproducción, como ocurre en nuestro caso. El sexo en los bonobos se utiliza como una forma deestablecer y mantener relaciones sociales, reducir tensiones y resolver conflictos, por lo que esextremadamente común verlo entre diferentes miembros de la comunidad, con diferentesgéneros y rangos de edad. Esta actitud hacia el sexo contribuye a una sociedad más pacífica encomparación con los chimpancés, que a menudo resuelven disputas de manera más agresiva.
Destaca sobre todo las relaciones lésbicas, de las que se calcula que representan un 60%de las relaciones sexuales de esta especie, siendo uno de los mejores ejemplos que demuestranque la función del sexo no es meramente la reproducción.
Entre las prácticas sexuales que llevan a cabo podemos observar la copulación genital,estimulación manual e, incluso, el sexo oral en conductas bisexuales, siendo prácticas quepueden utilizarse para expresar afecto, solidaridad y reconciliación. Estos comportamientostambién han sido observados en otros mamíferos como los delfines, aunque no es algo quecorresponda únicamente a esta clase de animales.

Un caso claro: los pingüinos
Un bonito ejemplo lo encontramos en los pingüinos, una de las especies más fieles, yaque suelen formar parejas monógamas que mantienen a lo largo de toda su vida y dondeabundan estos comportamientos homosexuales. Seguro que te sonarán los casos de pingüinosen zoológicos de Nueva York, Países Bajos o Alemania. En Países Bajos ocurrió que una parejade pingüinos gais robó un huevo a una pareja heterosexual para incubarlo ellos mismos,demostrando que los cuidados parentales y el querer tener descendencia no está relacionadocon la orientación sexual.
Otro ejemplo lo encontramos en el zoológico de Berlín, donde loscuidadores llevaron a cabo un programa de reproducción de pingüinos rey, y dos pingüinosdemostraron no tener ningún interés en procrear con ninguna de las hembras del programa, yaque ni las cortejaban ni mantenían relaciones sexuales con ellas, puesto que ambos pingüinosmacho estaban emparejados. Por este motivo se les trasladó a otro zoológico para que pudieranvivir tranquilos sin estar presionados para reproducirse.
Por último, el zoológico de nueva Yorknos dio la primera gran noticia del año 2022, puesto que había eclosionado con éxito el huevoadoptado por dos pingüinos macho, por lo que empezaron a cuidar juntos a su descendencia: unbonito polluelo.
Otros ejemplos de comportamientos no heterosexuales
El último ejemplo sorprendente de comportamientos no heterosexuales de los que tequiero hablar se ha detectado en reptiles. En concreto, en la especie de lagartija cola de látigo sehan detectado poblaciones enteras carentes de machos, ¿cómo es esto posible? Esta especietiene la posibilidad de reproducirse con una curiosa reproducción sexual: la partenogénesis. Deesta forma, las hembras pueden dar lugar a nuevas hembras sin que un macho intervenga,aunque mantienen el ritual de aparcamiento para fomentar la ovulación... ¡Con otras hembras!
De esta manera se reduce la diversidad genética de la población, pero a diferencia de loque podríamos pensar, la descendencia no son clones idénticos entre sí, ya que ocurre larecombinación cromosómica, aunque no la fecundación. En esta especie los machos no sonnecesarios para reproducir la especie, para la existencia de sexo ni para asegurar la diversidadgenética, ¡todo un éxito evolutivo cuando las condiciones son desfavorables!
Estas conductas sexuales que difieren de la heterosexualidad pueden estar facilitadas enaquellas especies con una alta complejidad social y en las que no existen roles de género tanmarcados. De esta manera, por ejemplo, si ambos géneros se dedican al cuidado de ladescendencia, podrán hacerlo igual de bien una pareja heterosexual que una homosexual.
¿Existe la transexualidad en el mundo animal?
Espero haberte convencido de que la homosexualidad y bisexualidad son orientacionessexuales tan legítimas como la heterosexualidad y que no son únicas de nuestra especie, nimucho menos. Sin embargo, la transexualidad quizás pueda ser algo más difícil de ver y decomprender también en el mundo animal. Sin embargo, te adelanto, ya que sí existen evidenciasde transexualidad en otras especies. ¡Cada vez somos menos especiales de lo que creíamos!
Lo primero de todo que debes saber es que en el reino animal no existe ese constructosocial que diferencia tan claramente entre hombres y mujeres, y que incluso no tiene por quéhaber una distinción biológica absoluta entre hembras y machos (en nuestra especie tampoco,como demuestran los numerosos casos de intersexualidad biológica).
Aunque no es una cualidadespecialmente abundante, hay miles de especies que son hemafroditas, es decir, que puedencambiar de género dependiendo de las circunstancias. Existe el cambio que da lugar a hembras(protandria), el que da lugar a machos (protoginia) e incluso la combinación y coexistencia deambas gónadas a la vez. Esta es una estupenda solución de la naturaleza si, por ejemplo, en undeterminado momento hay más miembros de un sexo que del otro.
Un ejemplo típico del hermafroditismo son los peces, como el pez payaso. En estaespecie existe una marcada estructura jerárquica, en la que la hembra domina y se aparea con unmacho que actúa como el más dominante entre los de su género. Si esta hembra muere, ocurreuna sucesión, donde el macho dominante cambia su sexo al femenino, ocupando su lugar, y otromacho se convierte a la vez en dominante.
La hiena moteada y la transexualidad
Aunque sin lugar a dudas, el animal transexual más característico de la naturaleza es lahiena moteada. En esta curiosa especie las hembras tienen un clítoris gigante, con capacidad deretraerse y tener erecciones. Este clítoris actúa como pseudo-pene, ya que tiene esta mismaforma fálica. Para la cópula es necesario que la hembra retraiga su pseudo-pene, por lo que sedificulta el apareamiento si la hembra no coopera.
Esto hace que las hembras dominen a losmachos en término reproductivos, lo que facilita la implantación de un sistema matriarcal, comoes el caso, donde las hembras son las dominantes. En este caso, las hienas hembra no puedenconvertirse en hienas macho, pero los comportamientos y características que solemos atribuir acada género son, cuanto menos, muy poco nítidos.
¿Por qué existe la homosexualidad en la naturaleza?
Aunque hoy en día no debería hacer falta justificar que existan personas homosexuales ybisexuales, nunca viene mal tener unosconocimientos sólidos sobre por qué esta conducta también ha sido premiada en la naturaleza yha llegado hasta nuestros días, sobre todo por si algún día nos hace falta debatir determinadosdiscursos retrógrados.
Cómo ya hemos visto en el caso de los bonobos, el sexo no es útil únicamente parareproducirnos, sino que es una estupenda manera de entablar lazos profundos con miembros denuestra comunidad y para resolver conflictos. ¿Cuántas guerras se hubieran evitado si, en lugarde matarnos para resolver nuestras diferencias, hubiéramos optado por un enfoque más liberal?
Muchas personas tratar de deslegitimar el comportamiento sexual apoyándose en lateoría de la evolución, que tiene como bandera que el objetivo de la vida es perpetuarse, por loque aparentemente no tendría sentido las relaciones homosexuales que imposibilitan este hecho.Sin embargo, es importante que tengamos en cuenta que la evolución no ocurre a nivel individual,sino a nivel poblacional, por lo que es la población nuestro sujeto de estudio.

En este caso se hademostrado que las conductas homosexuales, sobre todo entre machos, mitiga la agresiónintrasexual, haciendo que la violencia entre miembros de la misma especie, que puede serperjudicial para su supervivencia, sea menor. ¡A veces el mayor peligro somos nosotros mismos,los humanos lo sabemos muy bien!
Si esto te parece poco motivo para justificar que la homosexualidad o la bisexualidad sonorientaciones sexuales tan válida como otra, tengo algo más que enseñarte. Si bien es cierto quelas parejas homosexuales tienen menos descendencia que las heterosexuales, estas no tienenpor qué no existir.
Hay casos en los que existen miembros de la comunidad que, aun persistiendoy siendo más habitual la conducta homosexual, temporalmente, pueden desarrollar conductasheterosexuales que den lugar a la reproducción, ya que los animales, al igual que las personas,no tenemos por qué etiquetarnos permanentemente con una orientación sexual. Es más, en elreino animal es mucho más común la bisexualidad que la homosexualidad.
La descendencia en el reino animal
Aun así, pongámonos en el caso más extremo, en el que un animal con conductaexclusivamente homosexual no tiene descendencia. ¡Aun así la evolución respalda estecomportamiento! Esto es así porque estos animales pueden ayudar a perpetuar sus genes demanera indirecta, contribuyendo a la cría de sobrinos que, en menor proporción, tambiéncomparten sus genes.
También encontramos el ejemplo de los pingüinos gais que incubanhuevos ajenos y contribuyen a la nueva generación de la población, sin tener por qué tenerninguna relación de parentesco con los progenitores genéticos. ¡Jaque mate a la LGTBIfobiadesde la biología!
Cómo has visto, ninguna orientación ni conducta sexual es única en los seres humanos.Nosotros somos un miembro más del vasto reino animal, por lo que es fácil encontrarnos conejemplos de conductas que quizás, inicialmente, podríamos considerar extrañas, pero que sontan naturales como la vida misma.
Es importante que siempre que vayamos a evaluar uncomportamiento, lo hagamos lejos del filtro de nuestra cultura y de nuestra sociedad.