Piel asfíctica: Causas, síntomas y recomendaciones

¿Has escuchado hablar, en alguna ocasión, de la piel asfíctica, asfixiada y ocluida? Es, nada más y nada menos que, un tipo de piel que no es capaz de drenar su propio sebo.
Descubre en qué consiste la piel asfíctica, cómo identificarla y cómo tratarla para mejorar su aspecto y prevenir problemas de piel. ¡No pierdas detalle!
Piel asfíctica: ¿Qué es?
La piel asfíctica, también conocida como piel asfixiada u ocluida, es, tal y como indican desde Promofarma, un tipo de piel que no es capaz de drenar su propio sebo, ocasionando tapones en los conductos sebáceos. Y es que, según señalan los especialistas, y tal y como, posiblemente, habrás podido comprobar, el mal uso de los cosméticos puede causar estragos en la piel, y más si se tiene la piel grasa.
El uso de productos no aptos para nuestro tipo de piel o el exceso de cosméticos obstruyen los poros de la piel, de manera que nuestra piel termina volviéndose irregular y el exceso de sebo que caracteriza a la piel grasa es incapaz de salir de ninguna manera.

Además del mal uso de los cosméticos, hay otros factores como la contaminación, no desmaquillarse antes de acostarse, hacer uso de exfoliantes muy agresivos, mascarillas muy astringentes o jabones de limpieza fuertes que también pueden terminar asfixiando la piel. Es por ello que es fundamental seguir una rutina de cuidado facial haciendo uso de productos que se ajusten a las necesidades de nuestra piel. Pero volviendo a centrar nuestra atención a la piel asfíctica, ¿cuáles son las características de la piel asfíctica? ¡Las vemos!
Características de la piel asfíctica
Como bien hemos mencionado previamente, la piel asfíctica es un tipo de piel que está asfixiada, es decir, que no respira, no es capaz de drenar su propio sebo, ocasionando tapones en los conductos sebáceos. ¿De que manera se traduce esto? La piel presenta una falta de oxígeno y hay una falta de equilibrio entre grasa y agua, destacando la grasa frente al agua.
La piel tiene una textura rugosa, áspera, puede presentarse seca en la mejillas y grasa en la frente y pómulos y tiende a presentar granos y los poros dilatados.
Piel grasa ocluida o asfíctica: Cómo identificarla
Una vez ya conocemos cuáles son las principales características de la piel ocluida, vamos con una cuestión práctica. ¿Cómo sabemos si tenemos piel grasa ocluida o asfíctica? Pues bien, según señalan los profesionales de Promofarma, a veces es difícil distinguir entre una piel asfíctica, que es un estado de la piel temporal, y una piel acnéica, que es una afección cutánea.
Tal y como señalan desde esta parafarmacia con más de 1000 vendedores y 180.000 productos de salud, belleza y cuidado personal, destacan una serie de aspectos en lo que debemos fijarnos para distinguir entre la piel asfíctica y la piel acnéica, y son los siguientes:
- En la piel asfíctica pueden aparecer milliums, puntos negros, granitos sin pus. En la piel con tendencia acnéica, además, se suelen infectar los granos apareciendo comedones con pus, y en el peor de los casos pápulas o pústulas (que son los casos más graves de acné ). Es decir, en la piel asfíctica no suele haber tantas infecciones, aunque a veces una y otra van de la mano.
- En la piel acnéica suele haber un componente inflamatorio, y suele estar asociado a ciclos, como el ciclo hormonal por ejemplo. Mientras que la piel asfíctica o asfixiada no es cíclica, empeora con el uso inadecuado de cosméticos y mejora cuando dejamos de usarlos (o cuando cambiamos la rutina a una más adecuada).

Soluciones y cuidados específicos para una piel radiante
Como bien dice una popular expresión, más vale prevenir que lamentar. ¡Y no podemos estar más de acuerdo con ella! También en lo que al cuidado de la piel se refiere.
Para tratar la piel asfíctica, tal y como explican desde Promofarma, lo primero que tenemos que hacer es revisar la rutina de cuidado facial que seguimos a diario. Además de hacer uso de productos específicos para nuestro tipo de piel, debemos hacer una limpieza de cutis diaria, o una doble limpieza facial si es necesario.
Asimismo, es importante no hacer un uso excesivo de exfoliantes, lo contrario puede provocar asfixia en la piel.
Si quieres tratar la piel asfíctica hay un ingrediente que no podemos pasar por alto y es la niacinamida, un componente al que también se le conoce como vitamina B3 y que destaca por ser antioxidante, despigmentante, calmante, hidratante y seborreguladora.
En cualquiera de los casos, lo recomendado por los especialistas es, en caso de que surja cualquier duda, consultar a un dermatólogo o profesional especialista.