Conseguir una piel lisa, radiante y libre de imperfecciones es uno de los objetivos que, cada cierto tiempo, invade nuestros pensamientos y nos genera la necesidad de seguir algún tipo de tratamiento para hacerle frente.
Uno de los mejores tratamientos de belleza que hay en el mercado es la microdermoabrasión con punta de diamante. Pero, ¿en qué consiste la microdermoabrasión con punta de diamante? ¡Te lo contamos!
¿Qué es la microdermoabrasión con punta de diamante?
La microdermoabrasión con punta de diamante, también cono denominado exfoliación mecánica, es, tal y como explican los especialistas, un tratamiento no invasivo, que consiste en eliminar las células muertas de la piel. De esta forma, no solo se limpia la piel, si no que se consigue que la piel recupere la luminosidad y el brillo perdido.
Se trata de una variante más superficial de la dermoabrasión, de la que hablaremos a continuación, en la que se utiliza, según la Academia Española de Dermatología Venereología, micropartículas para decapar de la capa superior de la piel, la cual recibe el nombre de epidermis, y para estimular nuevo crecimiento de la piel.

Es un tratamiento que no produce casi ninguna molestia y que, según esta entidad, no requiere ningún anestésico tópico ni local siendo preciso espaciarlo de dos a tres semanas antes de repetirlo. Asimismo, cabe destacar que se puede utilizar conjuntamente con otros tratamientos para el rejuvenecimiento facial. Es, dicho de otra forma, una limpieza facial más profunda que, además de limpiar, exfolia y elimina las células muertas.
Para entender un poco más acerca de este tratamiento, es interesante tener en cuenta que la punta de diamante, el utensilio que se emplea para llevar a cabo la microdermoabrasión, es, como su propio nombre indica, una punta o cabeza elaborada de materiales como aluminio y sílice, que entra en contacto con la piel y realiza una aspiración de las células muerta de la piel eliminando, tal y como hemos comentado, la capa superior de la piel.
Microdermoabrasión con punta de diamante, paso a paso
Si bien es cierto que hay aparatos de microdermoabrasión disponibles para su compra en el mercado, lo cierto es que los profesionales recomiendan, al menos para la primera sesión, ponernos en manos de un experto para someternos al tratamiento. Y es que, aunque la tecnología haya mejorado, la punta de diamante es un tratamiento que está pensado para que lo lleve a cabo un profesional.

Porque es un tratamiento que no solo se reduce a someter a la persona interesada a la microdermoabrasión con punta de diamante, sino porque, antes de llevarlo a cabo, es fundamental que un profesional especialista evalué y analice qué tipo de piel tiene la persona interesada en someterse al tratamiento, qué características tiene y de qué forma es posible que reaccione al tratamiento.
Una microdermoabrasión mal realizada puede producir una exfoliación excesiva que puede dar lugar a quemaduras e hiperpigmentación.
En cuanto al tratamiento propiamente dicho, es interesante recalcar que, una vez que el profesional ha realizado un estudio sobre el tipo de piel de la persona que se va a someter a la microdermoabrasión con punta de diamante, el siguiente paso será, con un jabón pH neutro, limpiar la piel del rostro.
Después, se empezará la limpieza facial con punta de diamante. Es posible que, una vez se haya aplicado la punta de diamante, se aplique una mascarilla de carbón activado para terminar de eliminar los puntos negros.

¿Cuáles son los beneficios de la microdermoabrasión con punta de diamante?
En la línea con lo que hemos comentado previamente, la microdermoabrasión con punta de diamante es uno de los mejores tratamientos de belleza que hay en el mercado. Pero, ¿por qué?
Pues bien, sus beneficios destacan:
- Suaviza las líneas de expresión y rejuvenece la piel.
- Aumento de la producción de colágeno.
- Piel luminosa libre de imperfecciones.
- Limpieza profunda de la piel.
- Reduce el tamaño de los poros
- Frena las manchas de la edad.
¿Qué diferencia hay entra la microdermoabrasión y la dermoabrasión?
Es posible que, al leer por primera vez el término microdermoabrasión lo hayas asociado a otro término que has podido escuchar en alguna otra ocasión, como es el de dermoabrasión.
La dermoabrasión es, según la Academia Española de Dermatología Venereología, también conocida como la AEDV o Fundación Piel Sana, un procedimiento que en el que se produce la fricción de la piel para conseguir que nazca una piel nueva que sustituya a la anterior. Una técnica que se utiliza para tratar las cicatrices, las manchas y el daño solar.
Durante la dermoabrasión, un instrumento abrasivo quita capas externas de la piel y alisa la piel tratada. Los resultados son generalmente notables y duraderos.
Por lo que, podríamos decir que, la principal diferencia entre la microdermoabrasión y la dermoabrasión es que uno es invasivo y el otro no y que uno es la versión más superficial del otro.