Karlos Arguiñano confiesa cuál es el verdadero secreto de su piel

Karlos Arguiñano lo tiene claro: su truco para tener la piel así de bien no está en cremas ni cápsulas, sino en los guisos de toda la vida. Y sí, hablamos de manitas de cordero.
El día que Arguiñano habló de su truco de belleza, entre patatas y manitas
Los jueves son días especiales en el programa de Karlos Arguiñano: el chef abre su cocina a recetas enviadas por los espectadores, cargadas de recuerdos familiares y sabor tradicional.Esta vez, la propuesta vino de Paquita Motrel, vecina de Toro (Zamora), que compartió su receta de manitas de cordero con patatas. 'Es sencilla y lleva pocos ingredientes. La hago siempre que vienen mis hijos y mis nietos. Les gusta mucho, dicen que está rico, rico', contaba Paquita.
Arguiñano, encantado, aceptó el reto: 'Las he comido de muchas maneras, pero así no. Y me hace mucha ilusión'.
Mientras preparaba la receta, comentó con su habitual naturalidad: 'Hay gente que me dice: 'Oye Karlos, ¿cómo es que tienes la piel así? 'Yo respondo: colágeno.' '¿Pero en cápsulas?, me preguntan' ¡No, no! Manitas. De éstas o de las de cerdo.'
Y añadió, sin perder la sonrisa: 'La gente te dice: Arguiñano, ¿te estás haciendo algún tratamiento?. No, estoy comiendo con fundamento. Y es lo que tenemos que hacer todos.' Tras probar el guiso, bromeó con el efecto en su piel: 'Colágeno puro. ¡Otra vez a estirar la pie!'
Las manitas, una receta con tradición y colágeno natural
Arguiñano lo dice convencido: las manitas son un manjar. De cordero, de cerdo o de cabrito, le gustan en todas sus versiones. Las ha comido de muchas formas, incluso combinadas con callos y morros, y no duda en recomendar restaurantes donde las cocinan con esmero. Lejos de preferirlas deshuesadas, asegura que las disfruta más con hueso: 'A mí me gustan así, porque puedo saborearlas bien, ir despacio y repasar cada hueso. Ese momento lo disfruto muchísimo.' No es un capricho. Las manitas son uno de esos ingredientes que definen la cocina tradicional: sabrosas, económicas y con un alto contenido en colágeno natural. Un guiso que nutre, reconforta y, según Arguiñano, hasta mejora la piel.

Por qué incluir este tipo de guisos en tu cocina
Más allá de la anécdota, lo cierto es que las manitas son ricas en colágeno natural, una proteína fundamental para el buen estado de la piel, las articulaciones y los tejidos. Su consumo habitual, dentro de una dieta equilibrada, puede aportar beneficios reales sin necesidad de suplementos ni productos artificiales.
Arguiñano lo resume en una frase que ya es suya: 'Comer con fundamento'. Y lo que propone no es solo una receta, sino una forma de cuidar la salud desde la cocina de siempre.
Recetas con manitas para comer con fundamento
Si después de conocer el secreto de Karlos Arguiñano te ha entrado curiosidad, quizá sea el momento de preparar en casa uno de estos guisos tradicionales con manitas, como estas manitas de cordero con patatas. Más allá de estar deliciosos, son una fuente natural de colágeno, como bien defiende el propio cocinero.
Puedes probar también con unas manitas de cerdo en salsa, un clásico de la cocina tradicional que triunfa por su textura melosa y una salsa perfecta para mojar pan. Otra opción reconfortante son las manitas con garbanzos, un plato de cuchara completo y nutritivo que combina proteína, legumbre y colágeno natural en cada bocado. Y si te gusta un plato más sencillo, no puedes dejar de probar la tortilla de setas y manitas, una receta más ligera, ideal para quienes prefieren otra alternativa al típico guiso.
Todos estos platos reivindican esa cocina de aprovechamiento, de producto y de tradición que Arguiñano tanto valora. Una cocina que alimenta, reconforta y, según él, también cuida la piel.