30 huevos y 7 kilos de patata: así se hace una de las tortillas más emblemáticas de Córdoba

Ruta gastronómica

Bien cuajada, sin cebolla y con casi 10 kilos de peso, esta tortilla se ha convertido en todo un símbolo del tapeo cordobés

Gruesa, compacta y bien cuajada: la tortilla del Bar Santos mantiene desde hace décadas su receta original, fiel al estilo cordobés
Gruesa, compacta y bien cuajada: la tortilla del Bar Santos mantiene desde hace décadas su receta original, fiel al estilo cordobés | Bar Santos

En Córdoba, a pocos pasos de la Mezquita, hay una tortilla de patata que no necesita presentación entre locales ni turistas. Se elabora a diario con 30 huevos y 7 kilos de patatas, alcanza casi los 10 kilos de peso y mantiene desde hace más de medio siglo la misma receta: sin cebolla, bien cuajada y con el sabor directo de las cosas bien hechas.

Se sirve en el Bar Santos, una taberna con historia donde esta tortilla ha pasado de ser una curiosidad a convertirse en un emblema gastronómico de la ciudad. Fiel a la tradición cordobesa, esta versión gruesa, compacta y sin artificios representa una forma muy particular de entender la tortilla, alejada de la eterna discusión sobre si debe llevar cebolla o servirse poco hecha, y profundamente arraigada en la identidad cordobesa.

Medio siglo de historia en cada porción

La historia de esta tortilla comienza en los años 60, cuando Francisco Santos y Carmen Serrano abrieron este pequeño local en pleno centro histórico. Fue Carmen quien tuvo la idea de preparar una tortilla de gran tamaño para llamar la atención desde la barra. La fórmula funcionó, y desde entonces, el Bar Santos ha seguido elaborando la misma receta, sin cebolla y con una cocción prolongada, que consigue una textura firme, sabrosa y muy característica.

Actualmente, son las hijas del matrimonio quienes siguen al frente del negocio, manteniendo viva la tradición con la misma fidelidad con la que comenzó. En un entorno cada vez más dominado por lo efímero, esta tortilla se ha mantenido inalterable, tanto en su preparación como en su espíritu.

Una de las tortillas del Bar Santos recién hecha, con sus característicos 30 huevos y 7 kilos de patata.
Una de las tortillas del Bar Santos recién hecha, con sus característicos 30 huevos y 7 kilos de patata. | Bar Santos

Una tortilla muy cordobesa

Aunque su tamaño pueda parecer una rareza, lo cierto es que las tortillas altas, bien cuajadas y sin cebolla forman parte de la tradición cordobesa, tanto en la capital como en muchos pueblos de la provincia. En esta zona de Andalucía, la tortilla de patata se prepara con una identidad muy marcada: gruesa, con la patata muy cocida, sin cebolla y una textura firme, alejada de las versiones más jugosas que predominan en otras regiones.

Aquí, la tortilla se concibe como un bocado sencillo, sabroso y contundente, donde el protagonismo recae en el trío clásico: patata, huevo y aceite de oliva virgen extra. Frente a la eterna discusión sobre si debe ir poco hecha o con cebolla, en Córdoba predomina una versión cuajada, densa y muy reconocible, que se disfruta en tabernas y bares de barrio.

Este estilo se puede encontrar en numerosos establecimientos tradicionales, no solo en el centro histórico cordobés, sino también en localidades del entorno, donde forma parte habitual del tapeo y de los menús del día. La tortilla del Bar Santos es solo el ejemplo más conocido de una forma de cocinar que forma parte del paisaje gastronómico de toda la provincia.

Opiniones divididas (pero cola asegurada)

Pese a su popularidad, no todos los que la prueban quedan encantados. El creador de contenido gastronómico @gastrobirro compartía en sus redes:

'A mí, particularmente, me ha resultado seca. Soy más de tortillas menos cuajadas y melositas. La encontré demasiado compacta, con la patata muy cocida y sin cebolla. Pero había que probarla, y eso hice'.

Un comentario honesto, que refleja una realidad: esta tortilla no busca gustar a todos los paladares, sino mantenerse fiel a una forma concreta de hacer las cosas. La buena noticia es que, más allá de los gustos personales, la experiencia en el local suele ser valorada muy positivamente:

'Larga vida a este tipo de tabernas, las de siempre, con mucha historia detrás. Y una atención de diez', añadía el mismo autor.

Más allá de la tortilla

El Bar Santos no vive solo de esta receta. En su carta hay otras especialidades cordobesas como el salmorejo, el rabo de toro o las berenjenas con miel, todos ellos preparados de manera sencilla, con ingredientes locales y precios moderados. Pero es la tortilla la que ha marcado su historia y su fama, convirtiéndose en su plato bandera.

Si te animas a preparar otro plato típico cordobés como el salmorejo, aquí tienes nuestra receta de salmorejo tradicional con huevo cocido y jamón.

El pincho de tortilla se sirve en plato de plástico, sin artificios, y suele comerse de pie frente a la Mezquita.
El pincho de tortilla se sirve en plato de plástico, sin artificios, y suele comerse de pie frente a la Mezquita. | Bar Santos

Precio popular y escenario único

A pesar de su fama, el precio sigue siendo muy asequible: 2,90 euros por porción, servida sin grandes florituras, muchas veces sobre una servilleta de papel. No hay mesas ni manteles: se come de pie, apoyado en la barandilla exterior, frente a la Mezquita, como tantos otros cordobeses han hecho durante décadas.

En las horas punta -especialmente en temporada alta- es habitual encontrar una cola a la puerta del local. Aun así, la espera forma parte del ritual para muchos. Otros optan por las horas de menos afluencia.

La tortilla del Bar Santos no es solo una receta con décadas de historia: es también una forma de entender la cocina como parte de la vida cotidiana. Sencilla, sin artificios, preparada con lo justo y necesaria para quien quiere parar un momento y disfrutar.

Si estás pensando en visitar la ciudad, no te pierdas esta guía completa sobre qué comer en Córdoba y por supuesto, esta tortilla XXL.

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