Cómo organizar tu nevera para que tus alimentos duren más
Optimiza el espacio
Evita que la comida se ponga mala rápido con estos simples consejos.

¿Alguna vez has vuelto a casa después de hacer la compra y te has dado cuenta de que tus productos frescos se estropean demasiado rápido o de que las sobras de ayer ya han empezado a estropearse?
La desorganización y la falta de conocimiento sobre el mapeo de temperaturas pueden ser las principales culpables del desperdicio de alimentos en el hogar.
Para asegurarte de que los alimentos que compras se conservan frescos el mayor tiempo posible, tienes que dar algunos pasos clave para organizar tu frigorífico. Así es cómo puedes hacerlo.
El primer paso: limpieza profunda y mantenimiento

Antes de empezar a organizar, es crucial preparar el espacio. Un frigorífico limpio no solo es más higiénico, sino que también funciona de manera más eficiente.
El primer paso para tener un frigorífico más organizado y salubre es limpiarlo a fondo. Esto significa sacar todos los artículos y limpiar las estanterías y los cajones.
Puede ser útil utilizar una solución de agua tibia y bicarbonato de sodio o un jabón suave para asegurarte de que tu frigorífico está limpio e higienizado. Evita limpiadores químicos fuertes, ya que pueden dejar residuos tóxicos cerca de los alimentos.
Solo guarda lo que necesitas
Puede ser tentador abastecerse de grandes cantidades de comida para ahorrar tiempo y dinero. Sin embargo, si no tienes cuidado, tu frigorífico podría llenarse rápidamente de demasiados artículos, impidiendo la correcta circulación del aire frío.
Revisa las fechas
Controla el contenido de tu frigorífico. Es fundamental hacer una revisión semanal de las fechas de caducidad. Así te asegurarás de que solo consumes alimentos frescos y evitas desperdicios.
La regla del vacío
Un frigorífico demasiado lleno no enfría bien; uno demasiado vacío gasta energía. Trata de mantener el balance justo y guarda solo lo que realmente vayas a consumir.
Regula bien las temperaturas y las ubicaciones

El truco de la conservación reside en entender que la temperatura no es uniforme en toda la nevera. Los frigoríficos son más fríos en la parte inferior y más cálidos en la puerta.
El estante superior: Zona de temperatura constante
Esta zona es ideal para alimentos que no necesitan un frío extremo.
- Comidas cocinadas y restos: Coloca aquí los restos, ya que tienen menos riesgo de contaminación. Asegúrate de que estén en recipientes herméticos y etiquetados con la fecha.
- Bebidas y huevos: Los huevos pueden ir en el cartón original para protegerlos de los olores y mantenerlos estables.
- Alimentos listos para el consumo: Hummus o salsas abiertas.
El estante central: Lácteos

Esta zona mantiene una temperatura fría y estable, perfecta para productos lácteos.
Guarda los lácteos, el queso y la mantequilla en esta parte. Coloca los yogures en la parte trasera del frigorífico, ya que es la parte más fría y menos propensa a las fluctuaciones de temperatura al abrir la puerta.
El estante Inferior: La zona más fría y crítica
Esta es la parte más fría de todo el frigorífico, ideal para alimentos que necesitan máxima refrigeración.
- Carnes y pescados crudos: Guarda la carne, el pollo y el pescado crudos en el estante más bajo, y siempre dentro de un recipiente o plato. Esto es vital para evitar que goteen jugos y contaminen otros alimentos debajo (contaminación cruzada).
- Alimentos descongelados: Si vas a descongelar carne, hazlo en este estante para mayor seguridad.
Los cajones: Control de humedad

Guarda los productos en los cajones inferiores, ya que están diseñados para mantener niveles de humedad específicos.
- Cajón de frutas y verduras: Muchos refrigeradores tienen dos cajones, uno con menor humedad para frutas y otro con mayor humedad para verduras de hoja. Consejo clave: no laves las bayas o las verduras antes de guardarlas, ya que la humedad acelera el proceso de descomposición y moho.
- Alimentos que NO van en la nevera: Recuerda que alimentos como los tomates, las patatas, las cebollas, el pan y algunas frutas tropicales se conservan mejor a temperatura ambiente.
La puerta: La zona más templada

La puerta sufre la mayor fluctuación de temperatura al abrirse. Es la zona más cálida.
- Condimentos y salsas: Aquí van las salsas, los aderezos, las mermeladas y otros productos que contienen conservantes naturales que los hacen menos propensos a estropearse con los cambios de temperatura.
- Bebidas: Zumos, agua y otras bebidas.
- ¡Evita los huevos y la leche! Nunca guardes la leche o los huevos en la puerta si deseas maximizar su duración, incluso si hay una huevera diseñada para ello.
Recipientes con etiquetas

Una vez que has limpiado y asignado zonas, es hora de optimizar el espacio con herramientas de organización modernas.
Utiliza cestas, cubos y recipientes herméticos
Las cestas, cubos y recipientes son herramientas útiles para mantener tu frigorífico más organizado y evitar que los artículos se pierdan en el fondo.
- Agrupa por categorías: Utiliza estos utensilios para agrupar artículos similares. Por ejemplo, utiliza un recipiente transparente para guardar todas las ensaladas precocinadas, un cubo para guardar los snacks o las barritas, y otro para los yogures.
- Recipientes uniformes: Invertir en recipientes herméticos de cristal o plástico uniformes te permite apilarlos de forma segura, maximizando el espacio vertical y haciendo que tu nevera parezca mucho más ordenada y profesional.
Etiqueta tus alimentos
Etiquetar tus alimentos es una forma estupenda de mantener tu frigorífico organizado.
Una simple etiquetadora (o incluso cinta de pintor y un marcador) puede ser la herramienta perfecta para esta tarea, especialmente útil para salsas caseras, alimentos descongelados y sobras.
Limpia tu frigorífico con regularidad
Una vez que tu frigorífico esté organizado, asegúrate de seguir limpiándolo con regularidad. Esto significa hacer un barrido rápido de las estanterías y los cajones al menos una vez a la semana, justo antes de ir a hacer la compra.
Esto ayudará a que tus alimentos se conserven frescos el mayor tiempo posible y a mantener la eficiencia energética del aparato.
Mantener tu frigorífico organizado es un paso importante para minimizar el desperdicio de alimentos y ahorrar dinero. Si mantienes tu frigorífico limpio, solo guardas lo que necesitas, y tienes en cuenta las recomendaciones mencionadas, te asegurarás de que tus alimentos se conservan frescos durante más tiempo, y tu cocina será mucho más eficiente.