El Higo: Historia, propiedades y usos en la cocina

higos propiedades historia usos cocina
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Los higos son una fruta dulce que se puede encontrar durante el final del verano y el comienzo del otoño. Descubre la historia y propiedades nutricionales de este pequeño manjar, conocido como la fruta de los filósofos, cómo conservar este delicado fruto y las mejores formas de aprovecharlo en la cocina con deliciosas recetas con higos.

El higo, fruto de la higuera, es una fruta blanda y de piel fina, cuyo color puede variar desde el verde hasta el morado. Posee una pulpa encarnada de sabor dulce, que se encuentra llena de diminutas semillas. El primer fruto de la higuera, producido anualmente a finales de primavera, recibe el nombre de breva. Ésta tiene una piel fina de color similar al de los higos, verde o violeta. Su sabor es dulce, aunque no tan acentuado, por lo que recién cogida del árbol constituye un delicioso manjar.

Historia y procedencia de la fruta de los filósofos

Se cree que el origen de la higuera se encuentra en los países de Oriente Próximo, desde el este de la zona mediterránea hasta el oeste de Asia. Sin embargo, se ha cultivado en toda la costa mediterránea desde tiempos muy remotos. Todos los pueblos mediterráneos consumieron y estimaron los higos que los árabes cultivaron y durante milenios desempeñaron un papel muy importante en la alimentación y la economía. Hasta la llegada del azúcar, los higos eran utilizados para la conservación de fruta cocida e incluso como sustitutos del pan. Durante la Edad Media y el Renacimiento empezaron a ser secados al sol, dando lugar al higo desecado, un producto que se convirtió en uno de los dulces típicos navideños. Ya desde la Antigua Grecia, la higuera y sus frutos fueron considerados como sagrados y adorados por grandes pensadores de la época.

Los diferentes tipos de higos

Los higos se pueden clasificar en tres grupos según su color. Las variedades blancas presentan en su época de madurez un color blanquecino, amarillento o incluso verde, siendo los más sabrosos los amarillos dorados y los amarillos verdosos. Las variedades coloradas incluyen los diferentes higos de color pardo azulado más o menos claro. Las variedades negras incluyen los higos que poseen un color que oscila desde un rojo oscuro hasta totalmente negro, destacando por su calidad los de color negro púrpura.

Recetas e ideas para disfrutar del higo en la cocina

Como fruta fresca de temporada, los higos están tan deliciosos que se comen solos, pero también son perfectos para hacer mermeladas y compotas, salsas y para usar en recetas dulces y saladas. Frescos, cocidos, salteados o al horno le darán el toque dulzor perfecto a tus platos. Desde unos deliciosos higos rellenos hasta batidos energéticos.

Los higos en todas sus versiones combinan muy bien con el yogur (prueba nuestra copa de yogur) y el queso. Frescos son ideales para añadir a ensaladas y en mermelada para acompañar tartas de queso. Además, los higos secos también los puedes aprovechar para hacer pasteles y tartas de higos.

mermelada casera de higos
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Propiedades nutricionales de la fruta de la higuera

¿Los higos engordan? Los higos frescos tienen un elevado porcentaje de agua, por lo que su aporte calórico no es muy alto, 65 calorías por cada 100 gramos de fruta, algo superior al de otras frutas carnosas. Sin embargo, los higos secos son más calóricos y densos en nutrientes por la pérdida de agua durante el proceso de deshidratación.

Se trata de una fruta reconstituyente debido al tipo de azúcares que contiene, principalmente sacarosa, glucosa y fructosa. Su contenido proteico no es muy elevado pero presenta todos los aminoácidos esenciales.

Entre las vitaminas destaca su aporte en vitamina A, y pequeñas cantidades de vitaminas C, B1, B2 y B3. Entre sus minerales destacan el calcio y el potasio, que hace que el higo sea un alimento alcalinizante y con efecto diurético. Por su contenido en fibra y sus numerosas semillas el fruto fresco maduro es digestivo y ligeramente laxante, por lo que el consumo debe ser moderado.

¿Cómo se conservan los higos?

Hay que tener en cuenta que los higos son frutas muy frágiles, lo que hace que tanto su transporte como su conservación en buenas condiciones es delicado. Al tratarse de una fruta perecedera no se conservan más de 3 días en la nevera, por eso, si quieres alargar la vida y disfrutar de los higos todo el año puedes hacer conservas.

Para congelar los higos, debes lavarlos, secarlos y colocarlos en una bandeja para congelar en una sola capa. Una vez congelados, puedes pasar los higos a una bolsa hermética y volver a colocar en el congelador. De esta forma, los higos congelados pueden durar hasta 6 meses.

Consejos para su compra

Los higos son una fruta de otoño que puedes encontrar en el mercado desde finales de agosto hasta el comienzo de octubre. Al comprar higos frescos debes tener en cuenta que deben estar maduros para conservar toda su dulzura, además de poseer una fragancia exquisita.

¿Cómo saber si un higo está maduro? La fruta debe estar firme al tacto pero no demasiado dura, la piel debe estar un poco rota y el rabillo tiene que ser estrecho y estar prieto. Además, no debe estar demasiado húmedo, tan solo tener una gotita de néctar en el ojo del higo. Evita los higos de textura blanda o manchas marrones.

tipos de higos
tipos de higos

Curiosidades sobre el higo y la higuera

¿Por qué se la llama la fruta de los filósofos?

Los higos se les asocia históricamente con la filosofía. La higuera es un árbol que simboliza la fertilidad y la iniciación y su fruto, por sus numerosas semillas, es símbolo de fe y sabiduría. Los higos han llegado a ser conocidos como el alimento de los filósofos al ser considerado un fruto sagrado desde la antigua Grecia y al gran aprecio que mostraban por esta fruta filósofos como Platón y Sócrates. Se dice que Platón enseñaba bajo una higuera, el árbol símbolo de conocimiento.

¿Qué es el líquido blanco y lechoso que fluye al arrancar un higo del árbol?

Es el látex. Todas las partes de la planta, principalmente las ramas y las hojas, están recorridas por tubos laticíferos que contienen látex. En su composición se encuentran, entre otras sustancias, diferentes enzimas y aproximadamente un 12% de caucho. Además, tiene la propiedad de coagular la leche del mismo modo que el cuajo animal, por lo que se ha utilizado durante mucho tiempo como coagulante vegetal en la elaboración de quesos, como ocurre tradicionalmente en Mallorca.

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