Todo lo que necesitas saber sobre la lista de la compra inversa

La organización es clave para ahorrar, y viceversa. Esa es la esencia de la lista de la compra inversa, que consiste en hacer un inventario de lo que ya tenemos en casa: en la despensa, la nevera y el congelador. Con esta lista en mano, podemos planificar el menú de la semana y así, cuando vayamos al supermercado, solo compraremos lo que realmente necesitamos. Este método ayuda a ahorrar y evita comprar cosas por si acaso. Sigue leyendo porque te explico cómo hacer la lista compra inversa paso a paso.
Ahorro es progreso. Siempre me gusta bromear con esta frase, aunque a veces es como esa vocecilla constante en mi cabeza que me lo recuerda a diario. Por eso, si estás pensando en independizarte y vivir lejos de tus padres, es clave tener esta mentalidad. Está bien darse algún capricho de vez en cuando, pero si puedes ahorrar, mucho mejor (esta frase me lo repite mi madre siempre que puede). De eso trata la lista de la compra inversa, que se ha vuelto viral en estos días.
Ir al supermercado es algo a lo que ya nos hemos acostumbrado, sobre todo si ya no vivimos con nuestros padres. En mi caso, suelo hacer la compra los sábados para llenar nuestra despensa con todo lo que necesitamos. A veces, uso una lista que elaboro en las notas de mi móvil, y otras veces, me fío de mi memoria, que a veces puede traicionarnos.
Esa es la lista de compras convencional, la que hemos visto hacer a nuestras madres o abuelas: comprar lo que nos falta. Mientras que la lista de la compra inversa se hace al revés, se anota lo que ya tenemos en casa. De esta manera, evitaremos tirar más comida de la necesaria y organizarnos mejor a la hora de ir al supermercado.
Cómo hacer la lista de la compra inversa paso a paso
1. Haz una lista (inventario) de lo que tienes en casa
Anota toda la comida que tengas en los estantes, alacenas, frigorífico, despensa, congelador, y cualquier otro lugar donde guardes alimentos. También anota la fecha de caducidad y la cantidad. Puede llevar tiempo al principio, pero será más fácil con el tiempo, ya que lo tendrás todo más controlado.

Por ejemplo:
- Nevera : 6 huevos, 5 yogures griegos, mantequilla, espárragos trigueros, frambuesas, calabacín, morcilla...
- Congelador : 2 pechugas de pollo, 1/2 barra de pan, 8 gyozas, 2 láminas de hojaldre...
- Despensa o alacena : Sal, 1/2 litro de vinagre, 3 latas de tomate triturado, 1/2 kg de harina de espelta, 1/4 kg de harina de maíz, 1 bote de garbanzos, 2 botes de alubias...
- Frutero : 3 plátanos, 5 naranjas, 10 mandarinas, cebolla...
2. Planifica tu menú semanal
Cuando ya tengamos el inventario, vamos a planificar qué vamos a cocinar en los próximos días usando lo que ya tenemos en casa. Por ejemplo, si encontramos huevos y cebolla, podríamos hacer una tortilla francesa con cebolla caramelizada para la cena del primer día.
De esta manera, lograremos dos cosas: primero, rotaremos los alimentos para evitar que se nos estropeen, y segundo, solo compraremos lo necesario para preparar esos platos, evitando comprar cosas que ya tenemos.

¿Ideas para el menú semanal?
- Lunes : Tortilla de habitas , de postre helado de plátano y café .
- Martes : Fideos al ajillo con alcachofas , de postre mousse de mango ...
- Miércoles : Sopa fría de calabaza y naranja ...
- Jueves : Tostas de lentejas con jamón y champiñones ...
- Viernes : Crema de calabacín y guisantes ...
- Sábado : Quiche de queso y cebolla caramelizada ...
- Domingo : Crema de espárragos blancos , de postre flores de hojaldre con chocolate blanco .
3. Lleva tu lista de la compra inversa al súper
Ahora que ya tienes tu menú semanal planificado, apunta lo que te falta en la lista de compras. Apostaría a que no necesitas comprar mucho. Con esta lista, también optimizaremos el espacio en la cocina y en la nevera, evitaremos comprar alimentos innecesarios o duplicados y aprovecharemos mejor lo que ya tenemos en casa. Y si puedes ahorrar, ¡mejor que mejor!