La soja texturizada es una proteína vegetal muy saludable y nutritiva. Te explicamos qué es, cuáles son sus propiedades y beneficios y cómo utilizarla para preparar deliciosas recetas.
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La soja texturizada es una proteína vegetal muy saludable y nutritiva. Te explicamos qué es, cuáles son sus propiedades y beneficios y cómo utilizarla para preparar deliciosas recetas.
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La soja texturizada es una importante fuente de proteína vegetal. Se trata de un producto muy versátil, cuyo consumo se ha popularizado mucho en los últimos años. Sobre todo, entre personas que siguen una dieta vegetariana, vegana o intentan reducir el consumo de carne. A continuación, os explicamos qué es, sus propiedades, beneficios y cómo prepararla.
Además, podréis combinarla con otras verduras como brócoli al microondas, pimientos asados o champiñones a la plancha. ¡Será una ideal forma de completar tu menú!
La soja texturizada, también conocida como "carne picada" vegetal, pertenece a la familia de las leguminosas. Se obtiene a partir de la harina de soja, de la que se extrae la proteína y, posteriormente, se le da textura. Podremos preparar las recetas de carne más conocidas sin necesidad de usar nada que provenga del animal: carne picada para los platos de pasta o lasañas, relleno para albóndigas o empanadas, e incluso preparar atún vegano.
Podemos encontrar diferentes tipos de soja texturizada con diferentes formas y composiciones. Estos son los más comunes:
La soja texturizada no contiene aditivos, ni colorantes y es 100% natural. Destaca su alto contenido en proteínas de origen vegetal, por lo que se ha convertido en una alternativa a la carne en dietas vegetarianas o veganas. Además, tiene un bajo contenido en grasas y sal, es libre de azúcares y gran fuente de fibra.
También nos aporta vitaminas del grupo B y minerales como calcio, potasio, fósforo y más hierro que otros alimentos de origen animal.
Entre los beneficios de la soja texturizada, destacan los siguientes:
La soja texturizada se vende deshidratada. Antes de utilizarla en la cocina es necesario hidratarla en agua para que aumente de tamaño y adquiera una consistencia blanda, porosa y fibrosa semejante a la carne.
Una vez hidratada, lo mejor es saltearla o dorarla en la sartén con un poco de aceite de oliva y especias para que absorba el sabor y adquiera mejor textura.
Después, la incorporamos a distintas recetas como sustituto de la carne. Es muy sencillo. Por ejemplo, se utiliza comúnmente para preparar salsa boloñesa, pizzas, berenjenas rellenas, hamburguesas, lasaña o incluso pasteles de "carne vegetal".