Caldo de Navidad o consomé a la Reina, la receta tradicional de Karlos Arguiñano

Entre las recetas de Navidad no sólo encontramos dulces, carnes y mariscos, ¡el caldo de Navidad también es uno de los platos fundamentales en estas festividades! Y a muchas familias se les haría raro no servirlo de primero en cada comida navideña o de año nuevo. Encima es un plato que siempre sienta de fábula. Es ligero, calentito ¡y riquísimo!
Te enseño cómo es la receta clásica de Karlos Arguiñano para que este año la pongas tú también a prueba. Es un caldo de Navidad (o consomé a la Reina) muy sabroso y fácil de hacer. ¡Que no falte nunca en tu recetario navideño! Encima, podrás dejarlo hecho con antelación sin problema.
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
25 m
Cocinado
55 m
Tiempo total
1 h 20 m
Las famosas comidas de Navidad están a la vuelta de la esquina. Son comidas en las que tras algunos aperitivos de marisco, paté o huevo, arrancamos con algo ligero y contundente a la vez: el caldo o consomé de Navidad. Un plato que nunca puede faltar en esta festividad (y menos en esta estación del año)
Es uno de esos primeros platos para el menú de Navidad aptos para toda la familia, ya sean niños, abuelos, tíos ¡o cuñados! Es muy fácil de preparar ya que simplemente debemos cocer todos los ingredientes que nos propone Karlos Arguiñano y sacar un caldo contundente ¡y de rechupete!
Aunque para ello, es importante que te hagas con una buena olla a presión como la que usa Karlos Arguiñano en esta receta. Ésta garantizará un buen sabor en menos tiempo de cocinado. Ahorrarás en tiempo y en luz (que no viene mal para estas fechas).
Por otro lado, en la comida de Navidad, se suele servir este caldo con unos trocitos de huevo cocido o la carne del mismo cocido que hemos elaborado previamente. Sin embargo, en muchos hogares se suele utilizar el caldo para servirlo como sopa con pasta de dibujitos navideños, fideos o letras.
En cualquier caso, este caldo se puede servir de la forma que más os guste, ¡su sabor no dejará de ser exquisito!
Ingredientes para 4 personas
- 200 gr. de garbanzos
- 1/2 pollo
- 200 gr. de morcillo
- 200 gr. de costilla de ternera
- 1 hueso de rodilla
- 1 rama de apio
- 4 rebanadas de pan
- 4 yemas de huevo
- 2 zanahorias
- 1 cebolla
- 50 ml. de vino de Jerez (seco)
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- perejil
Cómo hacer el caldo de Navidad
Pon a calentar abundante agua en la olla rápida. Cuando empiece a hervir, agrega los garbanzos, el pollo (o gallina), la costilla, el morcillo, el hueso, las zanahorias (peladas y troceadas), la cebolla, (pelada y troceada) y la rama de apio (limpia y troceada). Sazona, cierra la olla y cuece todo durante 40 minutos desde que suba la válvula.
Destapa la olla y retira los ingredientes cocidos. Cuela el caldo, y reserva las verduras, los garbanzos y las carnes para alguna otra receta (croquetas, lasaña, hummus...).
Tuesta las rebanadas de pan en una tostadora y resérvalas. En el momento de servir, coloca una yema en cada plato. Vierte el caldo por encima y una cucharadita del vino de Jérez.

Coloca una rebanada de pan tostado en cada plato y adórnalos con unas hojas de perejil. ¡Y a degustar en la comida de Navidad!
Consejos para que tu caldo de Navidad salga perfecto
En primer lugar, la elección de los ingredientes para hacer el caldo es fundamental (igual que cuando hacemos un buen cocido madrileño). Asegúrate de escoger siempre productos frescos y de calidad. Es decir, que las verduras sean frescas y que la carne y los huesos sean de buena calidad. Éstos aportarán un gran sabor a la elaboración del caldo.
La combinación de verduras, legumbres y carne es ideal para darle consistencia al caldo y conseguir que su resultado sea muy sabroso.
En caso de que no quieras usar una olla a presión y prefieras usar una olla normal, debes tener más paciencia. Como ya habrás visto en la receta, los ingredientes se cocerán 40 minutos en la olla rápida. En cambio, en una cazuela normal, necesitará más tiempo y paciencia. Yo te recomiendo dejar que se cuezan todos los ingredientes a fuego lento durante unas dos horas y media. Esto garantizará que el caldo recoja todo el sabor de los productos que cocemos y éstos queden tiernos y jugosos también.
Es importante también que desespumes el caldo cuando empiece a cocer para evitar que contenga demasiada grasa en su resultado final. En esta parte se suele acumular toda la grasa e impurezas de la carne, por lo que si la retiramos, haremos que nuestro caldo sea más ligero.
Por último, una vez listo, cuela el caldo antes de servir para que no hayan trocitos de hueso o carne por el caldo y tenga un resultado más limpio y perfecto.
Y no te olvides de sazonar el caldo antes de tapar la olla. Aunque si se te olvida, siempre puedes corregirlo y dejar que se cueza unos minutos más sin tapar la olla.
¿Y si me sobra el caldo?
¡Pues será genial! Podrás congelar varios tápers de caldo para usar en cualquier otro momento, ya sea para tomar como caldo o para preparar recetas de sopa o arroces.
Además, al servir el caldo en la comida de Navidad, nos sobrarán todos los sacramentos del cocido. Aprovéchalos para hacer croquetas de carne o combinar los trocitos con algún plato de arroz. Es más, tal y como lo hacen en mi casa, puedes aprovechar también la carne para cortarla en trocitos y añadirla dentro del caldo.
En nuestros caldos de Navidad, por ejemplo, sustituimos la yema que nos ha propuesto Karlos Arguiñano en esta receta por unos trocitos de huevo cocido y un poco de pasta (fideos, letras o figuritas bonitas). ¡Nos encantan las sopitas calentitas en invierno!
Y si quieres que los más peques de la casa se diviertan tomando esta sopa de Navidad, no dudes en cocer unas figuritas navideñas de pasta en este caldo y fíjate en la cara que ponen. Les encantará ir viendo qué figuritas se van comiendo.