37 cosas y sitios que casi nunca limpias en casa, pero deberías

Dejar los fogones como los chorros, la encimera de la cocina brillando o la pantalla del televisor sin huellitas es habitual cuando realizamos las labores del hogar, ..., quizá porque son lugares y objetos que utilizamos a diario porque son rincones que están a la vista.

No obstante, existen ciertos lugares de la casa que olvidamos limpiar, bien sea porque no "vemos suciedad" en ellos, o porque obviamos que no lo necesitan. De hecho, solo nos preocupamos cuando la suciedad ha campado a sus anchas durante semanas o, incluso, meses.

Y para empezar el nuevo año con la casa más limpia, más tranquila y con un aire realmente renovado, te enseñamos todos los rincones (objetos y tejidos) de la casa que no limpias y deberías limpiar (desde hoy) para que tu hogar esté siempre impecable.

37 objetos, lugares y tejidos que casi nunca limpiamos en casa

1. Interruptores de la luz. Debemos admitirlo, casi nunca limpiamos los interruptores de la luz, ni su caja ni la pared a su alrededor (la cual probablemente tenga manchas amarillas). Para acabar con la suciedad, pasa un trapo impregnado en agua jabonosa o vinagre blanco.

Si la pared a su alrededor tiene manchas amarillas, pasa un paño de microfibra humedecido en agua para eliminar la suciedad. Si no sale, utiliza un disco de algodón empapado en alcohol isopropílico.

2. Lamparas de techo: Acumulan polvo y se oxidan con facilidad. Es por ello que debemos limpiarlos de manera frecuente, o al menos una vez cada dos semanas.

3. Las puertas de casa (y sus marcos): Si aún no sabes cómo recuperar su color y brillo original, hemos elaborado una guía completa para limpiar las puertas de madera y dejarlas como nuevas.

4. Las patas de las sillas de madera: Adquieren manchas amarillas o negras que solo se eliminan con una mezcla de agua y jabón.

5. Las persianas (y su cajón): Las grandes olvidadas en la limpieza y la cara exterior de nuestra vivienda. ¡Limpiarlas es tan sencillo que te encantará esta guía que hemos elaborado: Cómo limpiar las persianas a fondo.

6. El mueble bajo del fregadero: ¡Moho! Esto es lo que probablemente encuentres en el armario bajo del fregadero, donde la humedad y los microbios campan a sus anchas. ¿La solución? ¡Lejía o cloro y agua!

7. Los cajones del cuarto de baño: Si los abres, ¿qué encuentras? Seguramente botes vacíos, medicinas caducadas y hasta pelos y pelusas. ¡Es hora de remover todo su contenido, ordenarlo y limpiarlo a fondo con un multiusos casero con vinagre.

8. El zapatero: Custodian nuestros zapatos, pero casi siempre nos olvidamos de pasar un paño de microfibra para retirar todo el polvo acumulado. Si aprecias alguna mancha, límpiala con un paño humedecido en agua y limpiador de madera.

La ropa, las sábanas y las toallas se lavan con frecuencia porque son tejidos que utilizamos a diario. No obstante, existen otros que no lavamos y que deberían formar parte de nuestra rutina de limpieza quincenal o mensual.

Tejidos que casi nunca lavamos

9. Las cortinas del baño y de toda la casa en general, en especial, las cortinas de la cocina, se manchan con grasa y adquieren malos olores. Sigue esta guía para dejarlas limpias sin que se arruguen durante el lavado.

10. El colchón y su funda: Para una correcta higiene de la cama, es vital dejar que se airee y limpiar el colchón a fondo para prevenir la aparición de ácaros y suciedad.

11. El relleno de las almohadas: Los rellenos de las almohadas pueden (y deben) lavarse al menos una vez cada tres o cuatro meses, pues también se llenan de sudor, polvo, bacterias, hongos y ácaros (presentes por el uso prolongado).

12. La bolsa de tela que alberga el cesto de la ropa sucia. Necesita de una limpieza mensual para evitar los malos olores.

13. El felpudo y las alfombras grandes. No basta con barrerlas o aspirarlas, ¡también debemos lavarlas!

14. Los tapetes y bordados. Adornan y evitan que los muebles se estropeen. Requieren de una limpieza bimensual.

También existen lugares en casa que nunca nos atrevemos a limpiar, bien porque son poco accesibles o porque pensamos que no necesitan un mantenimiento. Entre ellos destacan los siguientes:

Lugares de casa que nunca limpiamos

15. Los rieles de los armarios correderos: Si has realizado el cambio de armario o buscas eliminar la humedad que pueda haber en los armarios empotrados con puertas correderas, no olvides limpiar los rieles, una zona donde se acumula polvo, ácaros y suciedad de diversa índole. ¿La solución? Pasa un paño impregnado en vinagre de manzana para limpiar y desinfectar de una sola pasada.

16. Los conductos de ventilación: En la mayoría de los casos no es necesario limpiarlos, salvo que existan indicios de acumulación de moho (manchas negras) y depósitos de polvo.

17. La parte de atrás del inodoro: ¿Lo has limpiado alguna vez? Un buen chorro de lejía con detergente para acabar todas las bacterias.

18. Repisas y rejillas: Acumulan polvo y excrementos de aves. Agua, jabón y amoníaco en barra para dejarlos relucientes.

19. Los rieles de las ventanas: Utiliza papel de periódico para quitar el polvo y, luego, pasa un paño humedecido en agua jabonosa.

Objetos que nunca limpiamos ni desinfectamos

A continuación, te mostramos los objetos (del salón, baño, cocina, etc.) que menos limpiamos:

20. Macetas y tiestos: Si lo tuyo no es la jardinería pero tienes plantas en casa, ¡debes limpiar los tiestos! Agua y un paño para los que son de arcilla natural y agua y jabón para los de plástico.

21. El mando del televisor: Se trata de uno de los accesorios del hogar con más bacterias de la casa, ¿lo sabías? Desinféctalo con un disco de algodón impregnado en alcohol de limpieza.

22. Los cubos de la basura: ¿Huelen mal? ¿Tienen manchas amarillas que no se van? Amoníaco, agua y una esponja rugosa para dejarlos como nuevos y libres de malos olores.

23. El polvo de paredes y techos. Utiliza la aspiradora para eliminar la suciedad y posibles telarañas.

24. La manguera y depósito de la aspiradora: Tan solo necesitas un cepillo con mango extra largo para eliminar toda la suciedad que se acumula en su interior.

25. La alcachofa de la ducha: ¿Tiene manchas blanquecinas? Son depósitos de cal y solo se van con un buen chorro de vinagre blanco.

26. El cabezal de la fregona: Agua y lejía con detergente para limpiarlo, desinfectarlo y desengrasarlo.

27. El salero y azucarero: Preocúpate cuando veas algún deposito oscuro en el salero o el azucarero. Procura limpiarlo antes de volver a rellenarlos.

El horno, la lavadora, los fogones o la nevera son electrodomésticos que limpiamos con frecuencia dada su utilidad en el hogar. No obstante, ¿limpiamos los filtros o complementos que tienen estos electrodomésticos?

Electrodomésticos cuya limpieza descuidamos

28. La tostadora y la sandwichera: Tras cada uso, es recomendable pasar un paño semihúmedo para retirar migas y grasas de los alimentos.

29. La cesta de la freidora: El limpiador Triple A (agua, amoníaco y alcohol) lo dejará como nuevo.

30. Las gomas de la nevera. ¿Amarillas y con moho? ¡Preocúpate!

31. Los botones y mandos de la cocina. Utiliza tu desengrasante habitual para limpiarlos.

32. El filtro del lavavajillas: acumula los restos de comida y genera mal olor si no se limpia al menos 1 vez cada dos meses. Recuerda que este aparato se encarga de higienizar los platos en los que comes.

33. El interior de la campana extractora. Sorpresas grandes te esperan en el interior de la campana extractora si nunca la has limpiado. Si deseas dejarlo impecable, te dejamos una guía: Cómo limpiar la campana por dentro y por fuera.

34. El filtro de la lavadora. Al igual que el filtro del lavavajillas, es un lugar donde la humedad puede campar a sus anchas. De hecho, es habitual que se llene de moho.

35. El interior del congelador. Es mala idea ignorar su limpieza, ya que se van acumulando restos de comida y otros desechos que requieren de una limpieza urgente.

37. La puerta y goma de la lavadora: ¿Manchas negras en la goma de la lavadora? ¡Es moho! Y para darle solución, impregna un trapo con lejía y déjala a reposo en su interior.

Si mantienes todos estos objetos y lugares limpios, ¡bravo! Y si no, ¡siempre hay tiempo para limpiar y disfrutar de un ambiente acogedor en casa!