Ansiedad por separación en perros ¡Claves para prevenirla y afrontarla!

Tras las vacaciones siempre llega el conocido estrés posvacacional o en el caso de los perros, la ansiedad por separación. ¿Sabes por qué a ellos también les sucede? El síndrome de ansiedad por separación es un trastorno de comportamiento que afecta a muchos perros cuando se quedan solos en casa o se alejan de sus dueños.
Puede ser habitual que nos encontremos la casa desordenada cuando volvamos del trabajo o nuestra mascota tenga un comportamiento diferente cuando esté con nosotros. A continuación contamos las razones y varias pautas para modificar su conducta y hacerle más amena la estancia durante la vuelta a la rutina. ¡No dudes en ayudarle!
Debemos tener en cuenta que este síndrome de ansiedad por separación, además de influir en nuestra relación con el perro, puede generar problemas en su salud. Y aunque puede generarse por distintas causas y situaciones, todas convergen en una excesiva vinculación y dependencia del animal con su dueño.

Qué es la ansiedad por separación en perros
El síndrome de ansiedad por separación es un trastorno de comportamiento muy característico en perros que se quedan solos en casa o se separan de sus dueños tras haber pasado una larga temporada con ellos. La mayoría de los casos suceden tras las vacaciones de verano u otras fechas en las que los dueños han compartido los días libres a su lado.
La ansiedad por separación se produce en el momento que el perro deja de tener contacto con su dueño y se siente solo o desprotegido. Y aunque en la mayoría de los casos se sienten así por tener una clara dependencia con su amo, lo más común es que suceda por no saber autogestionarse su soledad e independencia en casa.
Por tanto, la causa de la ansiedad por separación en perros no es más el vínculo de apego sino la incapacidad de construirse un equilibrio cuando está solo.
Situaciones en las que aparece la ansiedad por separación en perros
¿Por qué sucede esto? ¿Qué es lo que pasa por la mente del perro? El animal sitúa a su dueño como una figura base que le protege y le educa para hacer las cosas bien. Es por tanto su protector y su seguridad.
Pero en el momento que desaparece esta base y el perro no ha conseguido aprender a sobrellevar la situación de independencia, su mente crea dudas e inseguridades que le harán tener miedo, estrés y ansiedad.
Este trastorno suele ser más frecuente en animales adultos, sobre todo en perros de avanzada edad cuya dependencia se incrementa debido a la pérdida de sus capacidades físicas y sensitivas.
Y aunque pueda parecer que este síndrome es más propenso en mascotas excesivamente mimadas, la verdad es que puede manifestarse en perros de todo tipo, sin excluir a los más disciplinados y obedientes.
Por otro lado, también es muy común la ansiedad de separación en mascotas con experiencias traumáticas que han sido anteriormente abandonadas o maltratadas. En estos casos el perro se siente inseguro cuando su nuevo dueño se marcha, y se siente temeroso de volver a ser abandonado nuevamente.
Casos más frecuentes en las que aparece este trastorno
- son separados de su madre antes de tiempo
- acostumbrados a estar con el dueño constantemente, se quedan solos por primera vez
- han pasado una larga temporada juntos (como las vacaciones o un fin de semana libre)
- se altera la rutina o la estructura familiar (cambios en el horario, en la vivienda, la llegada de una nueva mascota o de un bebé)
- le sucede algún episodio traumático (se extravía, sufre un accidente...)
- se ha separado de su dueño por asuntos vacacionales o viajes y la persona a cargo de sus cuidados ha olvidado ciertas necesidades

Tipos de ansiedad por separación en perros
Tras conocer las diferentes situaciones en las que los perros pueden experimentar este trastorno, descubrimos cómo se divide cada una según los tipos de ansiedad por separación:
Ansiedad por separación de Tipo A
Causada por el destete temprano en el que se le ha separado de su madre y hermanos de manera prematura.
El cachorro no ha podido aprender a estar sin la protección de su madre porque se le ha separado de ella bruscamente y sin un desapego más progresivo.
Es por ello que lo conveniente es que se produzca el destete de manera natural y adoptar a los cachorros con mínimo tres meses de vida.
Ansiedad por separación de Tipo B
Es el más común de todos y el que se produce tras las vacaciones o fechas en las que han pasado días libres juntos.
Puede suceder que el perro ya supiera autogestionarse su propia soledad e independencia, pero luego ha estado en contacto con su dueño mucho tiempo creando una dependencia a su base segura.
Es posible que este trastorno también aparezca tras un abandono, mudanza o el fallecimiento de un ser querido.
Ansiedad por separación de Tipo C
Aparece cuando el perro tiene una experiencia traumática o negativa en el momento que está solo.
Por ello, este trastorno aparece cuando aparece el estímulo que asusta al perro.
Signos de la ansiedad por separación en perros
Estos perros con ansiedad por separación experimentan un cambio de conducta en el momento que su dueño se separa de ellos y se quedan solos en casa.
Para detectar si realmente están sufriendo este trastorno, debemos observar si en nuestra ausencia tiene:
- comportamientos destructivos
- autolesiones
- micciones o pérdida de orina
- defecaciones incontroladas
- nerviosismo excesivo
- ladrido constantes
- aullidos
- lloriqueos
- salivación
- arañazos en la puerta para intentar escapar
- falta de apetito durante la ausencia del dueño
Estos signos se pueden presentar de forma independiente o combinados, ya que no en todos los casos se manifiesta de la misma manera.
Por ejemplo, hay algunos perros que toleran las salidas regulares como ir al trabajo, pero no aceptan las salidas imprevistas, y otros en cambio que sufren únicamente cuando se quedan solos o se marcha el dueño (aunque haya más gente en casa).

Cómo controlar y evitar la ansiedad por separación en perros
No obstante, puedes intentar modificar su conducta con algunas pautas que te facilitamos. ¡Toma nota de ellas!
Tener una rutina antes de salir de casa
Antes de salir de casa solemos seguir una rutina:
- calzarse
- ponerse el abrigo
- coger las llaves
- apagar las luces
Nuestros amigos perrunos asocian estas acciones a nuestra partida cada vez que vamos al trabajo o a nuestras labores. De esta forma, su ansiedad se desencadena cuando empezamos a prepararnos antes de irnos.
Para evitar que se pongan nerviosos antes de tiempo, es aconsejable realizar este ritual en diferentes momentos del día sin salir de casa después, para evitar esa asociación.
Omitir las despedidas antes de marchar
Es muy común que siempre que nos marchamos de casa nos despidamos de nuestra mascota con arrumacos y cariños. ¡Debemos evitarlo y no prestarle demasiada atención antes de salir! ¿La razón? Porque si les damos mimos y caricias creerá que le vamos a llevar con nosotros y por tanto, al marcharnos, pensará que le hemos mentido y no lo comprenderá.
Algo curioso es que este comportamiento es inherente a su naturaleza ya que sus antepasados los lobos se dan muestras de afecto cuando van a salir juntos de caza mientras que cuando salen solos ni siquiera se despiden. ¿Lo sabías? Pues en ese caso, no te despidas de él y entenderá que es porque te vas a marchar solo.
Hacer entretenimientos en casa
Debemos demostrarle que nuestra partida no es algo negativo sino todo lo contrario. ¿Cómo? Ofreciéndole una golosina, juguete o premio que más le guste antes de salir de casa.
De esta forma, no sólo conseguirás que se mantenga entretenido durante tu ausencia, sino que además favorecerás una relación positiva con él (ya que asociará tu marcha con algo positivo para él).
No obstante, si se trata de un juguete u objeto, debes retirárselo a tu regreso a casa para que no se acostumbre a él y no pierda ni el interés ni el efecto positivo que genera.
Realizar una rutina al volver al hogar
Sabemos que es muy difícil llegar a casa y no darle mimos y abrazos a nuestros amigos peludos. ¡Haz un esfuerzo! En el momento que vuelvas a casa, espera (aunque te cueste) a que tu perro se relaje para prestarle atención.
Una vez tranquilo ya puedes empezar a jugar con él y premiarle con caricias y palabras de afecto. Esto lo haremos para que no asocie nuestros mimos con su comportamiento al llegar.
Es mejor que los asocie con un comportamiento calmado y relajado. De esta forma, sabrá que le prestamos atención cuando se tranquiliza.
Dejar de lado los castigos
¿Qué has hecho? ¿Por qué lo has hecho? Seguro que os resultan familiares estas palabras, pero aunque todos tendemos a reaccionar de esta forma, tenemos que hacer todo lo contrario. No hay que castigarle (ni tampoco premiarle) por lo que haya hecho en nuestra ausencia.
Los perros no son capaces de asociar ni los castigos ni los premios con la acción realizada una vez que ésta ya haya pasado. Por lo que si te encuentras desperfectos o algo inadecuado al llegar a casa y le regañas, el perro no entenderá por qué está siendo castigado. Lo único que conseguirás será confundirle.

Practicar ejercicio a diario
El exceso de energía acumulada durante el día genera estrés y ansiedad en el perro, cosa que empeora su conducta. No obstante, la actividad física le ayudará a desgastar esa energía y relajarse al llegar a casa. Por tanto, ¡no te olvides de sus juegos y paseos! Escoge el collar o arnés que mejor se adapte a él y llévale a dar un buen paseo.
Toma en cuenta varias recomendaciones para que el paseo sea productivo:
- alárgalo un poco más para que vea que disfrutas de estar a su lado.
- si eres deportista, sácalo a correr contigo para que estire bien sus patitas.
- facilítale un parque o una zona para perros en la que pueda correr, desestresarse y socializar con otros perros.
- juega y diviértete con él. Lánzale una pelota, un frisbee o cualquier otro juguete y anímale a que lo recoja para traértelo.
En caso de que estas medidas no te hayan servido para mejorar su conducta, te recomendamos que te pongas en contacto con un equipo profesional de adiestramiento y educación canina para ofrecerle un tratamiento que le ayude en la ansiedad por separación.