El pastelito de Labubu que ya triunfa en un restaurante de Barcelona
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El local juega con estética kawaii y cocina fusión

Todo empezó con los Sonny Angels en los móviles. Luego, sin darnos tiempo a respirar, llegaron los Labubu: muñecos peludos, de sonrisa siniestra, que hoy cuelgan de mochilas y bolsos como si nada. Y como las modas no entienden de pausas, un restaurante de Barcelona sirve pastelitos inspirados en ellos.
Pero a ver… ¿qué es exactamente un Labubu? Si no tienes hijos en edad escolar o sobrinos adolescentes, lo normal es que ni te suene el nombre. No eres el único en esa situación.
Un Labubu es un muñeco de peluche con rostro élfico, dientes afilados, ojos grandes y ovalados, y una sonrisa siniestra. A pesar de su aspecto extraño -hay quien los califica de feos-, muchos los encuentran adorables.
Este personaje fue creado en 2015 por el artista Kasing Lung, nacido en Hong Kong y criado en los Países Bajos. Apareció por primera vez en un libro ilustrado titulado ‘The Monsters’, pero no fue hasta 2019 cuando empezó a comercializarse como juguete de la mano de Pop Mart.

Su popularidad se disparó gracias a Lisa, la cantante tailandesa del grupo de K-pop Blackpink (y actriz secundaria en la última temporada de The White Lotus). Todo lo que toca lo convierte en tendencia: los restaurantes que visita, las zapatillas que lleva o las gafas de sol que luce.
A mediados del año pasado, se dejó ver con un Labubu colgado del bolso. Ese simple gesto desató la locura entre sus fans, que desde entonces han querido hacerse con uno de estos muñecos peludos.
La demanda mundial de Labubus, esos peluches feos pero simpáticos con forma de elfo, ha crecido exponencialmente. Famosos como Rihanna, Kim Kardashian o David Beckham también se han sumado al fenómeno.

Uno de los factores que ha disparado su éxito es su formato de venta. Muchos se comercializan en ‘cajas ciegas’, lo que significa que el comprador no sabe qué modelo le tocará. Esta estrategia genera expectación y ha provocado una avalancha de vídeos de ‘unboxing’ en redes sociales.
Otra clave de su popularidad es la constante renovación de modelos o ediciones limitadas: Labubu con una Coca-Cola, haciendo yoga, en la bañera, con gafas o incluso con una pantalla de lámpara en la cabeza.
Algunos ejemplares alcanzan precios desorbitados. Hay fans que han llegado a pagar cientos de euros por una sola figura. Pero cuidado, también hay imitaciones que se hace llamar: Lafufu
El restaurante de Barcelona que se suma al fenómeno Labubu
Este personaje, ya considerado un objeto de lujo para coleccionistas, ha logrado infiltrarse en la cultura popular hasta inspirar el mundo de la repostería. Let’s Eat, un restaurante situado en el número 654 de la Gran Via de les Corts Catalanes, en el barrio del Eixample (Barcelona), ha sabido aprovechar la tendencia.
Allí, varios peluches de Labubu reciben a los comensales, junto a figuras de Shin Chan y otros personajes del anime japonés. La estética kawaii está presente en cada rincón.
Niños y adultos se sientan alrededor de mesas con bandejas de cupcakes, kakigoris y pastelitos, todos decorados con la cara de Labubu.
Los pastelitos se presentan en una tarrina grande con una base de tarta de nata, combinada con sabores como matcha, chocolate, fresa o mango.
Se sirven como si fueran copas de helado, coronados con nata montada y una carita de Labubu del color correspondiente: verde para el de matcha, rosa para fresa, marrón para chocolate y amarillo para mango.

También ofrecen bebidas y frappés veraniegos de sabores como mango, chocolate, melón, frutos rojos o matcha, todos rematados con una galleta decorada con la sonrisa del personaje.
Además de esta oferta temática, el local sirve cocina oriental, hamburguesas y pizzas.
Tal ha sido el éxito de estos dulces que incluso hay turistas que acuden expresamente para probarlos.

Como se trata de un producto especial y artesanal, no elaboran grandes cantidades al día. Por eso, recomiendan reservar con antelación, ya sea una mesa o directamente solicitar el pastelito para llevar.
Este fenómeno recuerda a otras modas gastronómicas que triunfan tanto por su estética como por su sabor, como el bar de Gràcia que ofrece bocadillos inspirados en los jugadores del Barça.
Sin embargo, en este caso, la conexión emocional con un personaje que ya cuenta con una legión de seguidores ha multiplicado el impacto. ¿Y tú? ¿Te atreverías a probar un pastelito de Labubu en tu próxima visita a Barcelona?