Por qué la tortilla de Betanzos se ha convertido en la más deseada

Tortilla de campeonato

La fiebre del huevo meloso conquista cocinas y barras

La tortilla de La Falda (Madrid), campeona de España 2025, destaca por su interior cremoso y su sabor tradicional.
La tortilla de La Falda (Madrid), campeona de España 2025, destaca por su interior cremoso y su sabor tradicional. | @alejandro_oliveira

Poco cuajada, sin cebolla y con el interior casi líquido. Así es la tortilla de Betanzos, el estilo gallego que se ha ganado el corazón (y los paladares) de toda España. El triunfo de La Falda (Madrid) en el último Campeonato Nacional de Tortilla de Patatas solo ha confirmado lo que muchos ya sabían: la tortilla perfecta viene del norte.

El estilo gallego que marca tendencia

En España no hay consenso sobre casi nada, pero todos coinciden en que la tortilla de patatas es sagrada. Se discute si lleva o no cebolla, si debe cuajarse del todo o dejarse temblorosa, si se sirve fría o recién hecha. Sin embargo, hay un estilo que parece haber ganado la batalla del gusto: la tortilla de Betanzos, nacida en esta localidad coruñesa y convertida en símbolo de la tortilla más pura y jugosa.

La receta es simple, casi austera: solo patatas, huevo, aceite y sal. Nada de cebolla. Lo que la hace especial no son los ingredientes, sino el punto. En Betanzos, las tortillas se sirven muy poco hechas, con el huevo aún fluido en el centro, de textura melosa y sabor intenso. Una sensación casi adictiva para quienes la prueban por primera vez.

De Betanzos a Madrid (y más allá)

Durante años, el estilo Betanzos fue un secreto bien guardado de las tabernas gallegas. Hoy, se ha convertido en una tendencia nacional. Cada vez más bares y restaurantes presumen de hacer su versión de 'tortilla poco cuajada'.

El ejemplo más reciente es La Falda, en Madrid, donde el chef Alejandro Oliveira ha ganado el XVIII Campeonato de España de Tortilla de Patatas con una versión fiel a ese espíritu gallego: sin cebolla, dorada por fuera y melosa por dentro. Oliveira, que ya había sido campeón en 2023 y subcampeón en 2024, ha encontrado el equilibrio perfecto entre técnica y tradición.

'Para mí el mejor punto es poco hecho, pero no líquido. El huevo tiene que estar meloso, para mojar pan sin que se desborde', explicaba tras ganar el certamen.

Su tortilla resume la tendencia actual: regresar a lo esencial y reivindicar la importancia de la técnica y el producto por encima de los añadidos.

En La Falda (Madrid), se ensayó una y otra vez hasta dar con el punto perfecto de la tortilla.
En La Falda (Madrid), se ensayó una y otra vez hasta dar con el punto perfecto de la tortilla. | @alejandro_oliveira

Así es la tortilla ganadora

La tortilla que ha conquistado el campeonato nacional no tiene trampa ni secretos, pero sí mucha precisión. Alejandro Oliveira prepara su versión con patata monalisa, por su textura suave y su equilibrio entre almidón y dulzor; doce huevos de corral que aportan color, sabor y cremosidad, y tres yemas extra para intensificar el tono dorado y conseguir ese interior meloso que se derrite al cortar.

Las patatas se pochan lentamente en aceite de oliva virgen extra, sin que lleguen a dorarse, hasta quedar tiernas y jugosas. Después, Oliveira mezcla con los huevos justo antes de llevar la sartén al fuego fuerte, donde sella la tortilla apenas unos segundos por cada lado. El resultado es una tortilla brillante, dorada por fuera y cremosa por dentro, con un aroma a huevo y patata que recuerda a la cocina de casa, pero ejecutada con precisión de campeonato.

El secreto del éxito: sencillez y memoria

Parte del atractivo del estilo Betanzos está en su honestidad. No hay trucos, ni rellenos, ni reinterpretaciones: solo ingredientes buenos y control del fuego. 'Si no tienes buen material, no te va a salir lo mejor', reconocía Oliveira.

Esa aparente simplicidad es, paradójicamente, lo que la hace difícil. En una tortilla tan desnuda, todo se nota: el tipo de patata, la frescura del huevo, la temperatura del aceite. Cada paso importa.

Pero más allá de la técnica, hay algo emocional. La tortilla jugosa conecta con una idea de cocina doméstica, imperfecta y viva. Esa textura melosa recuerda a la tortilla de casa, hecha con prisa o con cariño, y tiene algo de nostalgia. Por eso, cuando aparece una tortilla de Betanzos bien hecha, despierta una mezcla de asombro y familiaridad.

Una tortilla que divide (y conquista)

No todos están convencidos. Para muchos, una tortilla 'que se escapa del plato' es un sacrilegio. El debate entre 'cuajada o poco hecha' sigue vivo, y las redes sociales lo amplifican cada vez que se celebra un concurso.

Lo cierto es que el estilo Betanzos no pretende sustituir a otros. Es una forma de entender la tortilla desde la pureza y la precisión. En un país donde cada casa tiene su versión, la de Betanzos propone un regreso a lo esencial: el huevo como protagonista absoluto.

Quizá ahí resida su fuerza. En plena era de la cocina espectáculo, la tortilla gallega nos recuerda que lo mejor sigue siendo lo de siempre.

Porque sí: lo cotidiano vuelve a ser cool.

stats