Cómo reducir el vinagre balsámico

Aprende cómo reducir el vinagre balsámico para intensificar su sabor, la técnica fácil para conseguir una crema balsámica casera. Con un solo ingrediente puedes preparar una salsa versátil elegante y sin aditivos, ideal para realzar recetas en las que buscas un contraste de ingredientes dulces y salados.
Dale un toque gourmet a ensaladas, carnes, pescados, quesos e incluso postres con la reducción de vinagre balsámico. Para una cena especial o para elevar una receta sencilla, es el aderezo perfecto para triunfar.
¿Qué es el vinagre balsámico?
Originario de Italia, de las regiones de Módena y Reggio Emilia, reconocerás el vinagre balsámico por su color oscuro, su textura más densa y su inconfundible sabor agridulce, intenso y ligeramente afrutado.
El vinagre balsámico se elabora a partir de mosto de uva cocido que se fermenta y envejece en barricas de madera durante un período de tiempo, desde meses hasta varios años. De este proceso surgen los distintos tipos de vinagre balsámico.
El vinagre balsámico tradicional (DOP) se envejece durante al menos 12 años y tiene una calidad excepcional, a diferencia del vinagre balsámico de Módena (IGP), que se envejece durante un mínimo de 60 días, es más económico y combina mosto de uva con vinagre de vino.
Las reducciones o cremas balsámicas son más densas y dulces, y es que estos productos comerciales muchas veces llevan azúcares añadidos y conservantes.

Qué significa reducir el vinagre balsámico
La reducción de vinagre balsámico es un proceso muy sencillo que consiste en calentar el vinagre hasta que se evapora parte del líquido y gana espesor. El resultado es una salsa más densa, agridulce y aromática.
Al reducir vinagre balsámico en casa podrás controlar los ingredientes y conseguir el sabor y la textura perfecta para tus recetas. La alternativa saludable a las cremas balsámicas comerciales.
Cómo reducir el vinagre balsámico paso a paso
1. Vierte el vinagre balsámico a un cazo
En un cazo añade el vinagre balsámico. Calcula entre 250 ml y 500 ml de vinagre balsámico, dependiendo de la cantidad que necesites. Ten en cuenta que al reducirse, su volumen disminuirá a la mitad o incluso a un tercio.
2. Cocina a fuego suave
Pon el fuego a temperatura media-baja para evitar que el vinagre hierva de forma brusca. Si el calor es muy alto, puede quemarse o adquirir un sabor amargo.
Deja que el vinagre se cocine lentamente, removiendo de vez en cuando. El proceso puede tardar entre 15 y 30 minutos. Sabrás que está listo cuando la mezcla se haya reducido a la mitad y tenga una textura más espesa como un jarabe ligero.
3. Deja enfriar y conserva
Una vez lista la reducción de vinagre balsámico, retira la cacerola del fuego y deja que se enfríe por completo.

Consejos para reducir el vinagre balsámico
El vinagre balsámico
Si quieres conseguir el mejor resultado, utiliza un vinagre balsámico de calidad (DOP) o un vinagre balsámico de Módena (IGP). Los vinagres de baja calidad suelen tener más agua y menos densidad, lo que dificulta la reducción.
Ingredientes opcionales
Al calentar el vinagre balsámico puedes añadir otros ingredientes si lo deseas. Para suavizar la acidez del vinagre si agregas azúcar no te excedas, una cucharada por cada 250 ml es suficiente. Otra opción habitual es hacer la crema balsámica con miel.
Para darle un toque aromático prueba especias como la canela, la pimienta, el clavo o utiliza aromas naturales como la cáscara de naranja o limón, el ajo o el romero. La clave es remover bien para distribuir los ingredientes en la reducción.
Recipiente y utensilios
Para reducir el vinagre balsámico utiliza un cazo de fondo grueso que distribuya bien el calor. Evita recipientes de aluminio, ya que pueden reaccionar con la acidez del vinagre y alterar su sabor.
Para remover el vinagre en la reducción sin dañar el fondo del cazo usa utensilios de silicona o madera.
La cocción lenta
¡No te alejes de la cocina! El vinagre balsámico debe cocinarse a fuego suave para volverse más espeso, removiendo de vez en cuando. Si descuidas la reducción puede pasar de estar perfecto a quemarse en pocos minutos.
La textura perfecta
Debe tener una textura como un jarabe ligero. Para comprobar que está en su punto puedes usar una cuchara: si al levantarla el líquido forma una fina capa en el dorso, está listo. Recuerda que al enfriarse la reducción espesará más, por lo que no debes dejar que se vuelva demasiado densa en el fuego.

Cómo utilizar la reducción de vinagre balsámico
La reducción de vinagre balsámico es el aderezo perfecto para dar a tus recetas un toque agridulce y crear contraste de sabores. Además, una reducción bien elaborada tiene una textura densa y brillante ideal para decorar los platos y darles un toque visual.
En la cocina se utiliza frecuentemente para decorar y aliñar ensaladas, el toque perfecto para una ensalada caprese de tomate, mozzarella y albahaca. También, es el aliño ideal para verduras asadas o para aderezar unas alubias salteadas.
La crema balsámica casera combina muy bien con carnes como el solomillo, el pato o la pechuga de pollo. También con pescados o mariscos y quesos curados como el parmesano. Dale un toque gourmet a una tabla de quesos o prepara una sabrosa tapa de queso manchego.
En los postres, la reducción de vinagre balsámico se utiliza para decorar y realzar frutas como unas deliciosas fresas con vinagre de Módena. También en helados y postres con queso como la irresistible tarta con queso mascarpone.

Cómo conservar la reducción de vinagre balsámico
Si la guardas en un tarro de cristal esterilizado y bien cerrado, puede durar hasta un mes en la nevera, sin necesidad de añadir conservantes. De la misma forma, también puedes congelarlo. Recuerda etiquetar el frasco, especialmente si preparas distintas versiones, con la fecha y los ingredientes usados para repetir tus recetas favoritas. En el momento de consumirlo, remuévelo bien para recuperar su textura y listo.
Ahora que ya sabes cómo reducir el vinagre balsámico podrás incluir este aderezo en tus recetas como un auténtico chef.