El lugar perfecto para guardar hojas de laurel no es el cajón de especias
Conserva su aroma
Conservar las hojas de laurel adecuadamente asegura que mantengan su sabor y propiedades durante más tiempo

El laurel es una especia fundamental en muchas cocinas del mundo. Su aroma herbal y ligeramente floral aporta una profundidad única a platos como sopas, guisos, caldos y salsas. Unas lentejas estofadas o albóndigas con salsa de tomate y cebolla, por ejemplo, no tendrían el mismo sabor sin al menos una hoja.
Las hojas de laurel suelen medir entre 2,5 y 7,5 cm de largo. Tienen una forma de almendra y un color verde brillante que las hace fácilmente reconocibles.
Aunque es más común conseguirlas secas, estas alcanzan su máximo sabor unas semanas después de ser recogidas. También es posible conseguirlas frescas, pero su sabor es considerablemente más suave que el de las secas.
En cuanto al sabor, la hoja en sí misma no tiene mucho gusto; su sabor es apenas perceptible. Sin embargo, al sumergir algunas hojas en un caldo o salsa caliente, el plato adquiere un aroma sutil a madera y ligero amargor.

Si bien la mayoría de las hierbas se consumen durante la preparación de los platos, el laurel se disfruta mejor cuando se deja entero, para luego ser retirado antes de servir.
Como todo buen ingrediente, el laurel necesita cuidado. Si las dejas en el cajón de las especias, donde suele haber calor y luz, pierden su esencia rápidamente. Lo ideal es guardarlas en un lugar fresco y oscuro para que se mantengan frescas y sabrosas cuando las necesites.
¿Dónde guardar las hojas de laurel?
El lugar perfecto para almacenar las hojas de laurel es el congelador, un método que podría sorprender a más de uno. Aunque no lo parezca, este espacio permite conservar su sabor y aroma casi intactos, manteniéndolos frescos por mucho más tiempo.
Para hacerlo, solo necesitas colocar las hojas de laurel en una bolsa o recipiente hermético y guardarlas en el congelador.
Puedes aprovechar esta alternativa si compras laurel en grandes cantidades o si prefieres tenerlo disponible a largo plazo. De esta manera, evitarás que pierda su sabor con el paso de los meses.
Si, por alguna razón, prefieres no congelarlas, otra opción es almacenarlas en un lugar fresco, seco y oscuro, como una despensa o armario.
Asegúrate de usar frascos de vidrio con tapa hermética para evitar que el aire y la humedad aceleren la pérdida de sus propiedades.
La clave está en evitar la exposición a la luz y al calor, ya que estos factores pueden deteriorar rápidamente el laurel.

Errores comunes al guardar esta especia
Un error habitual al almacenar las hojas de laurel es dejarlas junto a otras especias en el cajón de la cocina. Este espacio, aunque aparentemente conveniente, no es el mejor para conservarlas. Las condiciones de calor y luz aceleran la pérdida de su sabor y aroma.
Otro error es no usar envases herméticos. Las hojas de laurel son especialmente sensibles al aire, que puede oxidarlas y reducir su potencia.
Para evitar esto, es recomendable almacenar las hojas en frascos de vidrio con tapa hermética o en bolsas selladas al vacío, lo que ayudará a mantener su frescura por más tiempo.
Además, es importante evitar guardar el laurel en lugares húmedos, como cerca del fregadero o en el baño, ya que la humedad puede provocar moho y deteriorar las hojas, haciéndolas inutilizables.
El uso de las hojas de laurel no se limita solo a la cocina. Estas hojas también pueden servir para otros fines prácticos, como conseguir un buen olor en la ropa. Además, hace unos meses, el uso de hojas de laurel como amuleto de la suerte se volvió viral, con muchos usuarios colocándolas en sus teléfonos móviles con la esperanza de atraer buena fortuna.