12 entrantes de Joseba Arguiñano para que tu mesa de Navidad sea un festival
Ideas sabrosas
Una selección de bocados fríos y calientes que combina texturas, contrastes y sabores para construir un aperitivo navideño realmente redondo
La Navidad pide alegría, buena compañía y platos que apetezca compartir. Y si hay alguien capaz de combinar tradición, producto y un punto desenfadado que funciona siempre, ese es Joseba Arguiñano. Su cocina, fresca y cercana, encaja de maravilla con los aperitivos festivos: bocados vistosos, fáciles de montar y con ese sabor que abre el apetito.
Reunimos doce de sus entrantes más irresistibles -marineros, crujientes, calentitos, frescos o ligeros- para que tu mesa se convierta en el aperitivo más celebrado de estas fiestas.
1. Pastelitos de cangrejo: suaves y muy navideños
Estos pastelitos de cangrejo son jugosos, con un sabor a mar muy delicado y un formato perfecto para presentar en bandeja.
2. Nuggets de tofu con romesco de remolacha: toque veggie con color
Los nuggets de tofu acompañados de un romesco de remolacha aportan un contraste crujiente y un punto dulce que sorprende incluso a quienes no suelen pedir tofu.
3. Ensaladilla con huevas de trucha: versión deluxe de un clásico
La ensaladilla se vuelve festiva con el brillo y el toque salino de las huevas de trucha, ideal para servir en cucharitas o tostas crujientes.
4. Tequeños de queso con salsa de txistorra: fusión que encanta
Estos tequeños rellenos de queso con salsa de txistorra combinan un exterior crujiente con un interior fundente y un toque vasco irresistible.
5. Ssam de mejillón con aliño oriental: frescor equilibrado
El ssam de mejillón con aliño oriental aporta frescura, aromas limpios y una textura ligera que equilibra cualquier menú navideño.
6. Croquetas de txangurro: cremosidad vasca en estado puro
Las croquetas de txangurro son de esos bocados que siempre desaparecen rápido: intensas, melosas y con todo el sabor del mar.
7. Bocados de langostino y bacon con salsa agridulce: contraste ganador
Los bocados de langostino envueltos en bacon mezclan dulce, salado y crujiente en un solo gesto. Combinan muy bien con entrantes más frescos, como una ensalada de endivias y pera con queso azul perfecta para equilibrar la mesa.
8. Taco de chipirón con mahonesa de limón: sabor intenso en miniatura
Este taco de chipirón con mahonesa de limón aporta un toque moderno: chipirones tiernos, un bocado suave y un punto cítrico que ilumina el conjunto.
9. Flor de calabacín rellena con ajoblanco de uva moscatel: elegancia vegetal
La flor de calabacín rellena con ajoblanco de uva moscatel es delicada, ligera y muy vistosa, perfecta para quienes buscan opciones vegetales elegantes.
10. Ensaladilla de gambas crujiente: tradición con textura nueva
Esta ensaladilla de gambas con toque crujiente combina suavidad y contraste, ideal para servir en pequeños recipientes.
11. Pastel de setas con crema de txistorra: aroma de montaña
El pastel de setas con crema de txistorra aporta un aroma reconfortante y una textura suave que funciona muy bien en mesas festivas. Y para quienes disfrutan de los entrantes de inspiración vegetal, el carpaccio de setas con aliño de hierbas aromáticas es otra propuesta ligera y elegante que combina con cualquier menú.
12. Brioche relleno de gambas al ajillo: bocado tibio para cerrar por todo lo alto
El brioche relleno de gambas al ajillo es jugoso y aromático, perfecto para servir recién hecho y cerrar el aperitivo con un bocado cálido.
Más allá de la variedad, estos doce entrantes comparten algo importante: están construidos con criterios gastronómicos que hacen que un aperitivo funcione de verdad. Combinar preparaciones frías -como la ensaladilla con huevas de trucha o el ssam de mejillón- con bocados calientes -como el brioche de gambas al ajillo o los tequeños- permite jugar con ritmos y temperaturas, algo clave para mantener el interés en una comida larga.
También hay un equilibrio natural entre grasa y frescor: platos melosos como las croquetas de txangurro encuentran descanso en propuestas más limpias como la flor de calabacín o los tacos con toque cítrico. Y lo mismo ocurre con las texturas, que alternan crujientes, cremosas y jugosas, evitando la monotonía que a veces aparece cuando todos los entrantes comparten el mismo perfil.
Esa combinación -mar, tierra, vegetales, fritos y fríos- es lo que convierte un aperitivo en un pequeño menú completo, pensado para abrir el apetito sin saturar. Un planteamiento que funciona en Navidad y en cualquier mesa que quiera celebrar algo.