Ensalada de endivias y pera con queso azul de Joseba Arguiñano

Aprende a hacer una ensalada de endivias y pera con queso azul con la receta de Joseba Arguiñano. Un bocado crujiente, que puede servir como aperitivo o primer plato.
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
5 m
Tiempo total
15 m
Ingredientes (4 personas):
- 3 endivias
- 2 peras
- 30 g de rúcula (limpia)
- 100 g de queso azul de oveja
- 90 g de nueves peladas
- 90 g de azúcar
- 20 ml de agua
- 1 cucharada de mostaza antigua
- 1 cucharada de mostaza de Dijon
- Aceite de oliva virgen extra
- Perejil
Elaboración de la receta ensalada de endivias y pera con queso azul paso a paso
1. Haz las nueces garrapiñadas
Calienta un cazo con el azúcar. Agrega el agua y las nueces, y mezcla bien. Cuando veas que el agua y el azúcar se empiezan a secar, remueve bien las nueces hasta que empiecen a caramelizar.
Pon un trozo de papel de horno sobre la encimera, extiende las nueces encima y deja que se enfríen.

2. Mezcla las peras con mostaza y aceite
Pon las mostazas en un bol grande. Vierte 3-4 cucharadas de aceite y mezcla bien. Pela las peras, retírales el corazón, córtalas en gajos finos, introdúcelos en el bol y mezcla bien.
Incorpora la rúcula y vuelve a mezclar.

3. Rellena las endivias
Rellena las endivias de rúcula con la mezcla de pera, mostaza y rúcula. Corta el queso en pequeñas lascas y pon un trocito encima de cada hoja de endibia.
Coloca un 1-2 medias nueces (caramelizadas) en cada hoja.

4. Sirve la ensalada de endivias y pera con queso azul
Sirve 6 hojas de endivia en cada plato y decóralos con unas hojas de perejil.

Consejos de Joseba Arguiñano para hacer ensalada de endivias y pera con queso azul
Endibias o endivias
La endivia es una planta de la familia de las Asteráceas que se consume como vegetal en ensaladas o guisos. Tienen un sabor ligeramente amargo. Si sientes que el amargor resulta demasiado intenso, puedes sumergirlas brevemente en agua con hielo para suavizarlas.
Es recomendable no cortarlas ni separar sus hojas hasta el momento de consumirlas.
Aunque se consumen principalmente crudas en ensaladas, también pueden prepararse cocidas, asadas, a la brasa o fritas. Si se toman crudas, se aprovecha mejor todo el valor nutritivo que estas hortalizas ofrecen. Su peculiar sabor permite combinarlas con una gran variedad de ingredientes.
Cómo hacer las nueces garrapiñadas
Para preparar las nueces garrapiñadas, la parte crujiente de esta ensalada, Joseba Arguiñano recomienda usar la misma cantidad de frutos secos que de azúcar.
Para disolver el azúcar, añade un poco de agua, pero advierte no usar demasiada: 'Si le echamos demasiada agua, no vamos a conseguir el caramelo que queremos', explica.
Las nueces comienzan a garrapiñarse cuando el agua se evapora. En ese momento, hay que remover con energía para que se suelten los frutos y empiecen a caramelizarse.
Después, es importante dejar enfriar las nueces sobre una bandeja cubierta con papel de horno para evitar que se peguen entre sí.
Aliño de mostaza antigua y mostaza de Dijon
La mostaza antigua y la mostaza de Dijon son dos tipos de mostaza que se diferencian principalmente en su textura, sabor y ingredientes.
La primera se caracteriza por tener granos de mostaza enteros o parcialmente triturados, lo que le da una textura más gruesa y granulada. Su sabor es más suave y menos picante que el de la mostaza de Dijon, con un toque ligeramente dulce y menos ácido, debido a la menor cantidad de vinagre en su preparación.
Por otro lado, la mostaza de Dijon tiene una textura más cremosa y uniforme, ya que los granos de mostaza se muelen finamente. Su sabor es más picante e intenso, con un toque más ácido, ya que se elabora con vinagre blanco o vino blanco.
El color de la mostaza antigua es más amarillo debido al uso de mostaza amarilla, mientras que la mostaza de Dijon tiene un tono más beige o amarillo pálido.
Para aliñar la ensalada, Arguiñano mezcla mostaza antigua y mostaza de Dijon con aceite de oliva. Bate la mezcla con una varilla hasta que emulsione, y luego incorpora los gajos de pera, para que la fruta se impregne bien del aliño.
Poco queso azul
El toque cremoso lo aporta el queso azul, pero Joseba Arguiñano aconseja utilizarlo con moderación para no restar protagonismo al resto de los ingredientes. Es preferible optar por un queso que no sea demasiado fuerte para que no enmascare los demás sabores.
Con qué se puede acompañar la ensalada de endivias y pera con queso azul
Aunque esta ensalada es sabrosa por sí sola como aperitivo o primer plato, puedes acompañarla con pan casero o una baguette ligeramente tostada.
También es un excelente acompañamiento para carnes como pollo a la parrilla, cerdo o ternera. Si prefieres un plato más ligero, un pescado blanco a la plancha, como merluza a la plancha con patatas a la importancia o lenguado menier, combina muy bien y completa la propuesta de forma equilibrada y saludable.
Cómo conservar la ensalada de endivias y pera con queso azul
La ensalada de endivias y pera con queso azul es mejor cuando se sirve fresca, pero si tienes sobras, guárdala en la nevera durante 1-2 días. Sin embargo, es mejor separar el aliño de la ensalada para evitar que las endivias y la pera se marchiten por el vinagre. Aliña la ensalada justo antes de servir.
Para evitar que la pera se oxide, puedes sumergir las rodajas en un poco de agua con limón o zumo de limón antes de añadirlas a la ensalada. Esto ayudará a que la pera conserve su color y frescura.
Es mejor no congelar esta ensalada, ya que las endivias y las peras pierden su textura fresca y crujiente cuando se descongelan. Además, el queso azul podría alterar su textura al congelarse.