Las mejores salsas para patatas: clásicas, picantes y cremosas
Recetas imprescindibles
Patatas fritas, asadas o cocidas: estas salsas elevan su sabor y las convierten en algo especial

Las patatas son ese ingrediente infalible que nunca falta en la cocina. Ya sean cocidas, al horno o fritas, lo bien que se adaptan las convierte en la guarnición perfecta para todo tipo de platos. Pero si hay algo que transforma unas simples patatas en un bocado memorable, son las salsas para patatas.
Cada tipo de patata pide una salsa distinta: las fritas, crujientes y doradas, agradecen contrastes potentes; las cocidas, suaves y húmedas, se lucen con cremosidad; y las asadas, con su sabor profundo, combinan de maravilla con hierbas y quesos.
Estas son las mejores salsas con las que las patadas brillan más
Desde clásicos como la brava o el alioli, hasta opciones más actuales como el pesto o la mayonesa de trufa, estas son algunas de las mejores salsas para que tus patatas brillen con luz propia.
Alioli

El alioli es una de las salsas más tradicionales de la cocina mediterránea. Se prepara a base de ajo y aceite, aunque hoy en día muchas versiones llevan huevo para suavizar la potencia del ajo.
Su textura es densa y su sabor, intenso. Combina bien con todos los tipos de cocción: fritas, cocidas o al horno. Añade carácter y un punto picante que realza cualquier plato.
Salsa brava
La salsa brava es la reina de las tapas en España. Se elabora con tomate, pimentón y un poco de picante. Su textura espesa y su color rojizo la hacen muy atractiva.
Es perfecta para patatas fritas, especialmente si están cortadas en dados y bien doradas.
Mayonesa

La mahonesa o mayonesa es una de las salsas más básicas y populares para acompañar patatas. Se elabora con huevo, aceite y unas gotas de limón o vinagre. Es suave, cremosa y combina con casi cualquier tipo de preparación.
Va especialmente bien con patatas cocidas o al vapor, aunque también es habitual con patatas fritas. Puedes usarla sola o como base para otras salsas más elaboradas, como la tártara o la rosa.
Salsa rosa

La salsa rosa es una mezcla suave y cremosa que combina mayonesa y kétchup. A veces se le añade un chorrito de brandy, zumo de naranja o unas gotas de salsa inglesa.
Es dulce, ácida y untuosa al mismo tiempo. Combina muy bien con patatas cocidas o al vapor, sobre todo en ensaladas frías. También es ideal para patatas tipo cóctel o guarniciones con mariscos.
Salsa holandesa

La salsa holandesa es una emulsión caliente elaborada con yema de huevo, mantequilla y zumo de limón. Tiene una textura sedosa y un sabor delicado, ligeramente ácido.
Es ideal para patatas cocidas o al vapor, sobre todo en platos gratinados. También va muy bien con patatas al horno acompañadas de verduras.
Mojo picón

El mojo picón es una salsa típica de Canarias, al igual que el mojo verde. Lleva pimientos, ajo, comino, vinagre y aceite de oliva. Tiene un sabor especiado y un toque picante muy agradable.
Es ideal para patatas cocidas, sobre todo para las ‘papas arrugás’ tradicionales. También funciona con patatas al horno, siempre que tengan piel crujiente.
Salsa de queso cheddar
La salsa o crema de queso cheddar es irresistible para los amantes del queso. Se prepara con queso cheddar fundido, nata o leche, y a veces un poco de mostaza.
Es espesa, salada y muy sabrosa. Va genial con patatas fritas gruesas, tipo gajo o estilo americano. También puedes usarla en patatas al horno para gratinar.
Salsa de yogur

La salsa de yogur es ligera, fresca y muy fácil de hacer. Se prepara con yogur natural, zumo de limón y hierbas como menta o perejil.
Tiene un punto ácido que refresca el paladar. Combina especialmente bien con patatas cocidas o al horno. Es ideal para platos de verano o como acompañamiento en comidas ligeras.
Salsa barbacoa

La salsa barbacoa es intensa, ahumada y con un punto dulce. Suele llevar tomate, vinagre, azúcar moreno y especias. Es perfecta para patatas fritas, sobre todo si se sirven con carne.
También va bien con patatas al horno si quieres un sabor más marcado. Aporta personalidad y un aire americano al plato.
Kétchup y mostaza
El kétchup es una de las más clásicas al igual que la mostaza. Pero al añadirle especias se transforma. Basta con un poco de comino, pimienta, ajo en polvo o cayena en polvo para darle un giro.
Funciona de maravilla con patatas fritas finas o bastón. Tiene un punto dulce que gusta a todos.
Pesto
El pesto no es solo para la pasta. Esta salsa de albahaca, piñones, parmesano y aceite de oliva es muy versátil.
Va muy bien con patatas cocidas o al horno, especialmente si las sirves en ensalada templada.
Salsa tártara
La salsa tártara es una mayonesa con encurtidos como pepinillos, alcaparras y cebolla. Tiene una textura crujiente y un sabor ácido y sabroso.
Queda genial con patatas cocidas, sobre todo si acompañan pescado o marisco. También es buena opción para patatas al vapor o en ensaladas.
Una buena salsa puede cambiarlo todo. Cocidas, fritas o al horno, las patatas combinan de forma distinta según la salsa. Hay quien no renuncia al alioli clásico; otros se atreven con una de yogur o con una holandesa gratinada al horno. ¿Y tú, cuál prefieres?