En 2021, la empresa de muebles Hammonds realizó un estudio llamado la La sucia verdad, donde analizaba los hábitos higiénicos de 2.000 británicos. De este estudio se desprendió un dato verdaderamente alarmante: casi el 30% de los sujetos admitía que solo cambiaba las sábanas una vez al año o con una frecuencia incluso inferior.
Tras conocerse estos datos, la gente se llevó las manos a la cabeza: ¿cómo se puede dormir a gusto en una cama con sábanas tan sucias?, se preguntaban. Ahora, el debate se traslada al cuarto de baño, lugar que puede convertirse en un verdadero foco de infección y caldo de cultivo para bacterias y patógenos peligrosos para la salud humana. Una de ellas, la más común y peligrosa, es la Escherichia coli (E. Coli), la cual puede causar infecciones del tracto urinario, enfermedades respiratorias, neumonía y otras enfermedades, tal y como detalla el CDC ( Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades).
Esta es la principal razón por la que debemos limpiar y desinfectar el baño con regularidad. Y no, créenos, no basta con que el baño se encuentre visiblemente limpio y sin presencia de olores extraños.
¿Con qué frecuencia limpiar el baño? Lo que dice la ciencia
Hay quien lo limpie a diario, otros quizá lo desinfecten en profundidad una vez a la semana, cada dos semanas o una vez al mes, pero ¿qué dice la ciencia?
Según Kelly Reynolds, directora de ESRAC y cátedra del Departamento de Políticas, Medio Ambiente y Comunidad en la Universidad de Arizona, lo más higiénico y recomendable es limpiar y desinfectar el baño al menos una vez por semana.
Muchos microbios crecen lentamente, especialmente cuando hablamos de levaduras y moho en el baño, que puede tardar días o semanas en crecer, indicó Reynolds en una entrevista para la web esdeciencias.com
También indica que esta labor del hogar no debe limitarse a echar detergente en el inodoro y tirar de la cadena. La razón es obvia, cuando utilizamos el inodoro miles de partículas en forma de aerosol se producen y se quedan suspendidas en el aire con restos de materia fecal. Estos restos se dispersan y adhieren a otras zonas como las paredes, el lavabo, los suelos, etc.
Por esta razón, para limpiar y desinfectar correctamente los aseos debemos seguir una serie de pautas:
- 1. Es importante realizar una limpieza exhaustiva del baño una vez por semana. Esto incluye limpiar las superficies duras como el inodoro, el lavabo, los muebles, la bañera, las paredes, las cortinas, los radiadores, etc.
- 2. Para lograr una desinfección total, debemos contar con un limpiador etiquetado como desinfectante. El más conocido es la lejía, también llamada lavandina y cloro en países Centro y Sur América. Este producto nos ayudará a mantener a raya a los patógenos.
- 3. Otra recomendación es no utilizar mismo trapo o esponja para limpiar todas las superficies. El inodoro debe contar con su propio paño, la encimera también y la ducha, lo mismo. De esta manera evitamos que las bacterias se esparzan por todo el baño.
- Las cortinas de ducha y las paredes también se limpian. Diversos estudios han demostrado cómo las cortinas de ducha albergan moho y otros microorganismos perjudiciales para la salud humana (las levaduras y mohos causan irritación en la piel, los ojos y la garganta, por ejemplo).
- La limpieza del suelo también debe hacerse con lejía o un producto desinfectante. Tras fregar los suelos, vacía el cubo y límpialo. La fregona la puedes dejar en el exterior para que se seque y no se generen en ella olores desagradables.
- La ventilación del cuarto de baño debe ser diaria, tanto si tienes animales como si no los tienes. No solo evitarás las humedades indeseadas, también los malos olores.
A estas pautas debemos añadirles otras más, las que nos afectan directamente a nosotros. Por ejemplo, ¿sabías que millones de patógenos se esparcen por el aire cuando no bajas la tapa del retrete? Estas partículas son potenciales transportadores de enfermedades que pueden afectar nuestro organismo interno (contagios de gripes, varicela, sarampión, difería, entre otros.). Para evitarlo, te recomendamos:
- Bajar la tapa del váter antes de tirar de la cadena.
- Lavarte las manos con agua y jabón de forma minuciosa tras el uso del retrete.
- Utilizar una toalla limpia o papel para el secado.
- Abrir la ventana del baño tras su uso o tras tomar una ducha.
En conclusión, la ciencia recomienda lavar y desinfectar el baño en profundidad al menos una vez por semana, sin olvidarnos de que debemos desinfectar todo, desde las paredes hasta la cortina de la ducha.