Ser casa de acogida es un trabajo duro y entregado con los animales más indefensos, pero también es una labor muy enriquecedora, bonita, tierna y muy satisfactoria.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Hogarmania, 22 de enero de 2019
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Ser casa de acogida es un trabajo duro y entregado con los animales más indefensos, pero también es una labor muy enriquecedora, bonita, tierna y muy satisfactoria.
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Hogarmania, 22 de enero de 2019
Ser casa de acogida es un gesto enriquecedor, gratificante, voluntario y honesto, pero también un trabajo muy duro y entregado, ya que los animales que recojas y te entreguen necesitarán toda tu atención y ayuda y eso es una gran responsabilidad a la que debes saber hacer frente.
Proporcionarles todo lo que necesiten como si fuesen tu mascota es esencial, y darles todo el cariño y atención que se merecen y no han tenido la suerte de recibir. Para ser un hogar de acogida de mascotas debes tomar algunas precauciones y tener diversas cuestiones en cuenta, ¡te las contamos!
Tener conocimientos veterinarios es esencial para ser casa de acogida, especialmente si tratas con especies exóticas y callejeras, ya que sus necesidades son diferentes a las de las mascotas comunes. Si eres una casa de acogida vas a tener que dar alimento y medicamentos, curar arañazos, infecciones, limar dientes y curar patas…
Ser una casa de acogida lleva implícitas diversas cuestiones morales e ideológicas que debes tener en cuenta, y en su mayoría se recomienda mantener una mentalidad antiespecista, defendiendo que todos los animales tengan derecho tengan derecho a ser rescatados: además de perros y gatos, también roedores y aves callejeras.
No obstante, debes acoger a los animales con consciencia, teniendo en cuenta las necesidades de los que ya están en la casa, las prioridades respecto a tu salud y la de las demás mascotas que convivan contigo.
Las casas de acogida antiespecistas ayudan a todo tipo de animales.
Si acoges por ejemplo palomas callejeras y pichones, tendrás que tener en cuenta que lo más probable es que presenten enfermedades como la viruela o salmonelosis, y deberás saber cómo enfrentarte a ello.
De la misma manera, si a tu hogar llegan cachorros de perro o gato, debes tener en cuenta que requieren de muchísima atención, y que necesitan tomas de leche cada muy poco tiempo, lo que te va a obligar a pasar en vilo y alerta toda la noche.
Además los animales callejeros y rescatados de protectoras (perros, gatos, cobayas…) tienden a llegar con parásitos como piojos, que deberás eliminar, además de para recuperar al animal, para que no contagie a tus propias mascotas.
Un veterinario de confianza es esencial para una persona que se dedique a la acogida de animales, ya que en algunas ocasiones el flujo de animales que lleguen a tu hogar será frecuente, y las visitas y revisiones veterinarias serán casi diarias. Además de un veterinario común, si vas a acoger animales de otras especies deberás tener también un veterinario de exóticos de confianza.
Los cachorros existen muchísima atención.
Debes tener en cuenta que no todos los animales que lleguen a tu hogar van a recuperarse de las lesiones que puedan tener y también que, tras su recuperación, deberán abandonar tu hogar, bien para ser adoptados o bien para ser puestos en libertad.
Saber tomar las medidas necesarias para aislar animales que aún no han recibido la atención veterinaria o que sospeches que pueden contagiar algo a otros animales sanos es esencial. Para ello, lo mejor es saber dónde colocarlos en casa e ingeniártelas para que exista el menor contacto posible con otros animales.
La construcción de jaulas, camas y casetas de forma artesanal y rápida es casi imprescindible, nunca sabes cuándo vas a tener un rescate y vas a tener que amoldar tu hogar rápidamente al nuevo compañero de piso.
El aporte desinteresado de ayuda, cariño y comprensión hacia animales indefensos que necesitan toda tu ayuda es mucho más enriquecedor que todo el trabajo y esfuerzo que supone ser una casa de acogida. Disfrutar de la honestidad de los animales y ver cómo son capaces de recuperarse y hacerse mayores habiendo compartido con ellos tu propio techo es también una de las cosas más bonitas.