Dulces típicos de Valencia para celebrar el Día de la Comunitat Valenciana
Tradición dulce
Un recorrido por los postres más emblemáticos de la repostería valenciana

La Comunidad Valenciana no solo brilla por sus arroces o su huerta, también por una repostería llena de historia que refleja las culturas que pasaron por estas tierras: árabes, cristianas y judías.
La almendra, la miel, la calabaza o la chufa son ingredientes protagonistas en recetas que han viajado de generación en generación, convertidas hoy en símbolos de identidad.
En vísperas del 9 de octubre, Día de la Comunitat Valenciana, merece la pena repasar el origen y la riqueza de los dulces típicos valencianos que siguen endulzando fiestas y hogares.
Orígenes e influencias de la repostería valenciana
La repostería valenciana es fruto del mestizaje cultural. De los árabes heredó el uso de la almendra, la miel y las especias; de la tradición cristiana, los dulces vinculados al calendario litúrgico, como el arnadí en Semana Santa o el panquemao en Pascua. La chufa, exclusiva de la huerta de Alboraya, dio lugar a la horchata y a los fartons que la acompañan. Y en fiestas locales, como las Fallas o la 'mocaorà', los postres se convierten en protagonistas.
Esta fusión de raíces convierte a los dulces valencianos en un patrimonio gastronómico que va mucho más allá de lo meramente goloso: son memoria viva de la historia y las celebraciones de la región.
Fartons
Indispensables para todo aquel que visite Valencia. Nacidos en Alboraya en los años 60, se crearon expresamente para acompañar la horchata. Tiernos, alargados y esponjosos, se espolvorean con azúcar glas y constituyen uno de los matrimonios más felices de la gastronomía valenciana.

Hoy en día se pueden encontrar en su versión tradicional o en la variante hojaldrada, más crujiente. Se venden en prácticamente todos los hornos y supermercados, pero también puedes prepararlos en casa con esta receta de fartons caseros y acompañarlos de una auténtica horchata de chufa.
Coca de llanda
Bizcocho sencillo pero imprescindible. Surgió como recurso económico en tiempos difíciles y hoy es un clásico de desayunos y meriendas. Se hornea en bandeja rectangular y combina a la perfección con chocolate caliente o incluso con un vaso de horchata.

En Alicante se conoce como coca boba y en Castellón como coca mal feta, lo que demuestra lo extendida que está por toda la Comunitat. A partir de la receta básica han surgido versiones con nueces, pasas o calabaza.
Arnadí
Uno de los postres más antiguos de la Comunidad Valenciana, de origen musulmán. Se prepara sobre todo en Semana Santa y Cuaresma y su base puede elaborarse con calabaza asada, boniato rojo o una combinación de ambos, siempre acompañados de almendra molida, azúcar, canela y huevos. Tradicionalmente se hornea en cazuela de barro y se adorna con almendras y piñones, cuya disposición recuerda a una corona de espinas.

En zonas como Xàtiva o Gandía también se conoce como carabassa santa, y cada familia lo adapta a su gusto, jugando con las proporciones de calabaza y boniato.
Panquemao
Típico del Lunes de Pascua, aunque hoy se consume todo el año. De corteza tostada y casi negra, contrasta con un interior blanco y esponjoso. Su nombre describe a la perfección ese equilibrio entre lo crujiente y lo tierno.

También recibe otros nombres como toña o mona de Pascua, y es habitual acompañarlo con onzas de chocolate o mojarlo en un vaso de leche.
Buñuelos de calabaza
Los reyes de las Fallas. Dorados por fuera y suaves por dentro, se elaboran con masa de calabaza y levadura, y se disfrutan mejor recién hechos con una taza de chocolate caliente.

Aunque hoy se relacionan con Valencia, su origen es muy antiguo y se extendieron por toda la península durante la Edad Media. Si te animas a hacerlos en casa, aquí tienes la receta de los tradicionales buñuelos de calabaza.
Mazapanes de Sant Donís
El 9 de octubre, además del Día de la Comunitat Valenciana, se celebra la 'mocaorà', una especie de San Valentín local. La tradición manda regalar un pañuelo lleno de mazapanes con forma de frutas, además de figuras como el piulet y el tronador.
Coloridos y vistosos, son un símbolo de amor y tradición que cada año vuelve a llenar escaparates y pastelerías.

Pasteles de boniato
De origen árabe, son pequeñas empanadillas dulces rellenas de boniato y canela. Se disfrutan sobre todo en Navidad, acompañadas de café, infusiones o vino dulce.
En algunas comarcas también se rellenan con calabaza o almendra, y reciben nombres distintos como pastissets.

Rollitos de anís
También llamados borrachets, se sirven en fiestas populares, Navidad y Semana Santa. Son crujientes y aromáticos, con ese toque inconfundible del anís que les da nombre.
Se conservan muy bien durante días, por lo que es habitual tener una caja en casa para acompañar sobremesas y meriendas.

Turrones
Los más famosos de España: el blando de Jijona y el duro de Alicante, ambos con Denominación de Origen. Se elaboran con almendra, miel y azúcar, y aunque son un clásico de la Navidad, representan todo el año la tradición repostera valenciana.

Jijona incluso cuenta con su propio Museo del Turrón, que atrae cada año a miles de visitantes. Y si quieres descubrir cómo se elabora en casa, no te pierdas esta receta de turrón blando de Jijona.
Polvorones y mantecados
Aunque los polvorones se consumen en toda España, en Valencia han alcanzado gran protagonismo en Navidad. Elaborados con manteca de cerdo y harina, son una versión más delicada y suelta de los mantecados tradicionales.
Los más apreciados son los de almendra, aunque hoy se encuentran versiones de chocolate, canela o limón.
Otros dulces que merece la pena probar
Además de los más conocidos, cada comarca tiene su especialidad. Algunos ejemplos son los congrets de Llíria, los cachaps de Paterna, la monjavina de Orihuela o los rosegons de almendra, similares a los cantuccini italianos. Todos ellos forman parte del rico mosaico repostero de la Comunitat Valenciana.

Dónde probarlos
La mejor manera de descubrir esta tradición es visitar las pastelerías y hornos artesanos repartidos por la Comunitat Valenciana.
En Alboraya encontrarás algunas de las horchaterías más famosas para disfrutar de fartons con horchata, en Jijona los turrones alcanzan su máxima expresión, y durante las Fallas los buñuelos de calabaza se venden en cada esquina.
Valencia guarda en sus dulces una parte esencial de su historia y de sus fiestas, un legado que merece la pena visitar y probar.