Así fue el primer Mundial del Percebe: Cedeira gana con el percebe más sabroso del planeta
Sabor gallego
Un jurado con estrellas Michelin lo tuvo claro: Galicia manda en el podio del rey de los mariscos

Diego Iglesias y Yolanda Cuesta tenían un sueño: rendir homenaje al percebe, ese crustáceo que para muchos es el auténtico rey del marisco. Desde su taberna Bon Pé, en el corazón de Cedeira, idearon lo que parecía una locura: un campeonato mundial para elegir el mejor percebe del mundo. Y vaya si lo consiguieron.
El primer Mundial del Percebe se celebró en junio, coincidiendo con el primer aniversario del local, en medio de unas jornadas gastronómicas que llenaron la villa costera de aromas salinos y platos de sabor atlántico.
Un jurado con estrellas Michelin y percebes de medio mundo
Cinco expertos con un paladar afinado para coronar al mejor percebe: Luis Veira (Árbore da Veira, A Coruña), Rafa Zafra (Estimar, Madrid y Barcelona) e Hideki Matsuhisa (Koy Shunka, Barcelona), los tres con estrella Michelin, se unieron a Berto Domínguez (D'Berto, O Grove) y Javi Botana (Pescaderías Coruñesas, Madrid) para probar los lotes de percebe que llegaban de distintas zonas de Galicia, de otras regiones españolas y también del extranjero.
Porque en esta competición no solo estaban Cedeira, A Coruña, Camelle o Muxía. También participaban Corme, Aguiño, Malpica, Cangas, Asturias, el País Vasco, Portugal, Bretaña y Marruecos. Una auténtica liga internacional de percebes.
Pero no hubo duda. Todos los jueces coincidieron: el percebe de Cedeira fue el mejor. Según los organizadores, la decisión del jurado fue sorprendentemente unánime, lo que dejó claro el nivel de excelencia del producto local. A Coruña se llevó la medalla de plata y Camelle la de bronce. El mensaje fue claro: los mejores percebes del mundo son gallegos.
El Mundial no solo fue un éxito de público y crítica, sino que también consolidó a Cedeira como un nuevo punto caliente del turismo gastronómico. Unas jornadas dedicadas al percebe acompañaron al campeonato con un menú degustación en Bon Pé que ofreció una experiencia sensorial única para quienes aman este marisco.

El percebe gallego: calidad, dificultad y sabor que lo hacen único
El percebe no es solo un marisco, sino uno de los productos más difíciles y arriesgados de recolectar. Crece en zonas rocosas batidas por el oleaje, donde solo los percebeiros profesionales, equipados con trajes especiales y anclados con cuerdas, se atreven a recogerlo. Esta dificultad influye directamente en su precio y en su prestigio en la alta cocina.
Desde el punto de vista gastronómico, el percebe gallego destaca por su sabor potente a mar, su textura carnosa y firme, y su aroma salino natural. La frescura es clave: cuanto menos tiempo pase desde la extracción hasta la cocción, mejor. Aunque hay percebes en otras partes del mundo, los de Galicia son los más valorados por chefs y amantes del buen marisco por sus condiciones de crecimiento extremas.
El precio del percebe gallego no es casual. Aparte de la estacionalidad, influye sobre todo el tamaño: los ejemplares más grandes pueden alcanzar hasta 180 euros por kilo en lonja. Pero no es solo cuestión de volumen.
Los más apreciados son aquellos que llegan a puerto con parte de la roca todavía adherida, prueba de que han sido recogidos en zonas de fuerte oleaje. Suelen ser gruesos, bien proporcionados y con una textura firme. En cambio, los llamados 'percebes de sombra', que crecen en rincones más protegidos y alargados, tienen menor intensidad de sabor, según información de la web de Turismo de Galicia.
Curiosamente, hace apenas unas décadas, los percebes no tenían el valor que ostentan hoy. Según recuerdan muchos gallegos de generaciones anteriores, cuando eran niños se usaban los percebes y los mejillones para abonar los árboles frutales. No fue hasta los años cincuenta cuando comenzaron a comercializarse con regularidad y a ganar prestigio como producto gastronómico, primero en Galicia y después en el resto de España.
El refrán gallego que resume cómo se cuecen los percebes
'Agua a hervir, percebes echar; agua a hervir, percebes quitar.' Así reza uno de los refranes más conocidos del litoral gallego, que resume a la perfección cómo debe cocerse este marisco para conservar todo su sabor. La receta tradicional lo tiene claro: solo agua con sal.
Según información de la web de Turismo de Galicia, algunos le añaden una hoja de laurel al agua de cocción, pero lo esencial es no restarle protagonismo al producto. Aunque sigue triunfando en su versión más pura, cada vez es más habitual ver percebes en platos de autor: en cremas marinas, como guarnición de pescados o incluso en reinterpretaciones de cocina fusión.
Además, su temporalidad también lo convierte en un producto especial. La temporada alta va de noviembre a marzo, aunque en zonas como Cedeira también se recolecta en verano gracias a las concesiones de marisqueo reguladas.
Este primer Mundial del Percebe no solo ha servido para coronar al percebe de Cedeira como el mejor del mundo, sino también para visibilizar el valor de un producto que representa la dureza del oficio marinero, la riqueza del litoral gallego y la excelencia de su gastronomía. Una iniciativa que, más allá de la competición, ha puesto en valor una tradición única de la costa gallega.
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