Tipos de pasta: conoce todas las variedades y cómo usarlas en la cocina
Cocina italiana
Desde los espaguetis hasta los tortellini: qué distingue a cada tipo de pasta y cómo elegir el más adecuado para tus platos

¿Cuántos tipos de pasta existen?
Aunque solemos pensar en espaguetis o macarrones, en realidad existen más de 300 formas distintas de pasta catalogadas en todo el mundo, muchas de ellas originarias de Italia. Algunas son universales y otras muy locales, como las orecchiette de Apulia o los pici toscanos.
Según el último informe anual de la International Pasta Organisation, Italia lidera el ranking mundial con más de 23 kg de pasta consumidos por persona al año, seguida por países como Túnez, Venezuela o Grecia. En España, el consumo medio ronda los 8,9 kg por persona.
Tipos de pasta según su forma
1. Pasta larga
Ideal para platos con salsas suaves o a base de aceite. Se come habitualmente enrollándola con el tenedor.
- Espaguetis: los más populares. Van bien con tomate, albóndigas o carbonara.
- Tagliatelle: cintas planas que se usan con ragús o salsas densas.
- Fettuccine: muy similares a los anteriores, algo más anchos.
- Linguine: más planos que los espaguetis, perfectos con marisco.
- Capellini o cabello de ángel: muy finos, ideales para sopas.

2. Pasta corta
Perfecta para platos con muchas mezclas, ensaladas o gratinados. Retiene bien salsas y tropezones.
- Penne: cilíndricos, con corte diagonal. Van muy bien con salsas cremosas.
- Macarrones: pequeños tubos rectos muy versátiles, ideales para platos con salsa de tomate, gratinados o la popular receta de macarrones con queso.
- Fusilli: en espiral, ideales para retener salsas espesas o pesto.
- Rigatoni: tubos grandes con estrías, geniales para platos al horno.
- Farfalle: con forma de pajarita, perfectos para ensaladas frías.
3. Pasta rellena
Normalmente se elabora con masa fresca e incluye rellenos como carne, espinacas, queso o setas.
- Raviolis: cuadrados y planos, con rellenos variados.
- Tortellini: forma de anillo, se suelen servir con caldo o salsa suave.
- Canelones: tubos grandes que se rellenan y hornean.
- Lasaña: láminas para montar capas con relleno y bechamel.
4. Pasta especial o regional
Cada zona de Italia tiene su pasta característica. Algunas se elaboran aún a mano.
- Orecchiette: típicas de Apulia, su nombre significa “orejitas”.
- Pici: espaguetis gruesos, rústicos y tradicionales de la Toscana.
- Trofie: de Liguria, cortas y retorcidas, ideales para pesto.
- Busiate: enrolladas en espiral, típicas de Sicilia.

Pasta fresca vs. pasta seca: ¿en qué se diferencian?
Aunque ambas se elaboran con ingredientes sencillos, la pasta fresca y la pasta seca presentan diferencias importantes en textura, sabor, conservación y uso en la cocina.
Pasta seca: versatilidad y larga duración
La pasta seca es la que encontramos habitualmente en los supermercados. Se elabora con sémola de trigo duro y agua, y pasa por un proceso de secado que elimina completamente la humedad. Este método no solo permite conservarla durante meses sin necesidad de refrigeración, sino que también le da una textura más firme, ideal para mantener la cocción al dente.
Es perfecta para el día a día: espaguetis, macarrones, penne o fusilli son tipos de pasta seca que aguantan bien todo tipo de salsas, desde las más ligeras hasta las más contundentes. Su resistencia al cocinado y su disponibilidad la convierten en una opción muy práctica y versátil.
Pasta fresca: sabor más delicado y cocción rápida
La pasta fresca, en cambio, suele elaborarse con harina y huevos, lo que le confiere una textura más suave y un sabor ligeramente más rico. Como no se somete a un secado completo, contiene más humedad y, por tanto, debe refrigerarse y consumirse en pocos días.
Su cocción es mucho más rápida (a menudo basta con 2 o 3 minutos) y es ideal para platos más delicados o para cuando se busca un resultado más casero. Las variedades rellenas como raviolis, tortellini o cappelletti casi siempre se venden como pasta fresca, ya que la textura tierna de la masa es clave para que el relleno destaque.
Ambas opciones son válidas según el tipo de receta. La pasta seca es más resistente y práctica para platos de diario, mientras que la pasta fresca aporta un toque más sofisticado, ideal para preparaciones especiales o cuando se busca una experiencia gastronómica más artesanal.

¿Qué pasta elegir según la salsa?
Una de las claves del éxito de un buen plato de pasta está en combinar correctamente la forma de la pasta con el tipo de salsa. Esta regla no es caprichosa: cada forma de pasta tiene una textura, una superficie y una estructura pensadas para atrapar ciertos ingredientes, potenciar sabores y lograr una experiencia equilibrada al comer.
Salsas ligeras: aceite, ajo, marisco o hierbas
Para salsas sencillas y delicadas, como las que se elaboran con aceite de oliva, ajo, mariscos o hierbas frescas, lo ideal es utilizar pastas largas y delgadas, como:
- Espaguetis
- Linguine
- Capellini (cabello de ángel)
Estas variedades permiten que la salsa se distribuya de manera uniforme a lo largo de la pasta sin apelmazarse, y realzan el sabor de ingredientes sutiles como el ajo, el perejil, el limón o el marisco.
Salsas densas o con carne: boloñesa, ragú o setas
Cuando se trata de salsas más ricas y contundentes, como la boloñesa, el ragú de carne o las salsas con setas, es mejor optar por pastas largas pero más anchas y planas, que ofrecen mayor superficie para que la salsa se adhiera:
- Tagliatelle
- Fettuccine
- Pappardelle
Estas pastas, originarias del norte de Italia, están pensadas para sostener el peso de las salsas espesas y sabrosas, y son ideales para platos más reconfortantes o invernales.

Salsas cremosas o de queso: nata, gorgonzola, carbonara
Para las salsas de textura cremosa -como la de nata, la carbonara tradicional o las elaboradas con quesos como el gorgonzola- lo más recomendable es utilizar pasta corta con forma tubular o en espiral, ya que estas formas retienen bien el líquido en su interior y permiten que cada bocado esté bien impregnado:
- Penne
- Rigatoni
- Fusilli
Estas pastas son perfectas para platos sabrosos y consistentes, y también funcionan muy bien en recetas con ingredientes troceados, como panceta, verduras salteadas o pollo.
Platos al horno: lasañas, canelones, gratinados
Cuando se prepara pasta al horno, lo más importante es que la forma elegida pueda sostener el relleno o formar capas, y que soporte bien el gratinado. En estos casos, la mejor opción son pastas grandes, planas o con cavidades:
- Canelones
- Lasaña
- Macarrones
Estas variedades están pensadas para absorber la bechamel, el tomate o los quesos derretidos sin deshacerse. Además, permiten combinar texturas en un mismo plato: el relleno cremoso, la pasta suave y la capa superior crujiente.
Consejo extra
Si quieres improvisar un plato con lo que tengas en casa, una buena regla general es pensar en la estructura de la salsa: cuanto más líquida o ligera sea, más fina y larga puede ser la pasta. Cuanto más espesa, con trozos o pesada, mejor funcionará con una pasta corta o con cuerpo.

Cómo cocer bien la pasta (sin errores)
Aunque cocer pasta pueda parecer una tarea sencilla, hay pequeños detalles que marcan la diferencia entre un plato correcto y uno verdaderamente delicioso. Seguir unos pasos básicos te ayudará a conseguir una pasta en su punto justo, con buena textura y lista para absorber la salsa. Estos son los errores más comunes que debes evitar y las recomendaciones clave para lograr una cocción perfecta:
- Agua abundante y salada: 1 litro por cada 100 g de pasta + 1 cucharadita de sal.
- Nada de aceite en el agua: impide que la salsa se adhiera.
- Cocción al dente: sigue el tiempo del paquete y prueba antes de escurrir.
- No enjuagar después: salvo si es para ensalada fría.
Curiosidades sobre la pasta
La pasta no es solo un alimento básico: es también un elemento cultural cargado de historia y tradición. Aquí te dejamos algunas curiosidades que quizá no conocías:
- El Día Mundial de la Pasta se celebra cada 25 de octubre, una fecha promovida por la 'International Pasta Organisation' para homenajear este alimento universal.
- Algunas formas tradicionales aún se elaboran a mano, como los trofie o los busiate, que se enrollan uno a uno con paciencia y destreza en muchas regiones del sur de Italia.
- En muchos pueblos italianos, la pasta es parte del patrimonio gastronómico y cultural, y se celebran fiestas populares en torno a su preparación y consumo.
- Cada vez hay más interés por las versiones integrales, sin gluten o elaboradas con harinas alternativas como legumbres, espelta o quinoa, lo que refleja una tendencia global hacia una alimentación más saludable y adaptada a diferentes necesidades.
Saber qué pasta va mejor con cada preparación te ayudará a dominar la cocina italiana y a diversificar tu menú con facilidad. Ya sea para una cena rápida o una comida especial, hay una pasta perfecta para cada receta. Y ahora que sabes cómo usarlas, ¿por qué no te animas a probar una variedad nueva esta semana?