Los 4 pescados que la AESAN recomienda evitar en el embarazo y la infancia
consejos nutricionales
Comer pescado es muy saludable, pero no todas las especies son iguales.

Comer pescado es muy saludable. Es algo que todos tenemos claro. Pero en algunos momentos de la vida, hay que tener cuidado con el consumo de algunas especies, sobre todo si estás embarazada o tienes niños pequeños.
Pocos alimentos tienen tantos beneficios como el pescado. Rico en proteínas de alta calidad, en ácidos grasos omega-3 y en nutrientes esenciales como el yodo, el selenio o la vitamina D, su consumo regular se asocia a una mejor salud cardiovascular y a un buen desarrollo neurológico, especialmente durante el embarazo.
Por eso, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) insiste en que comer pescado es seguro y recomendable. Sin embargo, eso no significa que todas las especies sean iguales.
Algunas acumulan más mercurio, un contaminante ambiental, y por eso hay recomendaciones específicas para ciertos grupos de población.

¿Qué tiene que ver el mercurio con el pescado?
El mercurio es un elemento que está presente de forma natural en el medio ambiente, pero que también puede liberarse por la actividad humana. Una vez en el agua, se transforma en metilmercurio, una sustancia que los peces absorben a través del alimento y que permanece en sus tejidos.
Cuanto más grande es el pez y más alto está en la cadena trófica, más mercurio acumula a lo largo de su vida. Este fenómeno se llama bioacumulación, y hace que ciertas especies tengan concentraciones más elevadas que otras. La buena noticia es que esto no afecta a todos los pescados por igual.
Los 4 pescados que AESAN recomienda limitar (o eliminar en algunos casos)
Según las recomendaciones de AESAN, hay cuatro especies que presentan un contenido elevado de mercurio, y que conviene limitar o evitar en determinadas etapas de la vida:
- Pez espada / Emperador
- Atún rojo (Thunnus thynnus)
- Tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera)
- Lucio
No se trata de demonizar estos alimentos, sino de ajustar su frecuencia de consumo si perteneces a alguno de los grupos de población más sensibles.

¿Quién debe tener más precaución?
AESAN señala a la población vulnerable, que debe seguir unas pautas más específicas:
- Mujeres embarazadas
- Mujeres en lactancia
- Mujeres que estén planificando un embarazo
- Niños y niñas de 0 a 10 años
En estos grupos, el mercurio puede afectar al desarrollo del sistema nervioso, sobre todo durante el embarazo o los primeros años de vida. Por eso la AESAN recomienda a estos grupos de población evitar por completo las 4 especies.
De hecho, estos cuatro pescados son algunos de los alimentos que tu bebé no puede comer antes de cumplir un año, pero en este caso, esta prohibición se prolonga hasta años más tarde, como ocurre con la carne de caza, las bebidas de arroz, los alimentos crudos (carne, pescado y huevos) o las cabezas de marisco, en este caso, por la cantidad de cadmio.
Tampoco se aconseja que los niños de menos de 6 años coman frutos secos enteros o alimentos con forma redonda, por el riesgo de atragantamiento que suponen.
Para los niños de 10 a 14 años, la AESAN recomienda limitar el consumo de estas cuatro especies de pescado a un máximo de 120 g al mes.
En el resto de la población adulta, se pueden consumir ocasionalmente, siempre dentro de una dieta variada.
AESAN anima a consumir pescado 3 o 4 veces por semana, alternando entre pescados blancos y azules, y priorizando las especies con bajo o medio contenido en mercurio, como: merluza, bacalao, sardina, salmón, trucha, jurel, dorada, lenguado, caballa, boquerón, calamar, pulpo, mejillón, almejas, langostinos, sepia…
Estas opciones son seguras para toda la familia y aportan todos los beneficios del pescado sin necesidad de preocuparse por el mercurio, así que prepara un buen bacalao al pilpil o una merluza rebozada y a disfrutar.