Cada cuánto cambiar la tierra de las macetas y cómo hacerlo correctamente

¿Sabías que cambiar la tierra de tus macetas puede transformar la salud de tus plantas? Con los cuidados adecuados en el sustrato, tus plantas podrán crecer y florecer como nunca. Descubre cómo y cuándo es el momento ideal para renovar su tierra y asegurar un desarrollo óptimo.
Cuando las plantas crecen directamente en la tierra, las raíces suelen expandirse hasta alcanzar el doble de volumen que la parte visible de la planta. Sin embargo, en una maceta, el espacio para las raíces es mucho más limitado.
Al no contar con un volumen de tierra suficiente, es fundamental prestar especial atención al sustrato para compensar esta falta de espacio.
Elegir el tipo de sustrato adecuado y renovarlo periódicamente es esencial para garantizar que las plantas cultivadas en contenedor tengan todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo.
¿Cada cuánto hay que cambiar la tierra de las macetas?
El momento adecuado para cambiar la tierra de tus macetas depende de varios factores, como el tipo de planta, la calidad del sustrato inicial y las condiciones de cultivo.
Las plantas de crecimiento rápido, por ejemplo, suelen agotar los nutrientes de la tierra de forma más acelerada y usar un sustrato de buena calidad desde el principio te ayudará a retrasar un poco el cambio de tierra.

Sin embargo, a nivel general, Iñigo Segurola recomienda que la cambies si ya ha pasado un año y, hacerlo, principalmente, durante la primavera. Si no ha superado ese periodo, no sería necesario. Eso sí, tendrías que aportarle los nutrientes necesarios para que la futura planta se desarrolle perfectamente.
Factores que indican que hay que cambiar la tierra
Existen varias señales que te indican que una planta necesita un cambio de tierra urgente:
Crecimiento lento
Si la planta deja de crecer o lo hace de forma mucha más lenta puede ser un indicativo de que el sustrato no dispone de los nutrientes necesarios para ello. Estos son son el nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), conocidos como NPK.
Suelo compactado
Un suelo muy compacto o seco dificulta la absorción de los nutrientes mencionados y, por lo tanto, impide que la planta prospere.
Pérdida de hojas
Si la planta sufre una carencia nutricional respecto al sustrato puede repercutir en una caída de hojas o en un amarilleamiento.

Aparición de plagas
Aunque las plagas no siempre son una señal directa de que se necesita un cambio de tierra, sí que es recomendable hacerlo después de que hayan sufrido un ataque.
Muchas plagas dejan huevos o larvas en el sustrato, lo que puede provocar una reaparición del problema. Al cambiar esta tierra, te aseguras que se soluciona en su totalidad.
¿Qué tipo de tierra elegir para las macetas?
Una vez que ya has identificado la necesidad de un cambio de tierra, ¿cómo puedes elegir la adecuada y en qué detalles deberías fijarte?
En otro artículo ya hablamos de cómo las raíces son el cerebro de las plantas y de cómo mantener su salud es clave para que estén siempre en perfecto estado. Para asegurarnos de que esas raíces puedan respirar, absorber oxígeno y liberar CO2, es crucial que el sustrato tenga aire, que permita una buena circulación de los gases.
La tierra mineral de jardín común suele ser pesada, lo que en un cultivo en maceta es un problema, ya que no dejaría suficiente espacio para el oxígeno, impidiendo que las raíces crezcan como deberían. Esto provocaría que la planta se quede compacta y no desarrolle todo su potencial.

Por eso, cada vez que necesites añadir tierra a una maceta, debes optar por un sustrato basado principalmente en turba, que es altamente porosa.
Hoy en día existe una gran variedad de sustratos, con mezclas preparadas para diferentes tipos de plantas, como las que tienen flores o los cactus. La composición del sustrato variará según las necesidades específicas de cada planta.
Una vez elijas el tipo de sustrato más adecuado para tus plantas, asegúrate de que, al abrir el saco, no huela mal. Si percibes un olor fuerte a pino, significa que el proceso de fermentación de las materias orgánicas que se han utilizado aún no está completo, lo cual indica que la calidad del sustrato es deficiente.
Cómo cambiar la tierra de una maceta paso a paso
Como bien explica el biólogo Manuel Gras, los trasplantes y la incorporación de un nuevo sustrato de calidad, aunque son procesos necesarios, representan momentos muy críticos para las plantas.
Durante ese periodo, las plantas se vuelven extremadamente sensibles a los cambios, por lo que, si no realizamos de forma adecuada, corremos el riesgo de que la planta no sobreviva.
1.Escoge el momento adecuado
Aunque no existe una fecha exacta para realizar un trasplante, ya que depende en gran medida de nuestra ubicación geográfica, el tipo de planta y las condiciones climáticas, se recomienda hacerlo justo antes de que comience el periodo de crecimiento y floración de la planta.

De esta forma, cuando la planta inicie su fase de crecimiento, ya estará en su nueva tierra, lo que le permitirá aprovechar al máximo los nutrientes y crecer libremente.
También es recomendable llevar a cabo el trasplante en las primeras horas de la mañana o a última hora de la tarde.
2. Prepara el recipiente y revisa el estado de las raíces
Puedes aprovechar esta ocasión para cambiar de maceta si lo consideras necesario. Asegúrate de que la nueva maceta tenga el tamaño adecuado y sus respectivos agujeros de drenaje para permitan que el agua sobrante salga por ellos.
Al sacar el cepellón del recipiente, revisa el estado de las raíces. Si la planta ha permanecido mucho tiempo en la misma maceta, es probable que las raíces estén enrolladas o saturadas y requieran una pequeña poda. Por si te sirve te ayuda, te dejamos un ejemplo del paso a paso de la poda de raíces de la drácena marginata.
3.Retira la tierra antigua
En general, no se debe retirar todo el sustrato del cepellón, ya que esto puede causar un gran estrés en la planta. Como mencionamos anteriormente, este paso es muy delicado y, aunque necesario, debe hacerse con cuidado.

Deja parte del sustrato original, a menos que la planta haya sido afectada por plagas o enfermedades. Si la tierra está muy seca o compactada, puedes utilizar un pequeño palo para aflojarla y desprenderla suavemente con las manos.
Es fundamental ser muy cuidadoso, especialmente con aquellas plantas cuyas raíces son más sensibles.
4. Trasplanta
Coloca la planta en su nueva maceta y cubre las raíces con la nueva tierra. Presiona ligeramente y espera un tiempo a regar. En este momento la planta no tiene capacidad de absorción de nutrientes y, por tanto, podría morir ahogada por falta de oxigenación radicular.