Qué hacer con el congelador para que no haga hielo: trucos y consejos de expertos
Cocina eficiente
Evita la escarcha y alarga la vida de tu electrodoméstico

Abrir el congelador y encontrarse con una gruesa capa de escarcha es una experiencia común en muchos hogares. Al principio parece inofensivo, pero ese hielo que se acumula poco a poco roba espacio útil, dificulta la organización de los alimentos, hace que el motor trabaje más y dispara el consumo eléctrico.
En otras palabras: mantener el congelador libre de hielo no es solo una cuestión de comodidad, también de eficiencia y ahorro.
La buena noticia es que hay formas sencillas de evitarlo. Y no lo decimos solo nosotros: la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) insiste en que con unos hábitos correctos se puede reducir la escarcha y alargar la vida del electrodoméstico.
Por qué aparece hielo en el congelador
La escarcha se produce por la humedad. Cada vez que abrimos la puerta, entra aire caliente cargado de vapor de agua. Al enfriarse en contacto con las paredes, ese vapor se convierte en pequeñas partículas de hielo.
Si a eso le añadimos prácticas como meter comida aún caliente, tener las gomas deterioradas o una temperatura demasiado baja, el problema se multiplica.
En resumen: el hielo no aparece por azar, sino porque algo en el uso o mantenimiento del aparato lo está favoreciendo.

Consejos prácticos para evitar la escarcha
La mejor estrategia contra el hielo es la prevención. Antes de que la escarcha gane terreno, conviene incorporar una serie de rutinas sencillas:
- No meter comida caliente: espera a que los platos se enfríen antes de congelarlos, así no aportan vapor extra. Por ejemplo, si quieres conservar verduras de temporada, te puede interesar aprender cómo congelar calabaza correctamente para que mantenga su textura y sabor.
- Tapar y envolver bien los alimentos: usa bolsas de congelación y recipientes herméticos para reducir la humedad y conservar mejor el sabor. Un buen ejemplo es este truco para congelar perejil y mantenerlo siempre fresco.
- Revisar las gomas de la puerta: si están deterioradas, permiten que entre aire húmedo constantemente.
- Mantener la temperatura adecuada: -18 °C es el punto óptimo recomendado por los expertos.
- Abrir la puerta lo menos posible: cada apertura innecesaria introduce aire caliente.
- No sobrecargar el congelador: el aire debe circular entre los alimentos para que se enfríen de forma uniforme. Por ejemplo, aquí puedes ver cómo congelar judías verdes de forma sencilla para aprovecharlas todo el año.

Lo que recomienda la OCU
La OCU recuerda que el mantenimiento es fundamental para evitar la escarcha. Sus expertos aconsejan descongelar el congelador al menos una vez al año si no es No Frost, o antes si la capa de hielo supera unos milímetros de grosor. También recomiendan colocar el aparato lejos de fuentes de calor como hornos o radiadores, ya que el exceso de temperatura obliga al motor a trabajar más y aumenta la condensación.
Otro aspecto clave es la ventilación trasera: el congelador necesita espacio para que el sistema de refrigeración funcione con normalidad. Por último, la OCU recuerda que conviene vigilar el termostato, porque muchos usuarios lo ajustan demasiado bajo creyendo que así se conservan mejor los alimentos, cuando en realidad solo favorecen la aparición de hielo y el gasto eléctrico.
Un dato revelador: según la OCU, un congelador con escarcha puede llegar a consumir hasta un 30 % más de energía. Mantenerlo limpio y en buen estado es, por tanto, una cuestión de eficiencia y de ahorro en la factura de la luz.
Qué hacer si ya tienes hielo acumulado
Si tu congelador ya presenta capas de escarcha, la solución pasa por descongelarlo. Para hacerlo de forma segura, lo primero es apagar el aparato y vaciarlo. Los alimentos deben trasladarse a bolsas térmicas o, si es posible, a otro congelador para mantener la cadena de frío.
Después, coloca toallas o bandejas en el suelo para recoger el agua que se desprenda y, si quieres acelerar el proceso, coloca un recipiente con agua caliente dentro (sin que toque las paredes). El vapor ayudará a que el hielo se derrita más rápido.
Es importante resistir la tentación de rascar: nunca uses cuchillos ni espátulas metálicas, porque podrías dañar el interior del congelador. Una vez derretido el hielo, aprovecha para limpiar las paredes con agua tibia y bicarbonato, que elimina la humedad y los olores.
Ya limpio, recuerda que también es importante descongelar bien los alimentos. La recomendación general es hacerlo dentro del frigorífico, y aquí te explicamos dónde se recomienda descongelar los alimentos de manera segura.

Errores que debes evitar
Muchos de los problemas que generan escarcha en el congelador tienen que ver con malos hábitos de uso. Estos son los errores más comunes que conviene desterrar:
- Colocar el congelador junto a fuentes de calor: un horno, un radiador o incluso la luz solar directa pueden provocar condensación y sobreesfuerzo del motor.
- Bajar demasiado la temperatura: más frío no significa mejor conservación. A partir de -18 °C solo conseguirás gastar más electricidad y acumular más hielo.
- Olvidar la limpieza periódica: incluso en modelos No Frost es recomendable limpiar juntas y cajones cada cierto tiempo.
- Abrir la puerta constantemente: parece obvio, pero es uno de los hábitos que más favorecen la entrada de humedad y, por tanto, la aparición de escarcha.
La solución definitiva: los sistemas No Frost
La tecnología también ofrece alternativas. Los congeladores No Frost cuentan con un sistema de ventilación que distribuye el aire frío de forma uniforme, evitando la acumulación de hielo y reduciendo la necesidad de descongelación manual.
Eso sí, que sean No Frost no significa que se pueda descuidar el uso. Tapar bien los alimentos, vigilar las gomas y mantener la temperatura adecuada siguen siendo claves para un rendimiento óptimo.
Cuidar tu congelador también pasa por conocer los tiempos de conservación. No todos los productos aguantan igual, y merece la pena repasar esta guía sobre cuánto dura la carne congelada y cómo almacenarla correctamente.
En definitiva, hacer un mantenimiento de tu congelador es cuidar de tu cocina, de tu bolsillo y de la calidad de tus alimentos.