Qué mirar en la etiqueta de un vino para no dejarte llevar solo por el diseño

Si eres de los que no entiende nada de vinos y, cada vez que quieres regalar o comprar una botella, te abruma la variedad y acabas eligiendo por el diseño de la etiqueta, este artículo es para ti. Puede ayudarte a interpretar la información que aparece en las etiquetas y a entender qué significa cada nombre que a veces suena tan extraño.
Es probable que, al pasar por una estantería, no sepas bien qué vino escoger y que, en más de una ocasión, te hayas guiado solo por la añada. Pero no siempre se cumple el dicho de que 'cuanto más viejo el vino, mejor', ya que hay vinos jóvenes que también pueden gustarte.
Antes de empezar, debes saber que la variedad de vinos es enorme y que las etiquetas pueden estar llenas de datos que, a primera vista, resultan confusos. En una etiqueta de vino suelen aparecer: el nombre de la bodega, el tipo de vino, la Denominación de Origen, el grado alcohólico, la añada, la cantidad contenida en la botella y detalles sobre el embotellador.
Además, puede incluir información adicional como notas de cata, recomendaciones de consumo y maridaje, o detalles sobre el proceso de elaboración y crianza.
Información que aparece en la etiqueta de un vino
1. Denominación de Origen (DO) o Indicación Geográfica Protegida (IGP)
Uno de los primeros elementos que debes buscar en la etiqueta de un vino es su Denominación de Origen (DO) o Indicación Geográfica Protegida (IGP). Estos términos indican la región de donde proviene el vino, lo que es importante para conocer su estilo y calidad.
- Denominación de Origen (DO): Este término garantiza que el vino proviene de una región específica y cumple con los estándares de calidad establecidos para esa zona. Las DO más conocidas en España son Rioja , Ribera del Duero , y Priorat , por ejemplo.
- Indicación Geográfica Protegida (IGP): Los vinos con IGP también provienen de una región específica, pero con requisitos algo menos estrictos que los de las DO.
La DO o IGP te da una idea general sobre el tipo de vino que puedes esperar: sus sabores, aromas y métodos de producción. Si prefieres un estilo particular, como los vinos tintos con cuerpo o los blancos frescos y afrutados, conocer la región de origen te ayudará a tomar una decisión más acertada.
2. Variedad de uva
La variedad de uva es otro detalle importante que aparece en la etiqueta de muchos vinos. La variedad de uva afecta directamente al sabor, aroma y cuerpo del vino. Algunas de las variedades más comunes son:
- Tempranillo (España): Suele producir vinos tintos con sabores a frutas rojas y una estructura media.
- Cabernet Sauvignon (internacional): Conocida por sus vinos de cuerpo completo y sabor intenso a frutas negras.
- Chardonnay (internacional): Una uva blanca que produce vinos frescos y afrutados, con notas cítricas y florales.
Algunos vinos especifican una sola variedad de uva (por ejemplo, 'Cabernet Sauvignon'), mientras que otros son mezclas de varias variedades (como los vinos de la DO Bordeaux). Si prefieres un tipo de vino en particular, es útil saber qué variedades se utilizan en la elaboración del vino.
3. Año de cosecha (añada)
El año de cosecha o añada es otro dato relevante. Este indica el año en que las uvas fueron cosechadas. El clima de cada año puede influir significativamente en el sabor del vino, por lo que conocer la añada puede ayudarte a entender las características del vino:
- Vinos de buena añada : Los años con condiciones climáticas favorables tienden a producir vinos de mayor calidad. Por ejemplo, en España, las añadas de 2010 y 2015 son consideradas excepcionales.
- Vinos de añadas menos destacadas : En algunos casos, los vinos de ciertas añadas pueden ser más asequibles debido a factores como el clima inusual o las condiciones de producción.
Si eres amante del vino, no dudes en probar diferentes añadas de la misma bodega, ya que puedes descubrir vinos interesantes y apreciar cómo varía su sabor según el año de la cosecha.

4. Nivel de alcohol
El contenido de alcohol suele aparecer en la etiqueta como un porcentaje (%), y es un dato importante para entender el cuerpo y la intensidad del vino. Generalmente, los vinos tintos tienen un contenido de alcohol que varía entre el 12% y el 15%, mientras que los vinos blancos suelen estar entre el 11% y el 13%.
Un vino con un mayor porcentaje de alcohol puede tener un sabor más intenso y un cuerpo más robusto, mientras que un vino con un porcentaje más bajo puede ser más ligero y fresco. Este detalle puede ser útil si prefieres vinos más suaves o, por el contrario, más potentes.
5. Tipo de vino
La etiqueta también te dirá si el vino es tinto, blanco, rosado, espumoso o dulce. Esto te ayudará a hacer una elección más fácil en función del tipo de comida con la que lo acompañarás o del momento en el que lo vas a disfrutar. Aunque esto no es una norma estrictamente que debes seguir, solo una sugerencia.
- Vino tinto: Perfecto para carnes rojas , guisos y platos con salsas intensas ( conejo con guisantes al curry o solomillo de ternera con foie )
- Vino blanco: Ideal para pescados , mariscos y platos ligeros ( lubina en costra de patata con salsa de pimienta o lenguado menier )
- Vino rosado: Una excelente opción para aperitivos , ensaladas y platos de pasta más ligeros ( ensalada de endivias y pera con queso azul )
- Vino espumoso: Perfecto para celebraciones, como el cava o el champán .
- Vino dulce: Una excelente opción para postres o quesos azules .
6. Método de crianza
El método de crianza se refiere al tiempo que el vino ha pasado en barrica o en botella antes de salir al mercado. Este aspecto también puede influir en el sabor y la complejidad del vino. Los términos más comunes son:
- Joven: Vinos que no han pasado mucho tiempo en barrica, suelen ser frescos y afrutados.
- Crianza: Vinos que han pasado un tiempo moderado en barrica, ganando complejidad y aromas.
- Reserva: Vinos que han pasado un largo tiempo en barrica y botella, desarrollando sabores más profundos y complejos.
- Gran Reserva: Vinos que han sido cuidadosamente envejecidos, con un largo proceso de crianza.
Este dato es importante si prefieres vinos con una mayor complejidad y notas de madera o, por el contrario, si te gustan los vinos frescos y afrutados.
7. Premios y certificaciones
Algunas etiquetas contienen información sobre premios o certificaciones obtenidas por el vino. Estos pueden ser indicadores de calidad, pero también debes tener en cuenta que los premios no siempre son una garantía absoluta. Sin embargo, si un vino ha ganado una medalla o certificado de calidad, es un buen indicio de que ha sido apreciado por los expertos en el sector.
Ahora que conoces esta información, la próxima vez que vayas a comprar vino, tómate un momento para leer la etiqueta y descubrir todo lo que puede ofrecerte el vino que estás eligiendo. Y si necesitas más orientación, no dudes en pedir ayuda a la persona encargada de la tienda.