Salsa romesco de remolacha, la versión colorida de Joseba Arguiñano

La salsa romesco es una preparación tradicional de la cocina catalana. Espesa, sabrosa y aromática, suele acompañar pescados, mariscos y carnes a la parrilla. Joseba Arguiñano propone una versión original: salsa romesco de remolacha.
Al igual que la clásica, combina sabores dulces, ahumados y un toque picante, gracias a sus ingredientes. También puedes utilizarla como aderezo para ensaladas. Además, su sabor se intensifica con el reposo, por lo que resulta ideal para preparar con antelación.
Raciones
2
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
15 m
Tiempo total
15 m
Ingredientes:
- 2 remolachas peladas asadas
- 3 tomates pera pelados asados
- 1 cebolleta asada
- 1 cabeza de ajos asada
- 35 g de almendras peladas
- 35 g de avellanas peladas
- 25 g de pulpa de pimiento choricero
- 15 ml de vinagre
- 100 ml de aceite de oliva virgen
- Sal
Elaboración de la receta salsa romesco de remolacha paso a paso
1. Tuesta las almendras con las avellanas
Calienta una sartén amplia, sin añadir aceite, a fuego medio. Agrega las almendras y las avellanas, peladas si es posible, y tuéstalas suavemente durante unos 4-5 minutos.
Remueve constantemente para que se doren de manera uniforme y no se quemen, ya que un amargor arruinaría el equilibrio de la salsa. Cuando estén doradas y desprendan su aroma, retíralas del fuego y deja que enfríen un poco.

2. Incorpora los ingredientes en un vaso americano
En el vaso americano o en una batidora de vaso potente, introduce las remolachas asadas y peladas, la cebolleta también asada, los tomates asados y pelados, y la pulpa de los ajos asados.
Añade todo el jugo que hayan soltado durante el asado, ya que concentra mucho sabor. Incorpora también una cucharada de vinagre, la pulpa del pimiento choricero, un poco de sal y los frutos secos ya tostados.

3. Tritura los ingredientes
Empieza a triturar los ingredientes hasta que se integren. Mientras la máquina sigue en marcha, vierte el aceite de oliva en hilo fino y continuo, como si estuvieras emulsionando una mayonesa, hasta obtener una pasta espesa y homogénea, de textura untuosa pero con algo de cuerpo.

4. Prueba y sirve
Prueba y rectifica la sal o vinagre si hiciera falta. Reserva el romesco a temperatura ambiente o en la nevera, bien tapado.

Consejos de Joseba Arguiñano para hacer salsa romesco de remolacha
Remolacha
La remolacha es una raíz comestible que pertenece a la familia de las Amaranthaceae. Su color rojo intenso es característico, aunque también existen variedades de color amarillo o blanco.
Es interesante incluirla en la dieta diaria, ya que es rica en vitaminas (como la C y algunas del grupo B) y minerales como potasio, hierro y magnesio. Además, aporta fibra y antioxidantes, especialmente betalaínas, responsables de su color intenso.
Puedes consumirla en ensaladas, purés, cremas, aperitivos e incluso en postres. También es habitual utilizarla en recetas como la tarta Red Velvet, ya que funciona como un colorante natural.
En esta receta, la remolacha es el ingrediente principal de la salsa. Puedes utilizarla cocida o asada. Si prefieres asarla, envuélvela en papel de aluminio y hornéala a 180 °C durante una hora aproximadamente, o hasta que esté tierna. Para ahorrar tiempo, pélala y córtala en cuartos antes de meterla al horno junto con las demás hortalizas. Esto acelerará su cocción.
La remolacha asada le dará un sabor más profundo y un color más vibrante a la salsa. Si utilizas remolacha cocida, asegúrate de que esté bien escurrida.
Frutos secos tostados
La salsa romesco tradicional se elabora con almendras o avellanas. Para intensificar su sabor y conseguir una textura más rica, tuéstalos ligeramente en una sartén sin aceite o en el horno. Es importante pelarlos bien, ya que las pieles pueden oscurecer la salsa.
Ajo y vinagre
El ajo y el vinagre (de vino tinto o de Jerez) aportan el toque característico del romesco. Puedes asar el ajo junto con la remolacha y el tomate para un sabor más suave, o usarlo crudo si prefieres un punto más intenso.
Aceite de oliva virgen extra
El aceite es clave para emulsionar la salsa y conseguir una textura sedosa. Añádelo poco a poco mientras trituras, hasta lograr la consistencia deseada.
Tritura la salsa
Una vez tengas todos los ingredientes, tritura hasta obtener una mezcla homogénea. Si queda muy espesa, puedes aligerarla con un poco de agua o caldo. La textura ideal debe ser suave, sin exceso de aceite ni demasiada densidad, y con un ligero toque ácido, pero equilibrado.
Con qué platos puede acompañar la salsa romesco de remolacha
La salsa romesco de remolacha es muy versátil y puede acompañar diversos platos. Esta salsa va maravillosamente bien con verduras asadas, como zanahorias, calabacines, berenjenas o espárragos.
También es ideal para acompañar pescados a la parrilla o al horno, especialmente aquellos de sabor suave como el bacalao, merluza o salmón en freidora de aire.
Además, de carnes a la parrilla como pollo o cerdo, especialmente cuando están ligeramente especiadas. La salsa añade un contraste dulce y picante que enriquece el sabor de la carne.
Puedes utilizar la salsa como un topping para tostadas o bruschettas. Un poco de salsa romesco de remolacha sobre pan casero tostado, acompañado de queso de cabra o hummus de garbanzos, crea una combinación deliciosa y ligera.
Prueba usarla como salsa para pasta o raviolis rellenos de verduras o carne. Su textura cremosa y el sabor robusto de la remolacha le darán un giro único a la receta.
La salsa romesco de remolacha también puede ser un excelente aderezo para ensaladas. Simplemente mezcla con hojas verdes como rúcula, espinaca o lechuga, y añade frutos secos o queso de cabra para completar el plato.
Para quienes siguen dietas vegetales o veganas, esta salsa es ideal para acompañar tofu o tempeh, como unos nuggets de tofu con romesco de remolacha.
Cómo conservar la salsa romesco de remolacha
Si preparas más salsa de la que puedes consumir, la salsa romesco de remolacha se conserva bien en un recipiente hermético en la nevera. Se conserva bien durante 5-7 días. Como la salsa lleva aceite y vinagre, se mantendrá fresca por más tiempo.
Si deseas conservarla por más tiempo, puedes congelar la salsa romesco de remolacha. Asegúrate de colocarla en un recipiente apto para congelación o en bandejas de cubitos para poder usar porciones pequeñas. La salsa se puede congelar hasta 1-2 meses.
Al recalentar la salsa, es mejor hacerlo a fuego lento en una sartén, removiendo para que no se queme. Si la salsa se espesa demasiado después de enfriarse, puedes añadir un poco de agua o caldo para aligerarla y recuperar su textura suave.