Salsa de almendras de Karlos Arguiñano, el acompañamiento perfecto

La salsa de almendras es una receta clásica que puede transformar cualquier plato.
Con su sabor suave y ligeramente dulce, es perfecta para acompañar pescados, carnes blancas o incluso verduras.
Sigue esta receta de Karlos Arguiñano paso a paso y aprende a hacer una salsa de almendras deliciosa que complementará tus platos favoritos de una manera única. ¡Descubre cómo sorprender a tus invitados con este acompañamiento tan sabroso y versátil!
Raciones
2
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
25 m
Tiempo total
35 m
Ingredientes
- 2 huevos
- 5 dientes de ajo
- 1 zanahoria
- 1 puerro
- 50 g de almendra molida
- Agua
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimentón
- Sal
- Perejil
Elaboración de la salsa de almendras paso a paso
1. Prepara el caldo de base
Comienza por limpiar y trocear la zanahoria y el puerro en trozos pequeños. Colócalos en una cazuela con suficiente agua y agrega unas ramas de perejil para aportar un sabor extra. Sazona y deja cocer durante aproximadamente 15 minutos a fuego medio. La zanahoria y el puerro deben quedar bien cocidos, ya que de esta base extraeremos el caldo para nuestra salsa.
2. Cuece los huevos
En otra cazuela, coloca los huevos con agua y sal, y cuécelos durante 10 minutos hasta que estén duros. Una vez cocidos, separa las claras de las yemas. Reserva las claras para otro uso y trabaja solo con las yemas, que formarán parte esencial de la salsa.
3. Maja los ingredientes
Pela los dientes de ajo y colócalos en un mortero. Maja un diente de ajo junto con las yemas de huevo, que aportarán una textura rica y suave a la salsa. Añade las almendras molidas, que son el ingrediente clave de esta salsa, y sigue majando hasta obtener una pasta homogénea.

4. Agrega el caldo
Añade el caldo de zanahoria y puerro que habías reservado a la mezcla del mortero. Agrega también un poco de pimentón para darle color y sabor a la salsa. Remueve bien y asegúrate de que la mezcla quede bien integrada.

5. Cuela la salsa
Cuela la mezcla que has obtenido en el mortero y presiona para extraer todo el jugo en un cazo, en el que después, cocinarás la salsa.

6. Cocina la salsa de almendras
Vierte la mezcla colada en un cazo y ponla a fuego lento para que se reduzca y espese. Durante este paso, es importante remover constantemente para evitar que la salsa se pegue o se queme. La salsa debe tener una consistencia cremosa y suave. Cuando esté en su punto, ajusta la sal al gusto.
Consejos para preparar una salsa de almendras perfecta
Usa almendras molidas de buena calidad
La calidad de las almendras tiene un gran impacto en el sabor final de la salsa. Asegúrate de utilizar almendras frescas y molidas finamente.
El punto de cocción del caldo
No cocines en exceso el caldo de zanahoria y puerro, ya que puede perder sus sabores delicados. Cocinarlo durante 15 minutos es suficiente para obtener un caldo aromático.
Ajusta la textura de la salsa a tus gustos
Si prefieres una salsa aún más suave, puedes batirla con una batidora de mano después de colarla, para darle una textura más fina.
Con qué acompañar la salsa de almendras
Una vez que la salsa esté lista, utilízala para acompañar tus platos. La salsa de almendras es ideal para servir con pescados como esta trucha con borrajas, carnes como este lomo de cerdo con salsa de almendras o darle un nuevo aire al clásico pollo, con esta receta de pollo con salsa de almendras.
Esta salsa es perfecta para combinar con verduras como este cardo con salsa de almendras y gulas, un primer plato perfecto para Navidad. También la puedes combinar con pencas rebozadas e incluso puedes sorprender a tu familia con esta coliflor con salsa de almendras.
Cómo conservar la salsa de almendras
Si te sobra salsa, puedes guardarla en un recipiente hermético en la nevera durante 2-3 días. Asegúrate de dejarla enfriar completamente antes de almacenarla.
Si prefieres guardarla por más tiempo, puedes congelarla en porciones individuales para utilizarla en otra ocasión.
Para recalentarla, basta con calentarla a fuego lento, removiendo constantemente para evitar que se pegue.