Cómo identificar, tratar y prevenir los problemas de ansiedad en gatos

Si tu gato se comporta de forma extraña o tiene síntomas que te desconciertan, la causa puede ser la ansiedad. No siempre es fácil identificar este problema, pero con esta guía queremos ponértelo un poco más fácil para ayudar a tu mejor amigo.
¿Mi gato tiene ansiedad? ¿Qué puedo hacer?
La ansiedad en gatos es un problema relativamente frecuente. Y es que los animales, como nosotros, pueden asustarse y estresarse por numerosas causas -desde ruidos fuertes hasta la llegada de un nuevo miembro a la familia- y los felinos son especialmente sensibles a los imprevistos y los cambios en su rutina.
Al no ser una dolencia física, la ansiedad no siempre es fácil de reconocer, pero sus diversos síntomas y consecuencias son muy reales y pueden empeorar de forma significativa la calidad de vida de un gato.
Si has observado cambios en el comportamiento de tu gato (falta de apetito, uso anormal del arenero, síntomas físicos anómalos, etc.), sin explicación aparente, y crees que la ansiedad podría ser el problema de fondo, sigue leyendo: en este artículo vamos a contarte todo lo que debes saber sobre esta dolencia, cómo se manifiesta y qué se puede hacer para prevenirla y, llegado el caso, tratarla.

Ansiedad en gatos: ¿qué es y cómo se manifiesta?
La ansiedad en los gatos puede definirse como un estado de nerviosismo extremo que surge por la anticipación de una amenaza inminente, ya sea real o imaginaria.
Sentir ansiedad no es necesariamente negativo, ya que forma parte de un mecanismo de autoprotección que es común a muchos seres vivos, incluidos los humanos. Sin esa ansiedad, esos nervios, no nos pondríamos alerta al percibir un peligro.
El problema llega cuando ese estado de ansiedad se prolonga pese a no existir ninguna amenaza. Las consecuencias físicas de la ansiedad, como el incremento de la frecuencia cardíaca y respiratoria o la salivación excesiva, son útiles frente a un peligro, pero si se mantienen en el tiempo pueden resultar muy perjudiciales para el organismo.

Por explicarlo de forma sencilla, un gato con ansiedad está alerta, nervioso y vigilante de forma permanente. Para estos animales, como para nosotros, es una situación frustrante, agotadora y que desgasta a todos los niveles.
Una complicación que presenta la ansiedad es que puede ser una enfermedad muy engañosa. Es fácil confundir sus síntomas con los de otros problemas de salud y, además, no todos los gatos la sufren de la misma forma ni con el mismo nivel de intensidad.

Causas comunes de la ansiedad en los gatos
Antes de mencionar las causas, es importante señalar que la ansiedad tiene un componente interno, además de las causas externas. Que el gato perciba algo como amenazador o no depende solo de la situación en sí, sino también de cuáles hayan sido las experiencias previas del animal.
Así, una misma situación puede ser profundamente desestabilizadora para un gato, pero no tener ningún efecto en otro.

En cualquier caso, las situaciones que más habitualmente desencadenan problemas de ansiedad en los gatos son las siguientes:
- Cambios importantes en el entorno: una mudanza, la llegada de nuevas personas o animales al hogar, el fallecimiento de un miembro de la familia, una reforma que cambie significativamente la casa... son ejemplos de situaciones relativamente habituales que pueden desencadenar episodios de ansiedad en los gatos, que ya hemos mencionado que son animales muy sensibles.
- Separación (de ti): al igual que los perros , los gatos también pueden sufrir ansiedad por separación. Se trata, de hecho, de un patología muy común. Si el gato crece en un hogar en el que hay mucha gente en casa y eso cambia, o si está muy ligado a una persona y esta desaparece, la ansiedad por separación puede ser la consecuencia.
- Enfermedades físicas: el dolor, las molestias y otros síntomas asociados a una enfermedad física pueden también desencadenar un trastorno de ansiedad o exacerbar uno ya existente.
- Problemas de socialización: como decíamos líneas arriba, la ansiedad tiene un componente interno. Los gatos que no hayan pasado por una adecuada socialización durante las primeras etapas de su vida son más susceptibles de desarrollar fobias y ansiedad ante la aparición de estímulos desconocidos.
- Experiencias traumáticas: por último, incluso los gatos más equilibrados y tranquilos pueden desarrollar ansiedad si se enfrentan a una experiencia particularmente angustiosa. Esto puede suceder por situaciones que quizás a ti te parezcan inofensivas, pero no lo son para tu gato. La definición de "traumático" es enteramente subjetiva.

Síntomas más habituales de la ansiedad en los gatos
Como ya adelantábamos en apartados anteriores, la ansiedad en gatos no siempre es fácil de identificar porque puede provocar síntomas muy diversos e inespecíficos. Además, la severidad de estos también puede variar mucho de un ejemplar a otro.
Entre los síntomas de la ansiedad, los más frecuentes suelen ser los siguientes:
- Jadeo.
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
- Respiración acelerada e irregular.
- Hacer sus necesidades fuera del arenero.
- Acicalamiento excesivo, que puede provocar alopecia y heridas.
- Nivel de actividad anormalmente alto o bajo.
- Falta de apetito .
- Vocalización excesiva.
- Temblores.
- Espasmos musculares.
- Pupilas dilatadas.
- Pelo erizado.
- Orejas pegadas a la cabeza.
- Cola recta, pegada al cuerpo.
- El gato trata de escapar o esconderse constantemente.
- Comportamiento territorial / agresivo.
- Vómitos .
- Diarrea.

¿Cómo saber si mi gato tiene ansiedad?
Como sucede con cualquier problema de salud en una mascota, diagnosticar la ansiedad por ti mismo no es buena idea. Te recomendamos buscar la ayuda de tu veterinario: conociendo los síntomas de tu gato y los posibles cambios que se hayan producido en su vida, podrá determinar si su problema es o no la ansiedad.
Al no ser una enfermedad física, no existen pruebas que puedan detectarla. No obstante, es posible que el veterinario quiera realizarle un chequeo general a tu gato (análisis de sangre, test de orina, etc.) para descartar otras patologías cuyos síntomas sean similares.

Tratamiento para la ansiedad en los gatos
Por lo general, el tratamiento para la ansiedad pasa por implementar una serie de medidas a diferentes niveles: se trabaja al mismo tiempo con la modificación del comportamiento del animal, el enriquecimiento del entorno y, en ocasiones, la administración de medicación con efectos ansiolíticos o antidepresivos:
- Es fundamental que el entono del gato sea seguro y estimulante. Tu felino debe contar con un espacio seguro (una caja de cartón grande, por ejemplo) en el que pueda recluirse en cualquier momento si así lo desea. Tanto cerca de ese espacio como en el resto de la casa debe haber suficientes elementos dedicados al juego, el entrenamiento y la movilidad ( juguetes , rascadores , plataformas para escalar, etc.).
- También es importante que el comedero, el bebedero y el arenero estén limpios, en buenas condiciones y situados en una zona relativamente aislada, libre de olores extraños y distracciones. Si tienes más de una mascota, cada una de ellas debe contar con sus propios accesorios, separados de los demás.
- Debes dedicarle tiempo a tu gato. Juega con él, dale cariño y prueba a enseñarle nuevos trucos e instrucciones: todo ello fortalecerá vuestro vínculo. Aunque los gatos se distraen con mayor facilidad que los perros, también pueden beneficiarse del adiestramiento.
- Te serán de mucha ayuda las feromonas sintéticas para gatos. Estos compuestos, que son muy populares pueden adquirirse en cualquier tienda de mascotas, emulan las feromonas naturales que producen estos animales y tienen diferentes efectos, entre ellos, la relajación.
- La medicación para la ansiedad en gatos se suele emplear en los casos más serios. Ten en cuenta, no obstante, que no es una solución en sí misma, sino un apoyo durante el proceso de recuperación del gato. Por lo tanto, es imprescindible combinarla con las demás medidas de esta lista.

¿Cómo prevenir la ansiedad en los gatos?
Ya hemos visto que la ansiedad en gatos es un trastorno que depende de muchos factores diferentes. No siempre es posible prevenirla, ya que no podemos controlar todos los aspectos de la vida de un gato ni absolutamente todos los estímulos a los que está sometido.
Sin embargo, esto no significa que no se pueda hacer nada. La base para que un gato sea menos vulnerable a las situaciones nuevas o complicadas es, como hemos explicado, una buena socialización, por lo que a la hora de adoptar un nuevo minino es recomendable decantarse por ejemplares de carácter equilibrado que no hayan tenido malas experiencias previas.

Por esa misma razón, si criamos a un gato desde que es pequeño deberemos asegurarnos de que se exponga de forma controlada y progresiva a toda clase de estímulos. Así será más fácil que crezca para convertirse en un gato más extrovertido, confiado y seguro.
Por lo demás, casi todas las medidas que puedes tomar para ayudar a un gato con ansiedad son también fundamentales para prevenir este problema: proporcionarle un entorno enriquecedor, jugar con él, adiestrarlo hasta donde puedas y tener cuidado con la colocación del comedero, el bebedero y el arenero, esto último en especial si hay otros animales en casa.
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Fuentes:
- SMALL DOOR VETERINARY (s. f.). Managing Anxiety in Cats - smalldoorvet.com
- PETMD (2020). The Ultimate Guide to Cat Anxiety. - petmd.com
- DUTCH (s. f.). How To Erase Your Cat's Anxiey - dutch.com