Estas son las alternativas saludables a los caramelos de Halloween que triunfan en muchos hogares
Ideas prácticas
Frutas en formas terroríficas pensadas para conquistar a los niños

Se acerca Halloween y, aunque muchos no se sumen por completo a esta tradición importada de Estados Unidos, la fiesta siempre es una buena oportunidad para entretener a los más pequeños de la casa.
Esta celebración, que tiene lugar el 31 de octubre, suele estar rodeada de dulces, caramelos y gominolas, pero no tiene por qué limitarse a eso.
Con un poco de creatividad, es posible preparar alternativas saludables que no solo decoren la mesa, sino que también diviertan a los niños y los acerquen a la fruta y a otros alimentos nutritivos.
Frutas disfrazadas de Halloween
La fruta puede transformarse en personajes de lo más simpáticos. Con unos simples plátanos, por ejemplo, se pueden crear fantasmas.
Basta con pelarlos, cortarlos por la mitad y añadirles dos gotitas de chocolate negro o pasas a modo de ojos. Colocados en palitos de brocheta y sobre un fondo oscuro, parecen pequeños fantasmas blancos listos para asustar.

Las mandarinas también son perfectas para simular calabazas. Solo hay que pelarlas sin romper la forma redonda y colocarles en la parte superior un pequeño bastoncito de apio o pepino que haga de tallo. Servidas en grupo en una bandeja, parecerán auténticas calabacitas.
Y si quieres darles más vida, puedes pintarles caritas con rotuladores alimentarios.

Con un poco de ingenio, los kiwis se transforman en monstruos verdes. Al pelarlos dejando una parte con piel, se consigue un efecto divertido, como si llevaran casco de zombie o de soldado.
Unas gotitas de chocolate bastan para hacerles los ojos. Otra opción es cortarlos en rodajas y añadirles una fresa a modo de lengua, recordando al personaje Moquete de Los Cazafantasmas.

Las manzanas pueden convertirse en auténticas calabazas terroríficas. Con algo de destreza y un cuchillo bien afilado, se les tallan caras con ojos y bocas, igual que a una calabaza de Halloween. Además de decorativas, resultan un bocado crujiente y saludable.

Para completar la mesa de frutas, unas brochetas de uvas negras y verdes intercaladas pueden simular gusanos o pequeños monstruos.
Si se colocan saliendo de un trozo de melón tallado con forma de boca abierta, el efecto será divertido y llamará la atención de todos.
Opciones saladas
Halloween no tiene por qué ser solo dulce. Entre las opciones saladas más vistosas están los pimientos rellenos en forma de calabaza. Se les corta la tapa, se vacían con cuidado y se les tallan ojos y boca como a una calabaza tradicional.

Después se rellenan con una mezcla saludable, como quinoa con verduras o arroz integral con pollo, y se hornean unos minutos. O puedes inspirarte en el relleno de esta receta de calabacines rellenos de verduras con queso de Karlos Arguiñano. El resultado es un plato principal nutritivo y muy llamativo.
Los huevos duros también ofrecen mucho juego. Una vez pelados y partidos por la mitad, se pueden decorar con arañas hechas de aceitunas negras: media aceituna como cuerpo y finas tiras como patas. También puedes seguir la receta de huevos rellenos de atún de Karlos Arguiñano y coronarlos con aceitunas.

Otra alternativa divertida son las mini pizzas con base de pan integral. Si se cortan en forma de fantasma con un molde y se cubren con queso mozzarella, el resultado es una silueta blanca ondulada que recuerda a un espectro. Dos rodajas de aceituna servirán de ojos y completarán el efecto.
Las zanahorias baby pueden transformarse en dedos de bruja. Solo hay que cortar una punta en diagonal y colocar una almendra fileteada como si fuera la uña. Servidas con hummus de remolacha o hummus de aguacate, resultan tan crujientes como coloridas.

Para añadir algo más ligero y crujiente, unas palomitas de maíz siempre son una buena opción. Puedes preparar las palomitas de maíz en sartén o en freidora de aire.
No hace falta mantequilla ni azúcar: con un poco de cúrcuma o paprika se consigue un color dorado intenso que las hace más apetecibles. Puedes servirlas en conos de papel negro con dibujos de murciélagos o telarañas. Parecerán auténticas pociones mágicas listas para compartir.
Con estas ideas, Halloween puede convertirse en una fiesta distinta, más equilibrada y con un punto lúdico. El ‘truco y trato’ está en disfrazar los alimentos de personajes terroríficos para que lo saludable sea tan atractivo como lo dulce.