El truco definitivo para eliminar la arena de las almejas

Las almejas son uno de los mariscos más deliciosos, pero ¿hay algo más desagradable que encontrarse arena cuando las estás disfrutando?
Para que no ocurra esa situación tan incómoda y puedas comer unas almejas perfectas sin sorpresas, presta atención a este truco definitivo para eliminar la arena de las almejas de forma sencilla y eficaz.
Con estos sencillos pasos podrás asegurarte de que tus almejas estén limpias y listas para cocinar, sin ningún residuo de arena. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo hacerlo!
Cómo eliminar la arena de las almejas paso a paso
Si has cocinado alguna vez almejas, sabrás que además de lavarlas, es fundamental hacer un paso previo para eliminar la arena que contienen en su interior y que puede arruinar cualquier plato elaborado con este maravilloso marisco.
El paso es tan sencillo que nunca más te llevarás sorpresas al comer un plato con almejas, pero eso sí, necesita tiempo para ser efectivo, por lo que tienes que acordarte de hacerlo con cierta antelación.
El truco definitivo para eliminar la arena de las almejas consiste únicamente en ponerlas a remojo en agua con sal gorda (la proporción ideal es 35 gramos de sal por cada litro de agua) durante 2 horas.
Durante este tiempo, las almejas abrirán sus conchas y expelerán la arena que contienen en su interior.
Si las almejas están muy sucias, cambiar el agua varias veces durante el proceso de purga puede mejorar los resultados. Reemplaza el agua salada cada hora para asegurar que se elimine la mayor cantidad de arena posible.
Una vez terminado el proceso, verifica que todas las almejas estén vivas. Las que estén abiertas o no se cierren al tocarlas deben ser desechadas, ya que podrían estar muertas y no aptas para el consumo.
Cómo conservar las almejas después de limpiarlas
Una vez que las almejas estén limpias, guárdalas en un recipiente con una tela húmeda en el frigorífico hasta que las cocines. Evita sumergirlas en agua para que no se ahoguen.
Recetas para cocinar las almejas
Una vez que ya las tengas limpias, puedes utilizar las almejas para hacer multitud de recetas. Una de las más clásicas es almejas a la marinera, uno de los entrantes más cocinados para las comidas y cenas de Navidad. Otro de los clásicos aperitivos son las almejas al vino blanco o las almejas al Jerez.
Si te apetece que las almejas sean un acompañamiento en un plato principal, apunta esta merluza con almejas y alcachofas, estas clásicas pochas con almejas o unos guisantes con almejas.
Si quieres utilizarlas para elaborar una sopa, mira esta tradicional sopa de pescado o innova con una sopa de almejas al azafrán.