Mandarina

La mandarina es una de las frutas de invierno más consumidas. Su sabor dulce y refrescante, con un cierto toque de acidez, la convierte en una opción popular para disfrutar durante los meses más fríos del año. La mayoría de las variedades de mandarina tiene un sabor suave, menos ácido que otros cítricos como la naranja y el pomelo, por lo que las hace muy populares entre las personas que prefieren sabores más dulces.
La pulpa de la mandarina es tierna y jugosa, con una textura suave y en general, es fácil de pelar, lo que la hace ideal como tentempié de media mañana o merienda. Sus aplicaciones en la cocina la hacen también una fruta muy apreciada. ¿Tú también eres un amante de la mandarina? Pues sigue leyendo porque te mostramos las diferentes variedades, consejos para comprarlas y cómo utilizarlas en la cocina, para hacer platos tan deliciosos como este dulce de mandarina.
La mandarina (Citrus Reticulata, Citrus Delicosa, Citrus Unshiu, Citrus Nobilis) es el fruto de diversas especies de mandarino.
Origen de la mandarina
Aunque generalmente la mandarina se considera nativa del suroeste de China, no existe unanimidad en cuanto a su lugar de origen. Algunos autores afirman que es originaria de otros países del sudeste asiático, como Laos y Filipinas. Lo que sí se sabe con certeza es que se ha cultivado en China durante varios milenios, remontándose la primera referencia al siglo XII a.C.
Su introducción en Europa fue tardía, pero directa desde su lugar de origen. Tuvo lugar en 1805, cuando el inglés Abraham Hume importó de Cantón (China) dos variedades de mandarino. Posteriormente se enviaron algunos de estos árboles a Malta y después a Italia, donde al poco tiempo se desarrolló su cultivo.

Características de la mandarina
La mandarina es una fruta que aporta grandes beneficios para la salud por su alto contenido en nutrientes.
Información nutricional de la mandarina
La mandarina es rica en vitamina C, una vitamina antioxidante que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a combatir los radicales libres en el cuerpo. También es una buena fuente de fibra y potasio.
Beneficios de las mandarinas
Además de su alto contenido de vitamina C, la mandarina contiene flavonoides, carotenoides y otros compuestos bioactivos que se han asociado con una variedad de beneficios para la salud, como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, la mejora de la salud ocular y la regulación del azúcar en la sangre.
Tipos de mandarina
Existen numerosas variedades de mandarinas que se han originado por mutaciones espontáneas o por cruces con otros cítricos.
Mandarina común o de Valencia
Se caracteriza por ser dulce, tierna y jugosa, es una fruta achatada, con corteza lisa y adherida aunque fácil de pelar, de color amarillo anaranjado y muy aromática.
Clementina
Quizás la más popular y sin duda la que más rápidamente se ha extendido por la zona mediterránea, y fundamentalmente por España y Marruecos. Es muy tierna y jugosa, sabrosa y aromática. El término con que el se conoce deriva del nombre del cura Pierre Clément, propietario de un hospicio de Argelia en cuyo jardín fue descubierta esta fruta.

Satsuma
Es una variedad que carece de semillas, por lo que es apropiada para conservas de gajos en almíbar, o para comercializar su zumo natural.
Tangelo
Es un híbrido de la mandarina, en este caso con el pomelo. Es de gran tamaño, redondo y con frecuencia presenta un característico cuello pronunciado. Su corteza, muy delgada y lisa, confiere al fruto un aspecto muy atractivo debido a su coloración anaranjada rojiza. A pesar de ser delgada, está poco adherida, por lo que no resulta difícil pelarla. Presenta un sabor bastante ácido.
Ugli
Es otro híbrido entre mandarina y pomelo, cuyo nombre es una deformación de la palabra inglesa ugly, que significa feo, y se refiere a su aspecto externo. Es de gran tamaño y tiene forma de pera, con corteza rugosa, gruesa y manchada. La pulpa es blanda, jugosa y dividida en pequeños gajos. Presenta sabor dulce, ni ácido ni amargo, que recuerda al de la mandarina. El ugli se consume con cuchara, como el pomelo.
Tangor
Es un híbrido entre mandarina y naranja dulce. La mandarina temple es una variedad de tangor, que presenta una corteza rugosa de aroma característico y color anaranjado rojizo muy intenso. Su pulpa tiene un elevado nivel de azúcar, moderada acidez y un punto picante único.
Temporalidad
La temporada de la mandarina en España generalmente coincide con los meses de invierno. En el hemisferio sur, la temporada suele ser de mayo a septiembre.
Consejos para comprar mandarinas
La piel de las mandarinas frescas debe ser blanda, pero no arrugada y estar bien adherida a los gajos del interior. Hay que elegir ejemplares intactos, que no presenten manchas ni puntos negros. Tampoco han de estar excesivamente blandos.
A la hora de la compra su color no es un indicativo correcto de su grado de madurez, sino que es necesario fijarse en su olor, más dulce e intenso cuanto más madura esté la fruta. En cuanto a su jugosidad, si la mandarina resulta pesada para su tamaño es posible que sea muy jugosa.
También es posible adquirir en el mercado gajos de mandarina en almíbar enlatados.
Conservación de las mandarinas
Si se dejan las mandarinas en el árbol después de haber alcanzado su punto óptimo de madurez, la pulpa pierde acidez, contenido en zumo y sabor. Por eso se recolectan antes de que hayan madurado y así pueden mantenerse en buen estado durante semanas.
En el hogar, conviene guardarlas en el cajón de las verduras del frigorífico, donde se conservan aproximadamente 15 días, aunque siempre es recomendable consumirlas lo más frescas posible.
Usos de la mandarina en la cocina
Las mandarinas suelen consumirse generalmente frescas, como fruta de mesa, ya que constituyen un postre o tentempié ligero y refrescante.
En la cocina, se pueden incorporar a las salsas agridulces que acompañan a platos de caza, cerdo o pato, y aportan un toque diferente a mariscos, ensaladas o pollo.

Se utilizan como ingrediente en las macedonias de frutas, para decorar pasteles, pudines y tartas, y a partir de ellas se pueden elaborar cremas de mandarina, flanes, magdalenas, sorbetes e incluso galletas.
Las mandarinas también se emplean en la elaboración de diversos productos derivados tales como zumo, que puede reemplazar al de naranja en la mayoría de las bebidas y recetas, o conservas como la mermelada o confitura.
La corteza de esta fruta también puede escarcharse o utilizarse rallada o en finas tiras para aromatizar diferentes platos.
También se puede extraer de la mandarina extractos y aceite esencial que se emplean en licorería, confitería y elaboración de bebidas refrescantes.