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Vinoteca

Distintos tapones y sus características


¿Cómo saber si el corcho de nuestro vino está correctamente conservado? Imaginaos que tenemos varias botellas en nuestra despensa, tumbadas boca-abajo, de vez en cuando abrimos una botella. El corcho natural nos dará la garantía de una buena conservación.

En los vinos tintos, cuando tenemos un corcho natural, el extremo en contacto con el líquido quedará tintado por este. Esa es buena señal, pero solo si queda tintado en el extremo, no por todo el corcho. Si ocurre lo último tenemos que consumir el vino lo antes posible. Los vinos espumosos, los cavas o champanes, se deben consumir lo antes posible.

El tapón para conservar un vino espumoso se comprime con una máquina y se coloca en la botella. Para saber que ese cava es fresco y está recién salido al mercado, tenemos que fijarnos en cómo se queda el tapón al sacarlo de la botella. Si se abre es buena señal, quiere decir que el espumoso está aún fresco. Si no se expande querrá decir que tiene bastante tiempo.

Corchos

En el mercado también hay corchos sintéticos. Son de múltiples colores y la ventaja es que no aportan ningún tipo de aroma, como los naturales. Este tipo de corchos tiene un problema y es que solo se recomienda para vinos de rotación o vinos jóvenes, que deben consumirse lo antes posible, ya que después este corcho se deteriora y puede entrar oxígeno al vino, lo que produciría que se pique.

Otra alternativa es el sistema de rosca. A pesar de lo que podamos pensar, estos tapones no se corresponden con vinos de baja calidad, si no que también los llevan botellas de vinos de gran calidad. Estos tapones de rosca cumplen todas las funciones que debe cumplir un tapón, no permiten que entre oxígeno y además no aportan aromas. Cada vez son más las bodegas que utilizan este sistema. El inconveniente es que es un sistema joven y no sabemos como los vinos jóvenes pueden evolucionar.

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