Recetas para congelar fáciles: platos perfectos para el día a día

Apunta estas ideas de recetas para congelar para planificar tu semana
Apunta estas ideas de recetas para congelar para planificar tu semana | Hogarmania

Tener recetas caseras listas en el congelador es una forma práctica de ahorrar tiempo y planificar mejor las comidas.

Guisos, sopas, salsas o legumbres son algunas de las mejores opciones que aguantan perfectamente la congelación sin perder sabor ni textura.

Te damos ideas de recetas para congelar fáciles que puedes cocinar con antelación para disfrutar cuando te apetezca.

Albóndigas

Las albóndigas de merluza son un plato perfecto para comer pescado en tupper
Las albóndigas de merluza son un plato perfecto para comer pescado en tupper | Hogarmania

Las albóndigas son uno de los platos que mejor resisten la congelación. Puedes congelarlas crudas, una vez formadas, o ya cocinadas con su salsa.

Lo ideal es colocarlas separadas sobre una bandeja hasta que estén congeladas y luego guardarlas en bolsas o recipientes herméticos. Así evitarás que se peguen entre sí y podrás descongelar solo la cantidad que necesites.

Te proponemos cocinar y congelar unas albóndigas en salsa de tomate y cebolla, y como opción no cárnica, unas albóndigas de merluza en salsa con guisantes.

Pescados en salsa

Congelar pescado requiere algo más de cuidado, pero los pescados cocinados en salsa aguantan bien el frío.

Platos como el bacalao a la vizcaína o la merluza en salsa verde se pueden congelar en recipientes herméticos, asegurándote de que el pescado quede bien cubierto por la salsa para evitar que se reseque al descongelar.

Aunque el pescado fuera congelado antes de cocinarlo, no pasa nada por volver a congelarlo si lo has cocinado completamente. Un pescado crudo congelado y después cocinado sí se puede volver a congelar porque el cocinado elimina los posibles riesgos microbiológicos.

Legumbres

Los guisos de legumbres son otras de esas buenas recetas para congelar siempre que estén bien cocidos y tengan suficiente líquido.

Lo ideal es congelarlos en porciones individuales y, al recalentarlos, añadir un poco de agua o caldo si fuera necesario para recuperar la textura del plato.Que no falte en tu congelador unas buenas lentejas con chorizo, una fabada asturiana o unos garbanzos con bacalao.

Croquetas

croquetas
croquetas

Las croquetas caseras, como las clásicas croquetas de jamón o las croquetas de bacalao, se congelan mejor antes de freírlas.

Una vez formadas y empanadas, colócalas separadas sobre una bandeja, congélalas y luego pásalas a una bolsa o tupper.

De este modo, podrás freírlas directamente congeladas, sin necesidad de descongelar previamente, consiguiendo un resultado crujiente por fuera y cremoso por dentro.

Lasañas

La lasaña es un plato ideal para congelar tanto cocinada como montada sin hornear. Para congelarla ya cocida, deja que se enfríe completamente, envuélvela bien o guarda en recipientes herméticos.

Si prefieres congelarla antes de hornear, protégela con film transparente y papel de aluminio. En ambos casos, recuerda etiquetar con la fecha.

Puedes congelar una lasaña de carne, una lasaña de pollo con bechamel de champiñones o una lasaña de atún.

Guisos

Los guisos tradicionales, como un estofado de carne, un pollo con setas o unas carrilleras al vino tinto, mantienen su sabor y textura tras la congelación. Es importante que estén bien cubiertos de salsa o jugo para evitar que la carne se reseque.

Congela en raciones individuales y, al recalentarlos, hazlo lentamente a fuego bajo para mantener la jugosidad.

Eso sí, recuerda congelar los guisos sin patatas, porque su textura cambia cuando las descongelas.

Cremas

Las cremas de verduras, como una crema de calabaza, se congelan de manera sencilla. También puedes congelar una crema de lentejas al curry o una crema de setas para disfrutar en otro momento.

Para un mejor resultado, es preferible congelarlas sin añadir nata o quesos cremosos, e incorporarlos después al recalentarlas si lo deseas.

Se recomienda descongelarlas en la nevera y calentar a fuego suave para conservar su textura. Tampoco pasa nada si lo calientas en el microondas si no cuentas con demasiado tiempo.

Crema de calabaza
Crema de calabaza | Hogarmania

Sopas

Las sopas caseras son una excelente opción para congelar y tener siempre a mano un primer plato nutritivo. Una sopa de pollo con jamón y huevo duro o una sopa de calabaza y naranja son dos ideas perfectas de recetas para congelar.

Congela en porciones individuales y deja un pequeño espacio libre en el recipiente para que el líquido se expanda al congelarse.

Pimientos rellenos

Los pimientos rellenos, como los pimientos rellenos de carne o los pimientos rellenos de bacalao, son perfectos para preparar con antelación y congelar.

Puedes congelarlos ya cocinados, bien tapados con film o en recipientes adecuados, procurando que no pierdan su forma. Al descongelarlos, caliéntalos lentamente en el horno o en una cazuela tapada.

Salsas

Muchas salsas caseras se congelan muy bien, especialmente las de base de tomate, carne o verduras. Es recomendable congelarlas en pequeñas porciones, utilizando bandejas de cubitos de hielo o recipientes pequeños, para facilitar su uso posterior.

Evita congelar salsas con mucha nata o emulsionadas, ya que pueden cortarse al descongelar.

Contar con porciones de salsa de tomate casera en el congelador te puede facilitar mucho la vida, porque con ella, puedes elaborar infinidad de platos.

También es una buena idea cocinar bechamel en microondas y congelar en porciones para preparar otras elaboraciones en el futuro.

Postres

Esponjosas y fáciles de hacer
Esponjosas y fáciles de hacer | Hogarmania

Algunos postres caseros también se pueden congelar sin problemas, lo que resulta muy útil para tener un dulce listo en cualquier momento. Por ejemplo, un bizcocho de chocolate o un bizcocho de yogur son perfectas recetas para congelar en porciones individuales. Es importante dejarlo enfriar completamente antes de meterlo en el congelador.

Para conservarlo de la mejor manera es recomendable envolverlo en papel film y luego en papel de aluminio o en un recipiente hermético.

A la hora de descongelarlo, lo mejor es dejarlo toda la noche en el frigorífico.

También puedes congelar magdalenas de chocolate o unas magdalenas hechas en freidora de aire. Para descongelarlas, basta con dejarlas a temperatura ambiente durante unas horas.

Las tortitas son otro de los postres que se pueden congelar para ir utilizando a medida que vas necesitando. Coloca una capa de papel de cocina entre cada tortita antes de envolverlas en film transparente o guardarlas en una bolsa de congelación.

Cuando las necesites, solo tendrás que descongelarlas y calentarlas en la sartén. O también puedes calentarlas directamente en el microondas.

Evita congelar postres con merengue, crema pastelera o hojaldre horneado, ya que pierden textura al descongelar.

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